Juan Cruz Urban, el joven que ve con los ojos del corazón

Juan Cruz Urban, es no vidente. Cuando nació tenía cinco meses y tres semanas de gestación, pesaba 950 gramos, por lo que debió estar en incubadora un par de meses. Como médicos y enfermeras no tomaron la  precaución de taparle los ojos en la incubadora, se le quemó su vista.

Nació en Bahía Blanca, vivió desde siempre en Indio Rico. Ha pasado por los mejores institutos, incluso se han hecho consultas sobre su estado a Cuba y la respuesta siempre ha sido la misma, “nada se puede hacer”. Él no lo toma como un fracaso, sino como un trámite más y sigue adelante con su vida que dice “disfrutar con todas las ganas”.

Ante la pregunta cómo hacía para conducir y operar un programa en su condición de no vidente, señaló Juan Cruz:

“Hace muchos años que estoy en la radio, tenía un programa muy popular los sábados por la tarde y llegó un momento en que me quedé sin operador, lo que significaba que se iba a levantar el programa, porque no había nadie que me podía cubrir ese lugar que había quedado vacante”.

“Para mí la radio fue siempre una gran pasión, un gran desafío,  me encanta lo que hago y desde ese momento en que me quedé sin operador , me senté frente a la consola y comencé a operar, sabía dónde estaban ubicados los canales, porque siempre pregunté muchísimo. Simplemente tomé coraje, agarré la silla me senté, y cuando terminó un tema, salí al aire, anuncié el tema que venía, que sorprendí hasta mi hermano que sabía que  en ese momento no había nadie conmigo”, aclaró.

Y añadió: “ Lo estaba logrando y eso sirvió, para que tanto mi hermano, como Hugo Fernández ( el director de la radio Aborigen), tomó el coraje para darme las armas  para que me pudiera defender y gracias a ese empuje mío, a esa primera actuación, me empezaron a enseñar , a buscar programas simples para la computadora  y lo fui logrando. Con el paso del tiempo y los años, hice un tiempo de más con el programa de cumbia, y me fue a estudiar a Tandil Periodismo”, sintetizó.

Contó en otro punto: “ Estuve tres años y me recibí de periodista, soy Técnico Superior en Periodismo. Vuelvo a Indio Rico en el 2010. El espacio que tengo ahora a la mañana lo ocupaba Gabriel Fernández, que es el hijo del director, que se fue a Tres Arroyos, y ese espacio quedó vacío. Me lo ofrecen a mí, y el desafío era más grande, porque no era solamente poner música al aire, sino manejar con todo lo que tenía que ver con el periodismo. Cuando tengo la oportunidad, entrevisto políticos, y estos todas las mañanas, desde las 8 al mediodía”, clarificó.

Juan Cruz explicó cómo se maneja con los programas, con la computadora, y la música, haciendo una descripción admirable, porque la tecnología le está brindando las herramientas que precisamente necesita para realizar un buen programa, y salir al aire, en forma perfecta.

Al respecto remarca: “La tecnología nos da estas posibilidades, pero lo que uno tiene que hacer para lograr eso es siempre tener una fuerza de voluntad  que nos lleve adelante y nos ayude a vencer cada obstáculo. A pesar que uno no ve, demuestra que se puede lograr las cosas, que vale la pena luchar. En esta vida no tenemos nada, porque nadie te lo regala, sino que tenés que lograrlo vos, con esfuerzo, con ganas y voluntad”.

“Hoy en esta radio me ocupo también de editar las publicidades, le pongo música, cosas que para cualquier persona no vidente puede resultar difícil, son más que sencillas si le ponemos ganas”.

Y agregó: “Siempre digo a la gente que a veces veo tal programa  o  ví a tal persona, y explico enseguida,  que no los podré ver con los ojos, pero los veo con el corazón, que son los ojos que te permiten ver más allá de la realidad. El no tener la vista me permitió crecer en un montón de cosas, pero soy feliz así como estoy”, remarcó Juan Cruz.

La entrevista se prolongó por espacio de varios minutos más. Vale rescatar, que escuchar a Juan Cruz, nos hace sentir la vida de otra manera, nos hace reflexionar, y  sentirla de una manera sencilla. Cuando se quiere y se pone todo el esfuerzo, nada es imposible.

 Un ejemplo de vida, que brindó este joven periodista de Indio Rico, que nos hace decir, que no hace falta los ojos para mirar, cuando se tiene un corazón como el de Juan Cruz Urban, que hace que la ceguera sea una cuestión simple. No tiene rencores y los más importante para destacar…. Está contento de la vida, junto a su esposa, con quien comparte todos los mejores momentos.