Con gran concurrencia se conmemoró el Día de los Fieles Difuntos

En un día gris, la conmemoración se realizó en el Cementerio local, presidida por el Padre Pedro Fournau, donde se realizó una procesión entre las sepulturas, para finalizar por la Santa Misa.

Ayer, 2 de noviembre, un día después de la Solemnidad de Todos los Santos, se celebró la conmemoración de los Fieles Difuntos, día en el que se recuerda a todos aquellos seres queridos que ya han partido de este mundo.

El recuerdo de los difuntos, el cuidado de los sepulcros y los sufragios son testimonios de confiada esperanza, arraigada en la certeza de que la muerte no es la última palabra sobre la suerte humana, puesto que el hombre está destinado a una vida sin límites, cuya raíz y realización están en Dios, afirmó en una oportunidad el Papa Francisco

Por ello, en nuestra ciudad, cada 2 de noviembre, numerosas personas se acercan hasta el Cementerio, para visitar las tumbas de sus seres queridos que pasaron a otra vida y la Iglesia eleva oraciones y ofrece sacrificios por su eterno descanso.

Pese a las malas condiciones climáticas imperantes, el Padre Pedro realizó una corta procesión en el Campo Santo, deteniéndose en algunas de ellas, bendiciéndolas, como las que guardan los restos del Padre Vicente, el cuerpito de Federico Nicolás Margiotta, del Padre Bonino, entre otras.
Posteriormente se hizo el Responso y se rezó por las intenciones del Papa Francisco, por la unidad de la Iglesia y por las almas de todos los difuntos.
Destacó el sacerdote, que la mejor ofrenda es la oración de acción de gracias pero, sobre todo, la celebración de la Santa Misa que actualiza la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, y la comunión, para que nuestros difuntos gocen de la vida eterna.

Todos tenemos familiares y amigos que han muerto y los recordamos a ellos y a todos los que han fallecido, encomendándolos a la misericordia de Dios.

Y oró el Padre Pedro: "Que el Señor nos conceda el perdón de nuestras culpas a los que vivimos en este mundo y otorgue a los que han muerto el lugar de la luz y de la paz…
Dales, Señor, el descanso eterno, y brille para ellos la luz perpetua…
Que las almas de todos los fieles difuntos por la misericordia de Dios descansen en paz". Amen.
Luego en la capilla del Cementerio, se celebró la Santa Misa.