Alegre y solidaria jornada se vivió en El Remanso

El Hogar El Remanso vivió una tarde muy particular el sábado 25 de noviembre. Los abuelos fueron visitados por grupos parroquiales y fieles que se acercaron para formar parte de la Merienda comunitaria, actividad desarrollada dentro del marco de la I Jornada Mundial por los Pobres convocada por el Papa Francisco el pasado domingo 19 de noviembre y que tuvo por lema "No amemos de palabra sino con obras".
La propuesta tuvo una muy buena aceptación por parte de la comunidad católica que compartió no solo la merienda con los abuelos, sino también charlas y juegos animados por algunos grupos de la parroquia, como por ejemplo Cáritas que tuvo a su cargo la distribución de las tortas y galletitas que los asistentes llevaron para compartir, mate de por medio, con los abuelos.
El Movimiento Scouts-Guías elaboraron galletitas con algunos mensajes; los jóvenes del Grupo Misionero Karol compartieron con los abuelos mientras que otros jugaban con los niños.
Por su parte, la Comunidad de Sant´Egidio tuvo a su cargo la animación y la realización de los juegos. Cabe destacar que para eta Comunidad, la jornada fue compartir una tarde de encuentro junto a todos los amigos con los que hacen sus servicios durante el año; y como un anticipo a su tradicional Almuerzo de Navidad del 25 de diciembre.
La jornada, que inició a las 16:30 horas en el patio del Remanso, se prolongó con la Santa Misa al aire libre, ceremonia a cargo del párroco local P. Pedro Fournau, quien agradeció el servicio que prestan las personas que cuidan y acompañan a los abuelos como también a los grupos que hicieron posible el encuentro y a la comunidad que acompañó esta jornada.
Durante la misa, niños de catequesis presentaron un pesebre y una corona de Adviento realizada por ellos mismos y que obsequiaron a los abuelos.

Aclaración sobre la Jornada Mundial de los Pobres
Visto en las redes los comentarios sobre esta jornada, cabe informar que la misma fue instituida por el Papa Francisco, con la carta apostólica "Misericordi et misera", al final del Jubileo extraordinario de la Misericordia, siendo la primera "Jornada mundial de los pobres", que fue remitida a todas las iglesias y parroquias del mundo.
En nuestra ciudad, la celebración la realizó el Padre Pedro, el sábado a la tarde, en instalaciones del Hogar El Remanso

El Santo Padre alertó sobre la indiferencia hacia los pobres que es el "mirar a otro lado cuando el hermano pasa necesidad, es cambiar de canal cuando una cuestión seria nos molesta, es también indignarse ante el mal, pero no hacer nada. Dios, sin embargo, no nos preguntará si nos hemos indignado con razón, sino si hicimos el bien".

Francisco precisó luego que nos hará bien acercarnos a quien es más pobre que nosotros, recordándonos lo que verdaderamente cuenta: amar a Dios y al prójimo.
"Sólo esto dura para siempre, todo el resto pasa; por eso, lo que invertimos en amor es lo que permanece, el resto desaparece".

El Papa ha querido instituir esta Jornada Mundial por los pobres "para hacernos tomar conciencia de que es una realidad presente y que no podemos dar vuelta la cara. Sabemos que la pobreza está en todo el mundo. Sabemos que la gran fuente de pobreza es precisamente la mala distribución, el egoísmo, el acaparamiento de los bienes materiales, el olvido de los demás".

No busquemos lo superfluo para nosotros, sino el bien para los demás, y nada de lo que vale nos faltará. Que el Señor, que tiene compasión de nuestra pobreza y nos reviste de sus talentos, nos dé la sabiduría de buscar lo que cuenta y el valor de amar, no con palabras sino con hechos.