Prisión preventiva por trata de personas con fines de explotación sexual

A raíz de una investigación con víctimas de Coronel Pringles con fines de explotación sexual en Azul en el año 2015, la Cámara Federal de Casación Penal confirmó la prórroga de la prisión preventiva de un imputado. Las mujeres eran llevadas de nuestra ciudad a la localidad de Azul

Una habitación en la que se encontraba la joven buscada desde Coronel Pringles por sus familiares.

La Cámara Federal de Casación Penal confirmó la prórroga de la prisión preventiva de un imputado en una causa por trata de personas con fines de explotación sexual.
La Sala IV homologó una decisión del Tribunal Oral Federal de Mar del Plata. En la causa se investiga a tres personas que promovían, facilitaban y comercializaban la prostitución de al menos cuatro mujeres
La Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal, integrada por los jueces Mariano Hernán Borinsky (presidente), Juan Carlos Gemignani y Gustavo M. Hornos, convalidó la resolución del Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Mar del Plata que había prorrogado la prisión preventiva de un imputado por el término de seis meses.
El encartado, junto con sus consortes de causa, participaban de una red que se dedicaría a la trata de personas con fines de explotación sexual aprovechándose de la situación de vulnerabilidad de las víctimas, quienes eran traídas desde el partido de Coronel Pringles, hasta la localidad de Azul, provincia de Buenos Aires.

LOS HECHOS,
INVESTIGADOS EN 2015
La investigación tuvo resolución en abril de 2015, por una presunta red de trata de personas en Azul que secuestraría mujeres en esta región.
La desaparición en aquel momento de una joven en Coronel Pringles desató una búsqueda en diversas ciudades de esta región de la provincia de Buenos Aires. Esa mujer fue hallada en un campo de Azul. Estaba privada de la libertad y amenazada de muerte para que ejerciera la prostitución.
Tres hombres y una mujer fueron detenidos en Azul como presuntos integrantes de una red de trata de personas que operaba en esa ciudad pero captaría mujeres en distintas ciudades de esa zona de la provincia de Buenos Aires. El procedimiento se inició, precisamente, en el transcurso de la búsqueda de una joven de Coronel Pringles que había desaparecido.

El comisario mayor Fabián Alvarado y el comisario Mario Bustos, titulares de la Jefatura Departamental y de la Policía Distrital de Azul, respectivamente, señalaron en ese entonces que las investigaciones se iniciaron tras una denuncia hecha en una seccional policial de Coronel Pringles por la familiar de una joven que, al día siguiente, fue encontrada durante el allanamiento que se realizó en un campo del partido de Azul.
El establecimiento rural se llama Don Pedro y está ubicado a unos 45 kilómetros de la planta urbana, en cercanías al Paraje El Pajonal, yendo por la ruta provincial 60.
En ese lugar, además de haberse encontrado a la mujer que era buscada desde Coronel Pringles, fue aprehendido el encargado del establecimiento rural, un hombre de 76 años que en la conferencia brindada en la sede de la Jefatura Departamental Azul fue identificado como Carlos Rubén Martínez.
El comisario mayor Alvarado aclaró que la propietaria del campo "era completamente ajena" a lo que sucedía en el lugar, ignorando la actividad que desarrollaba su empleado.

MÁS DATOS DELOS
PROCEDIMIENTOS DE 2015
Tras la denuncia hecha por una mujer en la Comisaría de la Mujer de Coronel Pringles para dar con el paradero de su hermana, indicando que había viajado a Azul "porque le habían ofrecido trabajo", el comisario mayor Alvarado explicó que una vez en la ciudad azuleña, "lejos de ofrecerle un trabajo, se la había trasladado a un campo" donde "se habría pretendido que ejerciera la prostitución".

