Día Nacional del Vino

El 24 de noviembre del 2010 se firmó el Decreto 1800, que declara al vino como la "bebida nacional" de la Argentina. Este Decreto fue la piedra fundamental para que tres años después el Congreso de la Nación lo transformara en ley.

El reconocimiento del vino como bebida representativa de la Argentina fue el resultado del trabajo del Fondo Vitivinícola Mendoza y de la Corporación Vitivinícola Argentina, en el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación y su Instituto Nacional de Vitivinicultura.

La vitivinicultura argentina tiene más de cinco siglos de historia, integrando la tradición de los inmigrantes europeos y los saberes de los pueblos originarios, unión que dio origen a la producción de vinos más importante de América del Sur.
El Ministerio de Agroindustria coordina el trabajo público-privado de todos los actores de la cadena de valor vitivinícola y la utilización del isologotipo "Vino Argentino Bebida Nacional", a través del cual se realizan campañas integrales masivas y multimedia de comunicación, desarrollo de jornadas gastronómicas para difundir la bebida nacional, acciones de fomento de actividades enoturísticas en las diversas regiones vitivinícolas de la Argentina generando información sobre las regiones geográficas de zonas vitícolas del país.

Entre tantas actividades, por ejemplo en el día de hoy el público podrá participar de distintas acciones, degustando y conociendo el proceso de producción, industrialización de vino, sus variedades y características regionales.
En el marco de las celebraciones, desde las 21 en el obelisco de la Ciudad de Buenos Aires se realizará una performance que unirá vino y arte. Milo Lockett dibujará y sus ilustraciones, inspiradas y dedicadas al vino y su cultura, se proyectarán sobre el icono argentino, acompañado por el DJ Villa Diamante y Rumbo Tumba, fusión electrónica con base en instrumentos y sonoridades propias de Latinoamérica.
En simultáneo, otras ciudades celebrarán el Día de la Bebida Nacional: En Mendoza y San Juan habrá degustaciones, música al aire libre, intervenciones en espacios públicos que convocarán a brindar con y por el vino argentino.

La vitivinicultura Argentina es una actividad económica que se extiende desde Jujuy a Chubut; son 12 las provincias vitivinícolas con 17.600 productores que cultivan 223.585 hectáreas.
En la actualidad hay más de 900 bodegas activas, y la cadena productiva en su totalidad genera más de 106.000 puestos de trabajo directos y 280.000 indirectos.
Los principales varietales cultivados son Malbec (21%), Bonarda (10%), Cabernet Sauvignon (8%), Syrah (7%) entre otras.
La producción e industria vitícola es ejemplo de la economía regional que fomenta el arraigo territorial, preservando la tradición de la elaboración de vinos artesanales y apostando a la innovación para el desarrollo en beneficio del productor, región e industria. La mejora de calidad y variedad de oferta, abre espacios para el Vino Argentino en los mercados mundiales: hoy, los vinos argentinos llegan a 118 países, principalmente a Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Brasil y Países Bajos.

MYL COLORES, EL ESPUMANTE DE CORONEL PRINGLES

La sierra de Pillahuinco está a poco más de treinta kilómetros al sur de Coronel Pringles. Allí, en la estancia La Catalina, hay un pequeño viñedo de Chardonnay y Pinot Noir con cuyas uvas se elabora el espumante MYL Colores.
Su propietario es Carlos María Bertola, un pringlense muy vinculado al mundo del polo, y su esposa italiana. En 2010 decidieron plantar tres hectáreas de Chardonnay y Pinot Noir, también con algo de Malbec en suelo con bastante calcáreo y tosquilla, fértil en la capa superficial pero heterogéneo.
Tuvieron su primera cosecha en 2013 y el vino base lo vinificaron en la bodega Saldungaray. El espumante Extra Brut Mylcolores (80% Chardonnay, 20% Pinot Noir) lo elaboró la empresa mendocina Servichamp, con método tradicional y 13 meses sobre borras, en 4.000 botellas.
También hicieron 500 botellas de Malbec con crianza en un par de barricas de tercer uso. En 2014 y 2015 tuvieron una producción muy afectada por las heladas y no hicieron más que 2.000 botellas de cada cosecha.
La cosecha 2016 también fue complicada: lo habitual son 700 milímetros de lluvia anual, pero ese año hubo el doble. Además fueron afectados por el granizo, que no es habitual en la comarca, pero les causó más de 60% de pérdidas.
Con recuperación en este 2017, actualmente el espumante se vende en Coronel Pringles, Coronel Suárez y en Buenos Aires, en la vinoteca Joaquín Alberdi.
Así que hoy, alce una copa de vino y diga…¡Feliz Día!
RG