El pringlense Diego Stanga participó en la inauguración

El Obelisco se convirtió en el escenario de una mágica puesta en escena con el sello acrobático de Fuerza Bruta, entre los que se destacó nuestro coterráneo.

Ante una multitud que colmó la Avenida 9 de Julio, a la altura del Obelisco, se realizó la noche del sábado pasado, la ceremonia de apertura de los III Juegos Olímpicos de la Juventud, que tuvo la particularidad de ser por primera vez a "cielo abierto".

El Obelisco tuvo un gran protagonismo al lucir con varios colores cuando la compañía teatral "Fuerza Bruta" hacía acrobacias o pintarse de celeste y blanco cuando Ángela Torres, nieta de "Lolita" y sobrina de Diego, cantaba el himno nacional.
Los abanderados de cada uno de los 209 países fueron recorriendo el escenario que, en una de sus siete pantallas, mostraba el nombre de la nación con su respectiva bandera. El último en cruzarlo fue el representante de Argentina, Dante Cittadini, campeón del mundo de vela en Nacra 15.

Luego, los tradicionales cinco anillos que representan cada uno de los continentes se elevaron hasta casi lo más alto del Obelisco, que fue cambiando como si fuera un camaleón y se vistió de cada una de las disciplinas y diversos intérpretes de "Fuerza Bruta" simularon ser atletas que corrían como en una prueba de los cien metros o remaban como en una prueba de single Scull.

Entre esos intérpretes de Fuerza Bruta, sobresalía el pringlense Diego Stanga, que se lo puede ver haciendo acrobacias, caminando, danzando alrededor del Obelisco. Todo un show a pura acrobacia en el cielo abierto de la Ciudad, por lo que la emoción fue mucho mayor.

Una vez más, Diego Stanga desplegó un impresionante espectáculo sobre el mítico símbolo porteño, llenándonos de emoción por el increíble show.

En la tarde de ayer domingo, El Orden se comunicó con Diego, y nos contó el tiempo que estuvo practicando. Le llevó más un mes, con una práctica diaria entre 6 y 12 horas.
"Subí el Obelisco corriendo, haciendo cinco metros por segundo", destacó sobre la arriesgada acrobacia realizada, dando la idea del profesionalismo que lo caracteriza, cuando con sus saltos ornamentales literalmente se lanzaba al vacío desde la mitad del monumento.

Así, el Obelisco se convirtió en el escenario de una mágica puesta en escena con el sello acrobático de Fuerza Bruta, y nosotros decimos, del pringlense Diego Stanga. Un orgullo.