“El alcoholismo es una enfermedad y no un vicio”

A nuestro entrevistado vamos a llamarlo Raúl y como el mismo lo expresó  “porque Alcohólicos Anónimos me lo pide. De mi parte no tengo ningún problema en dar mi nombre, pero respetaré la decisión que han tomado”.

¿Cómo surge el grupo Alcohólicos Anónimos en Pringles?

R.: Este es un nuevo grupo porque ya ha habido varios antes y hacía como 10.12 años que no había nada. Y viendo cómo está la comunidad y siendo alcohólico reconocido en recuperación, con un par más empezamos el grupo con dos o tres personas, hoy somos 14 y va creciendo día a día. Lo lindo de esto es que la gente se va animando y enterándose que es una enfermedad y no un vicio.

¿El primer paso es reconocer que el alcoholismo es una enfermedad y no un vicio?

R: Exacto. Hay que partir y reconocer que tenés la enfermedad. Sino lo reconoces, no te vas a curar nunca. Tenés tres caminos: terminar en la cárcel porque borracho atropellaste a una persona o mataste; terminar en un manicomio porque el alcohol va derecho al cerebro; o terminar muerto.

¿El alcohol te lleva a consumir alguna otra sustancia?

R: A mucha gente sí. Sí, sí, droga. El alcohol es una droga legal como el cigarrillo. Hoy la sociedad está muy violenta, por cualquier cosa se pone violenta en vez de buscar armonía, solución a los problemas, unirse, tener un poco de paz.

¿Hubo algo en tu vida que hizo un click con el alcohol?

R: ¡Siii! Darte cuenta de que de todos los amigos del campeón no eran los amigos del campeón. Darte cuenta lo que estabas perdiendo día a día porque esto te lleva a no darle importancia a las cosas, simplemente es todo material y perdés lo que realmente es humano y hasta tu familia.

¿Llegaste a perder tu familia?

R: No, no. Me di cuenta a tiempo. Tengo una gran familia que siempre me apoyó, en todo momento desde el día que lo reconocí (al alcoholismo como enfermedad) y que di el primer paso porque uno siempre defiende al alcohol. Con frases como “¿Qué me va a hacer? Lo domino. La plata es mía. Si vos no me lo pagás”, y no te das cuenta que te está matando. Día a día.  

¿Cuánto tiempo fuiste alcohólico?

R: No sé decirlo realmente porque alcohólico no se nace, se hace; pero 20 años fácil. No me consideraba alcohólico era el tomador de los fines de semana, el borrachín, el papelonero, el payaso hasta que terminás en un pozo depresivo que no llegué, porque estuve solo mucho tiempo y llegás a encerrarte cada vez más. Pero estuve a un paso del pozo depresivo.

¿Y qué fue lo que te hizo no caer en ese pozo depresivo?

R: Alcohólicos Anónimos. Todo el grupo. Me fui dos años a Buenos Aires, todos los días conversando con los que entienden realmente lo que les pasa porque uno que no es alcohólico no lo va a entender jamás. Es esencial que exista el grupo, como existe en todo el mundo, porque es de autoayuda y de ayuda al otro en el mismo lenguaje.

Hoy vos estás al frente en Coronel Pringles coordinando un grupo de AA, ¿qué días se reúnen?

R: Martes y jueves a las 20 horas en los salones de catequesis de la parroquia. Es un grupo cerrado pero de participación libre y gratuita solamente para alcohólicos. Y si pasás la puerta es porque tenés problemas. Nos mantenemos con nuestras propias contribuciones, tengas o no tengas dinero igual, todos nos ayudamos entre todos. Es un grupo excelente de mente abierta. Pueden ir hasta ebrios. Todos serán muy bien recibidos. Nosotros no somos consejeros, simplemente contamos nuestras propias experiencias. Cada uno después toma su camino. Por suerte los que han ido no se han ido, hace cuatro meses que estamos y se va agrandando. También pueden comunicarse, a cualquier hora y día, al celular 02922-432711.

¿Tienen el acompañamiento de gente de otro lugar?

R: Sí, los martes viene gente de Bahía Blanca que tienen 30, 40 años de recuperación que nos dan toda su experiencia y opiniones. Cero medicación y si te vas a medicar, medícate bien. Es un programa que se hace por 24 horas y que luego se convierten en un mes, el mes en un año. Yo voy a cumplir cuatro años. Y todos tuvimos algún percance en la vida, en la vida que no era vida y gracias a Dios pude darme cuenta a tiempo. Están todos invitados a ir, hombres y mujeres porque en el grupo hay mujeres. Yo creo que la sociedad no se abre del todo y no se dan cuenta que es una enfermedad que los está matando. Y cuando se den cuenta que los está matando, ojalá que sea a tiempo.

En tu camino de recuperación hubo, además, un hecho significativo que tiene que ver con lo espiritual.

R: Sí, sí, hice dos retiros de sanación el año pasado que pegaron muy fuerte; uno en Luján y otro que se hizo acá en Pringles. Y me ayudaron muchísimo porque lo espiritual tiene muchísimo que ver con la recuperación. Y el que no los hace, que no se apoya en lo espiritual le va  a costar un poco más porque hay Alguien (con mayúscula), cada cual tiene su Alguien y todos respetamos su Alguien. Yo, particularmente, cada vez soy más creyente y puedo asegurar que está, que nos está escuchando en este momento y está feliz.

¿Vos hoy estas feliz?

R: Totalmente.

¿Volviste a nacer?

R: Sin duda. Tengo otro cumpleaños. Mi vida cambio 100%, la veo de otra manera. Veo cosas que no las veía.

¿Tenías amigos con esta problemática?

R: Tengo, y no la reconocen.

¿Los has invitado?

R: No, tiene que nacer de ellos. Yo puedo tirar algunas indirectas, todo el mundo lo sabe, pero la mayoría lo toma mal. No lo reconocen. No reconocen que es una enfermedad. A mí me da mucha pena porque pasan los días, los meses y los años y se acorta la vida. El alcoholismo te destruye todo el organismo. Y tiene muchísimos síntomas: lagunas mentales, te desinhibe y de ahí vienen los problemas, están los violentos, los románticos, los payasos, los depresivos. Hay mucha violencia en esto y te lleva a otras cosas.

¿Un mensaje final?

R: Tomen conciencia de que el alcoholismo es una enfermedad.

Raúl está repartiendo folletería sobre el grupo Alcohólicos Anónimos en todas las salas de primeros auxilios. En el transcurso de este año están programando realizar una serie de charlas abiertas y para todo público con la participación de dos médicos de Pringles muy conocidos.