Graciela Añon se jubiló del Hospital

Ayer no fue un día más para Graciela Añon, ya que alcanzó la jubilación tras trabajar más de 41 años en el sector de radiología del hospital. En la ocasión, sus compañeras le hicieron un ágape, un agasajo improvisado con tortas y gaseosas en la camilla de estudios.

"Fue hermoso, recibí mucho cariño de mis compañeras y no lo esperaba, mucho amor y eso te llena el corazón que es lo más importante. Era mi ultimo día de trabajo, mis compañeras organizaron eso y lo pasé genial, me lloré todo" cuenta Graciela a Diario EL ORDEN.

"Se te cruzan recuerdos desde que empezaste, un flash de los 41 años y medio que pasaste ahí, un montón de emociones. Felicidad por un lado, porque vas a disfrutar otras cosas, y nostalgia por lo que dejas".

Graciela estudió perito mercantil en el Instituto Sarmiento, para buscar una oportunidad laboral como secretaria ejecutiva. En aquellos años los escritorios que había en Pringles estaban completos, no había mucho trabajo. Por lo que realizó diferentes tareas -con paso por Diario EL ORDEN incluido- hasta que a través de una vacante pudo ingresar al hospital.

"Ingreso al hospital después de trabajar en otros lados, mi mamá trabajaba en el lavadero del hospital y me llevó. Había vacante de mucama, entrabas y aprendías también el oficio de enfermera" remarca Graciela, quien poco tiempo después pasaría al sector de radiología.

"No me gustaba enfermería, en ese momento tenía 18 años y no quería seguir. Mi mamá insistía en que me quedara, éramos de familia humilde y no había trabajo. Junto a mis hermanos trabajamos de muy chicos y no nos hizo mal" señaló.

"Al jubilarse la Sra. de Quiñones, que estaba en radiología, el Dr. Alberto González me propuso ocupar ese lugar, en una sala que iba a desaparecer y se construiría una nueva. Desde Nación enviaron un equipo nuevo de rayos y había que hacer una nueva sala. Practiqué con radiólogos que venían cada 15 días de Bahía Blanca; me encontré con Graciela Pla -hoy trabajando con el Dr. Alfano-, y empecé a aprender los primeros pasos de radiología mientras se edificaba la sala actual de rayos".

La sala se inauguró en el año 78, con presencia de los militares, y ahí comenzó la labor ininterrumpida de Graciela en dicho espacio, quien encontró allí su vocación y lo que le gustaba hacer.
"Nunca cambié de espacio, renuncié durante unos meses cuando me embaracé y tuve mi hija pero volví. Fui aprendiendo gracias a la práctica y la ayuda de los médicos que eran muy buenos maestros. Hasta iban a congresos y conferencias en Buenos Aires y me traían artículos de radiología para que leyera y siguiera aprendiendo".

Graciela Añon trabajó 12 años como única radióloga, sin tener vacaciones al no haber un reemplazo: "estuve 12 años trabajando sola, no tenía vacaciones porque no había quien me reemplace. Les enseñaba a veces a algunos lo esencial para poder cubrirme aunque sea un sábado o domingo, para poder despejarme un poco".

Despejarse, salir de situaciones que a veces son difíciles, y más al ejercer durante 39 años las guardias: "Lo mas desgastante es estar de guardia, cuando empezamos trabajábamos siempre gratis, hace muy poco empezaron a pagar las mismas. Pero es un desgaste personal y para la familia, en mi caso tuve a mi hija de soltera y mis vecinos hacían guardia conmigo. Si me llamaban a la madrugada, tenía que molestarlos para que se quedaran con mi hija, para ir a hacer una placa y volver".

"En el día a día tenes que estar siempre de buen humor principalmente, pensar que la gente va con un problema y no le tenes que crear otro, sino tratar de solucionárselo. Es lo primero que me enseñaron, que la gente es prioridad, tratar de sobrellevar la situación y estar firme. No es nada fácil, hay situaciones dolorosas y a veces uno se quiebra" agregó Graciela.

Ahora, tras su último día de trabajo, disfrutará de su familia -compuesta de su marido y su hija- dejando atras de a poco la rutina y horarios, donde trabajaba desde las 7 de la mañana.

"Mañana -por hoy viernes- voy a seguir durmiendo, te lo aseguro, me encanta dormir a la mañana" cuenta Graciela con una sonrisa. Ahora voy a estar tranquila en mi casa, saldré a caminar, disfrutar de la familia sin horarios, sin que te llamen de la guardia. Lo único que le pido a Dios es salud para disfrutar de otras cosas".

Por último, deja un agradecimiento tras estos 41 años y medio de trabajo: "Agradecer a todo el personal que trabajó conmigo, a mis compañeras unas genias, al Dr. Alfano, hemos trabajado codo a codo los dos. A la Dra. Graff y al Dr. Martínez -los nuevos radiólogos-, que son geniales, gente joven con ganas y profesionales de primera. A mi familia, a mi hija que muchas veces la he tenido que dejar para cubrir una guardia, aunque ella diga que no, es la que más ha sufrido eso".

Aparte de la nota que gentilmente dio a Diario EL ORDEN, Graciela quiere dejar una recomendación: "es solo una recomendación, porque algunas veces se olvida o se deja pasar el tiempo. A los directivos del hospital y del municipio, que se fijen año a año a quienes les falta poco para jubilarse. Es fundamental para ellos que le aumenten a la máxima categoría, en los últimos tres años. Es sabido que tenemos muy bajo sueldo y eso nos ayuda para ganar un peso más de jubilación, sino te tenes que quedar tres años más para poder lograr eso, la re categorización" cerró.
RG