¡Doctor! Me duele acá…

-Buenos días doctor, ¿Cómo está? Quiero hacerle una consulta
-Pero cómo no Gutiérrez, adelante. Dígame…
-Mire, quería preguntarle sobre el uso de marihuana…pero en forma medicinal

"Para que se pueda denominar cannabis medicinal, debemos contar con indicaciones medicas claras y una fuente legal de la sustancia que permita regular sus características y asegurar la provisión continua a largo plazo. Ante el desconocimiento médico, muchos pacientes optan por utilizarlo por cuenta propia con los riesgos que esto significa".

-A eso iba doctor, ¿cómo está el tema en nuestro país? Si yo tengo una plantita…

"El uso de cannabis con objetivos medicinales se ha popularizado en los últimos años en pacientes con enfermedades avanzadas y síntomas severos. En Argentina la legislación no permitía el uso de marihuana con fines medicinales, excepto algunos aprobados por la ANMAT. Los pacientes suelen utilizar cannabis con objetivos medicinales por cuenta propia, lo que no es absolutamente recomendable por los efectos y riesgos que conlleva.

Las indicaciones con mayor evidencia científica son las siguientes: Nauseas y vómitos asociados a quimioterapia; Dolor y espasmos musculares asociados a esclerosis múltiple; Dolor secundario a enfermedades oncológicas; Síndrome de caquexia-anorexia asociado a VIH-SIDA".

-Pero ahora es ley, ¿no? Si yo tengo una plantita…entonces….

"A través de la ley aprobada en abril de 2017, Argentina legalizó el uso de la marihuana medicinal y decidió comenzar a investigar y experimentar con cultivos estatales, para que el país se autoabastezca de aceites y derivados de la marihuana. El Estado suministrará gratuitamente los derivados de la marihuana a los pacientes, siempre y cuando estos cumplan tres requisitos: estar inscriptos en el programa del uso medicinal de la marihuana del Ministerio de Salud de la Nación, padecer una patología incluida en la clasificación internacional de enfermedades de la Organización Mundial de la Salud y contar con una prescripción médica que recomiende el uso terapéutico de marihuana.

El Estado investigará y experimentará con sus propios cultivos y a partir de ese trabajo los laboratorios estatales podrán comenzar a proyectar plantas de producción de derivados del cannabis, para cubrir la demanda de los pacientes y evitar la necesidad de importar.

El aceite de Charlotte, único autorizado hasta el momento para ser comercializado legalmente, sólo se reparte en Buenos Aires".

-Ahh, Gutiérrez, por las dudas, recuerde esto:

"La ley no permite el autocultivo. Las familias con pacientes usuarios del aceite de cannabis no podrán sembrar sus propias plantas para producirlo, actividad que sigue siendo ilegal según establece la Ley de Estupefacientes.
Además, hay que tener en cuenta algunas contraindicaciones a la hora del uso del cannabis medicinal para pacientes con hipertensión arterial no controlada, enfermedad coronaria, psicosis/esquizofrenia y embarazo.
Por último, entre los efectos adversos en el uso de cannabinoides, los que ocurren con mayor frecuencia son: sedación, mareos y boca seca".

RG