Un auto colisionó contra otro que se hallaba estacionado

Una seguidilla de accidentes de tránsito se viene registrando últimamente en las callecitas de nuestra ciudad, desconociéndose las causales que lo provocan, en virtud que siempre se manifiesta que las razones se deberán establecer.

 En horas de la mañana de ayer, en Boulevard 13, entre calles San Martín y Pellegrini, se produjo una colisión entre un Renault Twingo, que colisionó contra un Aveo Chevrolet que se hallaba estacionado.

Por causas que se tratan de establecer y como producto del choque, los dos vehículos quedaron con daños materiales de consideración.

 El Renault Twingo, era conducido por Marcela Angladete, mientras que el rodado estacionado es propiedad de Jorge Velázquez. Ambos conductores resultaron ilesos.

De acuerdo a lo informado, la conductora del Renault, tras un segundo de distracción por mirar a su hijo que iba en el asiento trasero y con su butaca reglamentaria, cambió el sentido por el cual circulaba, lo que provocó la colisión.

Trabajó en el lugar Guardia Urbana y personal policial.

SEGUNDO CHOQUE

El segundo accidente de tránsito fue protagonizado por dos vehículos en intersección de Avenida Frondizi y calle Moreno a primera hora de la tarde de ayer – 13 horas – donde por razones que se deberán establecer, se produjo un violento choque entre un VW Fox y un Peugeot 207.

Afortunadamente las dos conductoras no sufrieron lesiones, arreglando el siniestro con los seguros respectivos.

Se hicieron presentes en el lugar, Personal policial y Guardia Urbana.

¿Por qué hay tantos accidentes?

Como señaláramos al principio de la nota, no pasa un día que en la ciudad o ruta se registren accidentes, y lleva a preguntarse el motivo que los produce.

Un inspector destacó que la mayoría se producen muchas veces por distracciones, imprudencia, por conducir alcoholizados, el cansancio, el sueño, por poco conocimiento sobre las normas de tránsito. Lo que nadie dice, cuál sería la solución, mientras tanto, los accidentes diarios se están haciendo sentir. Por suerte terminan solamente en daños materiales y no de vida humanas.