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EDITORIAL

No maten al 'Mensajero'

18/10/2017
No maten al 'Mensajero'

Vamos a ver cómo lo explicamos sin herir susceptibilidades. Cuando algo no nos gusta, buscamos un cambio: cambiamos de casa, de auto, de ciudad, de trabajo, o simplemente de canal cuando una película o programa no nos satisface. Pues bien, a veces hay gente a la que se le debe explicar para que entienda cómo son algunas cosas de común denominador. Esto quiere decir, cuando algo va dirigido a un consumo masivo, como son los medios de comunicación. Vamos a emplear una terminología simple, para que el común denominador lo pueda entender.
La prensa asume un rol clave en las situaciones de emergencia como canal privilegiado para llegar a la población y tiene la responsabilidad de comunicar los hechos con veracidad para promover la seguridad y el bienestar de toda la comunidad.
Un manejo adecuado y oportuno de la información contribuye a que los riesgos y los efectos de la emergencia o desastre se reduzcan. Como por ejemplo, llamar la atención de las autoridades nacionales, provinciales o municipales, cuando los accidentes son provocados por las malas condiciones existentes en una ruta, en las calles, la falta de señalización, cartelería, iluminación, fogatas en los bosques, etc.
Las y los periodistas tienen que informar a menudo sobre tragedias y acontecimientos controvertidos, y las dudas de cómo hacerlo son las protagonistas en estos casos, porque están los que se sienten afectados por una imagen que reproduce una tragedia donde la victima puede ser un familiar, un amigo o simplemente un desconocido. Y están aquellos que quieren saber qué sucedió, para ayudar en muchos de los casos. Por ejemplo cuando las personas pierden todo por una inundación, o un incendio o una familia fallece como consecuencia de un accidente en ruta.
Si no fuera por los medios, la gente ignoraría hasta que está sucediendo en el mundo, en el país, o en la ciudad.
Los medios son los que no solo informan tragedias. Son los que se pone al hombro las necesidades de la gente cuando necesitan de una ayuda, o simplemente para anunciar algún espectáculo, un baile, una cena, un desfile, un aniversario, un nacimiento o un fallecimiento o un cumpleaños.
En los últimos meses han ocurrido varios acontecimientos que seguro han helado la sangre a más de una persona, en cuanto accidentes, donde han fallecidos personas y otras han resultadas heridas.
Las y los periodistas son los encargados de dar a conocer dónde ha ocurrido tal accidente, quién ha disparado tal arma o quienes han muerto y cómo.
El problema viene cuando la manera de transmitir toda esa información no es la más adecuada, dadas las delicadas circunstancias que rodean y conforman esos sucesos. Entendemos que la información puede ser, a veces, hiriente, especialmente para las personas a quienes afecta lo sucedido.
Lo más seguro es que los familiares de la gente que ha sufrido un siniestro, pueden no querer que se publiquen imágenes del accidente o tragedia, o niños que han sufrido una violación por parte allegada, no se dé a conocer la foto y el nombre del violador, 'para no afectar al resto de la familia y a la víctima'.
Resulta difícil en periodismo - del responsable - realizar una nota policial, cuando se tiene dos frentes de batalla: lo que no quieren que se publique su nombre y se enojan, y los que desean estar informados y se enojan cuando la noticia no está o está incompleta y tildan a los medios de 'estar tapando' o 'ocultando un hecho'. ¿Se entiende?.
Pero todos estos datos, y muchos más, son necesarios para entender y conocer un suceso más allá de un titular y una fotografía.
El deber de las y los periodistas es desvelar esta información, y el derecho de la ciudadanía es inalienable, deben conocerla y disponer de ella por un "canal", aparentemente, fiable: el periodismo.
Recordemos que las y los periodistas no son máquinas, son seres humanos que reaccionan ante las tragedias de la misma manera que cualquier otra persona que está siguiéndola desde casa. El periodista de una ciudad pequeña como la nuestra, a diferencia de las grandes ciudades, no sale a perseguir a los familiares de las víctimas para conseguir una declaración ante una tragedia. Sí, podemos acercarnos ante un robo en un campo o vivienda, para conocer los hechos que los mismos protagonistas relatan, para que gente tome también recaudos de ciertas modalidades delictivas.
Lo que sí podemos decir, que JAMAS se informa, sin conocer con exactitud la veracidad de la información que son suministradas por las mismas fuentes.
Las noticias sobre tragedias o catástrofes suponen uno de los mayores retos para los periodistas. Son situaciones límite en las que deben conjugar el derecho inalienable a la información veraz con otros derechos, también inalienables, como el respeto a la intimidad de las personas que sufren y de nuestra parte siempre se ha respetado.
Está claro que los medios de comunicación no pueden ignorar las noticias sobre hechos desagradables de la vida humana, porque si lo hiciesen estarían distorsionando la realidad y se alejarían de su cometido de informar. Y es precisamente a lo que queremos llegar. Las redes sociales, es un medio donde la gente opina, critica, se enoja, alaba, insulta, pero ante una tragedia, se prende en la noticia, y opina a favor o en contra. Por eso decíamos, que existe la palabra cambio, sin connotación política. Si algo no nos gusta, no lo consumimos ¿es tan difícil de entender?. Hay que dejar el periodista trabaje en libertad, sin coacción de ninguna naturaleza, mientras la información sea veraz y con la ética que no debe estar ausente en toda noticia.
Al mismo tiempo, debe existir libertad de acceso, por parte de los periodistas, a aquellos acontecimientos de naturaleza dolorosa que despierten el interés del público, pero con el cuidado a posteriori de cómo se realiza la difusión de esos hechos, respetando la veracidad informativa y a su vez, no poner en peligro las actuaciones policiales, al informar sobre un hecho que se está investigando que puede poner en peligro la operación y facilitar la huida de un delincuente.
Los profesionales de la información, a menudo, tienen que enfrentarse a situaciones imprevistas y dolorosas a las que deben responder de manera adecuada para cumplir con su cometido principal: informar con veracidad. Y eso…. precisamente es lo que hace el periodismo para que la comunidad esté prevenida y sepa cómo actuar ante una circunstancia. En ocasiones, quienes tienen a su cargo áreas de responsabilidad, le es más conveniente 'matar al mensajero', que tomar decisiones y más cuando se quiere 'tapar'- por decirlo de alguna manera - una noticia.

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