Suárez: perdieron el trabajo, pero no el entusiasmo

LA UNIÓN HACE LA FUERZA

8/4/2018 | 19:11 |

Tras los despidos, extrabajadoras de la fábrica Dass crearon la Cooperativa Unida de Emprendedores, un emprendimiento para seguir mirando hacia adelante.

   Anahí González
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A algunas de estas trabajadoras las despidieron de la fábrica de confección de calzados Dass, de Coronel Suárez. Otras tomaron la senda del denominado “arreglo voluntario” con la empresa porque no había muchas opciones.  

   Todas estaban desesperadas y en la calle, pero decidieron luchar. Y después de marchas, reclamos y reuniones lograron algo que las distinguió: crearon su propia cooperativa de trabajo que, hoy, apuntalan con amor y esperanza.

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   Entre 2017 y este año, entre despidos y arreglos voluntarios, la empresa Dass de confección de calzados de la ciudad de Coronel Suárez afectó a una masa laboral de más de mil personas.

   Solo en diciembre se concretaron 600 arreglos voluntarios y, en enero, otros 200. Ese mes la firma despidió a 240 empleados.

   Las indemnizaciones efectuadas por la fábrica fueron un atenuante, pero la pérdida masiva de puestos de trabajo creó un futuro incierto y un panorama desalentador.

   Ni funcionarios del Estado, ni privados, parecían hacerse eco de las consecuencias de las drásticas medidas de reducción de personal tomadas por la firma.

   Adriana Barrionuevo, una extrabajadora de Dass, con siete años de antigüedad, tuvo claro desde el inicio que no era tiempo de quedarse de brazos cruzados.   

   Junto a un grupo minoritario de exempleadas y empleados  de Dass empezó a movilizarse en busca de respuestas y a participar de marchas y reclamos. Hasta llegaron a entrar en el palacio comunal, con una bandera argentina, para entonar el Himno Nacional y hacerse escuchar por los funcionarios, incluido el intendente Roberto Palacio.

   “Siempre fuimos muy pocos los que reclamamos. En una de tantas reuniones el intendente nos dijo: 'Creen su propio proyecto'. Y así empezó a surgir una cooperativa”, contó la mujer,  quien heredó de su madre el oficio de modista.

   Barrionuevo contó que los despidos por goteo —de dos o tres personas por semana— iniciaron en 2017. La empresa, en ese entonces, se refirió a una reestructuración. 

   “Golpeamos tantas puertas en estos meses... Finalmente presentamos un proyecto para crear la cooperativa y fuimos invitadas por Textiles Pigüé, en febrero, para su 14º aniversario. Ellos se comprometieron a ayudarnos y eso fue vital”, contó.

   Así fue como el grupo logró conformar una mesa de trabajo compuesta por representantes del municipio, de la UPSO y de Textiles Pigüé.

   Hoy,  la Cooperativa Unida de Emprendedores (CUDE) cuenta con cinco máquinas de coser y una mesa de corte cedidas por la empresa Dass  y un salón en el barrio San Cayetano, cedido por Cáritas Parroquial en comodato.

   "Pasamos de ser empleadas a empresarias, de confeccionar zapatillas a salir a vender nuestro producto, comprar insumos, aprender computación y cómo se trabaja en el cooperativismo”, expresó Barrionuevo.

   “No se toma conciencia de la grave situación”

   Según Barrionuevo, cuando la empresa Dass empezó a despedir empleados por goteo, el intendente de Coronel Suárez, Roberto Palacio, debió tomar cartas en el asunto.

   “Debió increpar a la gobernadora (María Eugenia) Vidal, e incluso llegar hasta Nación, para exigir el cierre de las importaciones y no seguir perjudicando al pueblo”, dijo.

   La extrabajadora de Dass aseguró que los despidos masivos afectaron el mercado interno, ya que los empleados de la fábrica gastaban sus ingresos en Suárez y eran piezas fundamentales en el motor comercial.

   "Existen comercios de la localidad que están cerrando. Aquí hay tres generaciones que trabajan desde hace años en la confección de zapatillas. Todavía no se tomó conciencia de que todo lo que sucedió es muy grave y no hubo una lucha masiva”, dijo.

   Aprendizaje continuo

   “Queremos hacer crecer nuestro proyecto”

   Asesoramiento. Textiles Pigüé, qué tomó el compromiso de ayudar a esta incipiente cooperativa de Suárez, fue una empresa recuperada luego de la caída de Gatic y, hoy, es una cooperativa que funciona con 125 asociados y tiene 14 años de experiencia.

   Protesta. El grupo que integra la cooperativa es de nueve mujeres y un hombre. Llegó a ingresar en el Palacio comunal portando una bandera argentina para entonar el Himno y hacerse escuchar por los funcionarios, incluido el intendente Palacio.

   Difícil. “Pasamos momentos  muy difíciles. En el mes de noviembre, el Sindicato Obreros del Caucho nos abandonó. En el peor momento, nos decían: 'Vayan a sus casas y después vemos'. Exigíamos respuestas legales. Teníamos miedo de irnos y que después nos acusaran de haber hecho abandono del puesto de trabajo”, comentó Barrionuevo.

 FUENTE: LA NUEVA