“Ante grandes batallas, al rezo del Ave María, se venció teniendo menos fuerzas que el enemigo”

La charla tuvo lugar en el salón parroquial en la tarde de ayer martes, ocasión en que la Hermana Alejandra centró su charla sobre la Virgen María “ya que estamos a un paso de celebrar los 100 años de la primera aparición de la Virgen en Fátima, pero también voy a hablar de una respuesta, de un camino que nos indica el P. Kentenich para resolver como cristianos la problemática del mundo actual”, dijo la religiosa antes del inicio de su disertación.

Recordó que “el P. Kentenich tomaba la famosa frase de Arquímedes “Denme un punto de apoyo y moveré el mundo”, y para él ese punto arquimédico es María, es la palanca”. Y agregó “María como que es del mundo, pero no está en el mundo; pero en la medida que uno se apoya en ella puede darlo vuelta. Y esta experiencia en la Argentina la hemos tenido en diversas oportunidades históricas, y en el mundo entero también” donde “ante grandes batallas, al rezo del Ave María, se venció teniendo menos fuerzas que el enemigo”.

La Hermana Alejandra destacó la fuerza de la oración, “y que es importante que nosotros tengamos en cuenta” por la situación de crisis “que está viviendo el mundo entero en todas las áreas, no solo en lo político, lo económico, social, cultural, religioso; en todas las áreas de nuestras vidas eso está ocurriendo y nosotros necesitamos un elemento fuerte que nos va a llevar a Cristo, nos va a unir”.

Señaló a la Cuaresma como “el tiempo en que podemos decir que en la cruz, el asumir esa cruz que todos llevamos, pequeña, grande, la que nos toca, es con la que nos vamos a redimir, y asumiéndola también vamos a poder resolver los problemas de este tiempo”.

Invitó a seguir las indicaciones del Papa Francisco donde “debemos apoyarnos también es en lo comunitario. Nosotros también tenemos que hacernos semejantes al buen pastor para poder servir, guiar a las ovejas que están perdidas, las que no están cerca. Y  nosotros en el Movimiento también decimos que Schoenstatt está en salida, no metidos en la sacristía”.

Ante esta tendencia del mundo de sacar a Dios de la vida del hombre, en su recorrido la Hermana Alejandra ha notado que en las personas “hay brotes nuevos” de querer volver a Dios, con gente que “no está con la ideología de género, que no aceptan esta corriente deformante del feminismo; o sea que hay un cambio. Quizás no por un motivo netamente religioso, pero de lo natural se llega a lo religioso, no es al revés. Nosotros descubrimos a Dios a partir de la grandeza que él nos da”, asegurando que “en lo que experimentamos, vemos que detrás de eso siempre hay algo más grande donde podemos encontrarnos con Dios. Y en ese sentido la figura de María es esencial porque es el punto de conjunción entre el cielo y la tierra”, concluyó deseando “feliz Pascua para toda la ciudad y que Dios nos proteja en la naturaleza”.