Una entrega silenciosa de más de treinta años en el Consejo

En el camino de la vida, hay un tiempo para cada cosa y para el desarrollo de la misma, hay ciclos que se cierran, caminos que concluyen y otros que se inician.
Testigo fiel es la historia que guarda como un gran cántaro de agua viva, fechas, acontecimientos y personajes.

Hoy de manera muy especial, hacemos una mención especial a la señora Delma Coronel, que ayer se despidió de la Dirección de Escuelas, más precisamente del Consejo Escolar, donde estuvo trabajando durante 30 años y ayer se despidió de dicha institución, en virtud de haberle llegado la Jubilación.
Claro que no es fácil dejar una etapa, en la que se sentía cómoda, para emprender otra, por ahora un poco incierta, pero conociendo su espíritu, buscará el modo de llenar ese vacío que por un tiempo la acompañará, haciendo honor a lo que representa la palabra Jubilación, que viene de júbilo, que significa alegría, gozo, y que se experimenta cuando se hace una acción con dedicación y empeño.

Su escenario de la vida diaria, durante tres décadas, fueron las paredes de Centro Cívico, en el espacio que ocupa el Consejo Escolar. Aquí dejó inmensas jornadas, en las que entregó su alma y su vida, por lo que podemos decir que su tarea fue muy bien cumplida.
Y en esa última jornada de despedida, donde las lágrimas y las risas parecían parte de un mismo entramado, sus compañeras le desearon a Delma, todo lo mejor, haciendo votos para que el descanso conquistado, se convierta en una etapa de paz, de mayor libertad para que puedan dedicarse a la construcción de un nuevo proyecto personal.

El agradecimiento por esa entrega silenciosa de 30 años, se materializó además con la entrega de un hermoso presente, consistente en una cadena y medalla, como recuerdo de su paso por el organismo.
Ante tal muestra de afecto, Delma Coronel agradeció el momento, y las muestras de afecto, que culminaron con un brindis por la nueva etapa que emprenderá.

SUS PALABRAS A EL ORDEN
En horas de la mañana de ayer, bien temprano - 06.30 horas - Delma, como todos los días desde hace treinta años, pasó por EL ORDEN, y retiró los diarios para llevarlos por último vez al Consejo Escolar. Fue la ocasión ideal que aprovechamos para hacerle una nota.

Con la bondad que la caracteriza, aceptó la nota, pese a que se hallaba nerviosa por el momento que está viviendo, y agradecida nos expresó:
"Me va a costar un poquito irme, dejar de trabajar, pero voy a buscar otra cosa para hacer y estar ocupada".
"Siempre he trabajado, en total son 37 años, acumulados con lo trabajado en la Dirección de Escuelas, donde estoy desde el año 1987, por lo que hace treinta años. He pasado por muchas personas y tengo buenos recuerdos de todas ellas".

Y añadió: "Mis compañeras me dicen que me van a extrañar, pero yo también las voy a extrañar, son lugares donde uno comparte muchas horas del día, con mucho compañerismo, somos como una familia. Ya me hicieron una cena de despedida, en el Hotel Pringles, y ahora en el Consejo, porque es mi último día", señaló emocionada .
Efectivamente, en la mañana de ayer, a las 10.30 horas, en el Consejo Escolar, le realizaron la despedida, la última, donde fue centro de numerosas demostraciones de afecto y cariño. Y Delma feliz. Seguro que va a extrañar, y nosotros también, porque siempre puntual, a las seis de la mañana, retiraba los diarios, comentaba sobre algún acontecimiento y se iba para comenzar su trabajo.
Desde nuestra mesa de trabajo, te deseamos todo lo mejor Delma en la nueva etapa que emprendes. Te lo mereces.