“A la Iglesia le preocupa la gran diferencia social debido a la falta de trabajo”.

El mal tiempo no fue un impedimento para que numerosos fieles de la Iglesia Católica local acudieran a la misa celebrada en honor a San Cayetano para agradecer por el trabajo y pedir por aquellos que no lo tienen. El templo al igual que el salón de la capilla, donde se instaló un parlante para que la gente pueda escuchar la misa, se vio colmados por devotos del santo patrono del trabajo.

El Orden conversó con el P. Ernesto Mendiondo, quien destacó la que “la Iglesia está muy preocupada sobre todo por la gran diferencia social que se está manifestando debido a la falta de trabajo, a la suba de los precios,  a la inflación, a la falta de seguridad porque no ve, en muchos aspectos, cosas que los políticos habían prometido como algo inmediato”.

Asimismo señaló que “también es cierto que no todo se puede arreglar de un día para el otro, pero hay cosas que van marcando mucho esa diferencia y los problemas que esto atrae. Y la Iglesia no puede estar ajena a esto”, si bien “la Iglesia se preocupa especialmente por el crecimiento espiritual de sus hijos, no puede estar ajena a las situaciones que estamos viviendo. Por eso a través de Cáritas y de tantas instituciones, incluso las ONG que si bien no son de la Iglesia, ayudan mucho a paliar una situación que, en situaciones extremas, puede dar una mano”.

En el día de San Cayetano, dijo que “el mensaje fundamentalmente es de esperanza”, resaltando “de esperanza para aquellos que nos gobiernan para que tomen conciencia que en su manos tienen una grave responsabilidad que no es solamente con ayudas sociales sin buscar una fuente de trabajo que es lo más digno. La gente tiene que convencerse que con ayudas sociales no saldrá del problema sino con un trabajo como nos han legado y enseñado nuestros padres y abuelos”, destacó el P. Ernesto.

Aseguró que “Hace falta crecer la cultura del trabajo porque a veces en los políticos se ha acrecentado mucho este tema de la cultura de la dádiva, de los subsidios, pero después de tres o cuatro generaciones acostumbradas a eso es muy difícil que en nuestro pueblo crezca la cultura del trabajo. Ningún pueblo se ha levantado sin trabajo, sin esfuerzos. Los subsidios pueden ser para un momento pero no un estilo de vida. El subsidio ayuda pero no suple, es una solución temporaria y no permanente. Hasta que esto no se cambie, incluso en la mentalidad de los políticos, este tema va a estar muy lejos de mejorar”.

Finalmente, se dirigió a los empresarios para que den “la posibilidad de dar trabajo, que no se cierren empresas que causan tanto dolor, angustia, dejando familias en las calles. Pidamos a Dios, a través de san Cayetano, que haya trabajo para todos. Argentina es un pueblo rico y solidario”, aseveró Mendiondo.

Al finalizar la misa, muchos feligreses se acercaron hasta la imagen de San Cayetano como Graciela “para agradecer que mi marido tiene trabajo”, o Mirta por “el trabajo que tengo, por el de mis compañeras, de mis hijos”.

Luís pidió “primeramente,  la salud para toda mi familia, trabajo y paz, que no haya violencia y que la humanidad se fragüe en familia”; y Aldo “por tantos años que estuve trabajando y vine a pedir para otros porque todos tenemos que trabajar y seguir el camino de la vida”. 

Luego se compartió chocolate caliente con bollos en el salón de la capilla, un lindo   gesto para confraternizar ya tradicional de esta comunidad.