Efectivos de la seccional Primera, el Comando de Prevención Rural, el Grupo de Apoyo Departamental y la DDI trabajaron en la investigación y en los posteriores allanamientos y aprehensiones de los implicados en el hecho.
Además del procedimiento en ese establecimiento rural, fue allanada una casa que está en la calle Misia Barranco del barrio Villa Piazza Sur de Azul.
En ese lugar fueron aprehendidos los restantes implicados en el caso, a quienes voceros de seguridad identificaron como Sergio Rubén Mansilla, de 46 años; su hijo Ernesto Rubén Mansilla, de 26 años; y una mujer llamada Karina Elizabeth Tapia, de 32.

Mansilla hijo intentó darse a la fuga en medio del allanamiento, aunque rápidamente los policías que participaron en ese procedimiento pudieron arrestarlo.

Según determinaron una vez que lo identificaron, registraba un pedido de captura dispuesto desde un Juzgado de Ejecución del Departamento Judicial de Azul, teniendo en cuenta que había estado preso anteriormente y todavía cumplía, aunque en libertad, el último tramo de una condena.
A esa vivienda se había llegado después de que otra joven que dijo haber escapado del campo se hiciera presente en sede policial -el mismo martes en que se recibiera la denuncia por averiguación de paradero de la mujer de Coronel Pringles- y relatara lo que ocurría.

Esa mujer aparecía mencionada como otra de las presuntas víctimas, a quien también aparentemente la captaron para llevarla a Azul con la falsa promesa de ofrecerle trabajo, cuando en realidad querían obligarla a que ejerciera la prostitución.
El dato con el que se contó en ese momento, sobre la base de la declaración de una de las presuntas víctimas en sede policial, fue que en la casa que después sería allanada también había una mujer en las mismas condiciones que las otras.

Pero cuando los policías llegaron a la vivienda, según contó Alvarado, esa mujer "no manifestó hallarse privada de la libertad" y, aparentemente, mantendría una relación con uno de los hombres aprehendidos en ese lugar.

Más allá de su situación, desde la fiscalía actuante en el caso se dispuso que también fuera asistida, al igual que ocurrió con las otras mujeres.

Dos de esas mujeres habían llegado a Azul con sus pequeños hijos. Luego de que declararon, se dispuso que fueran trasladadas a Coronel Pringles, la ciudad donde se domicilian.

SECUESTRO Y
DETENCIONES
Mientras que en la casa allanada se hallaron e incautaron una carabina, dos cajas con municiones y teléfonos celulares, en el establecimiento rural se secuestraron un rifle calibre 22 con municiones, dos teléfonos celulares, un facón y medicamentos cardiovasculares.
"A esas chicas las hacían trabajar en forma precaria. La dueña del campo desconocía todo. Es una mujer de edad. Iba cada tanto y confiaba en la persona que tenía a cargo en el campo", contó el comisario Bustos, jefe de la Policía Distrital de Azul.
Las sospechas apuntaban a la mujer aprehendida en esa casa de la calle Misia Barranco como la encargada de captar a las jóvenes en Coronel Pringles.
Esa mujer, además, sería pareja de Sergio Rubén Mansilla, uno de los detenidos por este hecho.
"Les ofrecían trabajo para luego ser derivadas al establecimiento rural en donde se pretendía que ejercieran la prostitución", agregaron los funcionarios policiales sobre la investigación de este ilícito.
En ese contexto, mencionaron también que la joven que fuera hallada en el campo "estaba amenazada", después de que le hubieran retenido su documentación y quitado su teléfono celular para evitar que se pudiera comunicar con otras personas y pedir ayuda.
Al entrevistarse con un funcionario judicial que estuvo en el allanamiento al campo, la joven de 25 años captada en Pringles brindó su versión sobre la situación.
Ella contó que estaba contra su voluntad y que había sido llevada a Azul por una mujer, que sería la que está detenida en la causa. Además, habría señalado que Sergio Rubén Mansilla fue quien la trasladó al campo y que ese hombre la amenazó para que ejerciera la prostitución. De lo contrario, señaló que uno de los ahora detenidos iba a matarla a ella y a su pequeña hija, una niña de 2 años.

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