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La importancia de consumir agua

La deshidratación en la tercera edad es un riesgo detectable

13/10/2018
La deshidratación en la tercera edad es un riesgo detectable

La disertación fue realizada por la Licenciada en Enfermería Angelina Aguirrezabala en la tarde de ayer en Casa del Deporte, con gran marco de asistentes, principalmente adultos mayores, a quienes fue destinada la charla.

 

La deshidratación es la pérdida de agua hasta un grado en que puede ser peligrosa para el funcionamiento de nuestro cuerpo. En los mayores se da con más frecuencia porque tienen disminuida la respuesta a la sed.
Es un estado fisiológico que ocurre cuando el cuerpo pierde mucho líquido o cuando no se toma suficiente y, en grados severos, es potencialmente mortal.

Para tratar sobre este estado fisiológico, en Casa del Deporte se realizó en la tarde de ayer, una interesante charla, presentada por Matías Verna, profesor de Educación Física, y brindada por la Licenciada en Enfermería, Angelina Aguirrezabala, cuyo tema estuvo referido precisamente a la importancia de consumir agua.

Al respecto clarificó: "Estamos en un tiempo donde comienza a hacer calor, somos grandes y perdemos las ganas de beber agua, ya no tenemos sed y vamos a hablar de la importancia que es tomar agua".

Explicó "que la mayor parte del cuerpo humano está formado el 60% por agua y el porcentaje de nuestro peso corresponde al agua que nosotros deberíamos tener. Cuando no tenemos esa cantidad de agua nos deshidratamos".
"¿Qué es deshidratarse? Cuando el cuerpo no tiene la cantidad de agua, de líquido necesario que debe tener. Puede ser moderada, leve o muy grave, según el caso de líquido que nosotros vayamos perdiendo", aclaró.

 

Y agregó: "Eliminamos líquido por la orina, por la transpiración, por la evacuación y por la respiración. Esos son los cuatro mecanismos por los cuales eliminamos líquido. O sea, que eliminamos mucho líquido y debemos reponerlo. Porque si no reponemos la cantidad de líquido es cuando nos deshidratamos. Ahí es cuando comenzamos a tener deshidratación leve y si no consumimos agua, pasar a ser deshidratación grave"
"Perdemos líquido, además de lo anunciado, cuando hacemos mucho ejercicio, estar expuesto al calor, cuando tenemos fiebre, vómitos, diarrea, y puede ser que nos deshidratemos".

En cuanto a los síntomas, apuntó: "Los síntomas pueden llegar a desvanecimiento, fatiga, boca seca, piel arrugada, ojos hundidos, la orina oscura y fuerte, dolores de cabeza, taquicardia, que es cuando tienen el pulso acelerado, y cuando pasa esto es cuando debemos consultar al médico.
A mayor edad, menor sed, es como que vamos perdiendo la sed. Por eso es importante consumir agua, aunque no tengamos sed", reiteró.

Complicaciones
Con respecto a las posibles complicaciones ante una deshidratación grave, destacó: "Hay convulsiones, daño cerebral permanente, se encuentra como perdido y es importante tenerlo en cuenta y consultar al médico.
Como mínimo se debe beber dos litros de agua por día. Para el calor deben usar ropa liviana, consumir frutas frescas, como manzana verde, mandarina, pera", sintetizó.
La charla de la Lic. Aguirrezabala, fue seguida atentamente por los adultos mayores, que principalmente son los que menos tienen en cuenta la importancia de beber agua, aunque no tengan sed.

De allí, que a manera de síntesis sobre lo expresado, podemos decir que los mayores deben tomar dos litros de agua, que es la cantidad media diaria, ya que la mayor parte del organismo humano es agua.

*La cantidad de agua corporal disminuye con la edad. De hecho, a los 80 años es posible que sólo entre un 45% y un 55 % sea agua. Esto pone a las personas mayores más cerca del punto donde pueden aparecer los problemas.

* El aporte tiene que reponer lo que perdemos normalmente con la orina, que suele ser 1,5 litros, y lo que se pierde con el sudor, la respiración y las heces (llamadas pérdidas insensibles, porque no resultan fáciles de medir).
*La pérdida excesiva de líquido puede deberse múltiples razones: la sudación excesiva por ejercicio o una enfermedad febril, los vómitos, la diarrea, las hemorragias, las quemaduras (al destruirse la piel se evapora una gran cantidad de agua), el mal uso del tratamiento con diuréticos, y muchas otras.
*La deshidratación afecta a la mayor parte del organismo, de forma paulatina y a veces muy rápida. La persona deshidratada, según el grado en el que se encuentre, tiene sequedad de la piel y las mucosas (la piel de la boca, nariz,...), mayor número de latidos del corazón, descenso de la tensión arterial y produce una menor cantidad de orina.
*Cuando se agrava se puede alterar la función mental con somnolencia, mareo confusión e incluso síncopes. Además, al perderse agua en el cuerpo aumenta la concentración de algunas sustancias en la sangre, y esto puede ser peligroso.
Recuerde que si no se trata la deshidratación la persona puede morir.

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