El modelo agroexportador

El modelo agroexportador fue creado en el siglo XIX en América Latina, específicamente en Argentina. Es un modelo que ha servido durante muchos años en el desarrollo económico de muchos países. Si desea conocer más sobre el tema continúe leyendo este post.

El modelo agroexportador es la producción de materiales agrícolas que son exportadas a los países que lo necesitan. Por lo general, esta relación comercial se da entre países latinoamericanos y Europa. A los países que funcionan como productores se les conoce como países periféricos. Sin embargo, a los que reciben la mercancía se les denomina paísescentrales.

En la agroexportación se pueden evidenciar algunas características que hacen único este modelo de negocio. Conozca cuales son:

En un comienzo la agroexportación se hacía con mano de obra del lugar. Sin embargo, con el pasar de los años se fueron necesitando más trabajadores. Para abastecer la gran demanda que había se comenzó a necesitar mano de obra extranjera. Por lo tanto, se promovió la migración en los países más cercanos a las industrias agrarias.

Los países centrales, es decir, los países de Europa que compran el producto, producen la materia prima. Esta es enviada a los países periféricos y se encargan de procesarlas para enviarlo de vuelta. El producto manufacturado completamente terminado llega a manos de los países centrales, disfrutando así de un producto de calidad. 

Las demandas internacionales en cuanto a las condiciones de la adquisición de la materia prima estaban en el poder de los países centrales. Por lo tanto, tenían mucho poder sobre el mercado y en cierto modo sobre el comercio de ciertos países.

Con la necesidad de atender a los clientes que se tenían, la agroexportación ayudó al latifundio. Que no es más que la utilización de grandes extensiones de tierra para el trabajo de la agro industria. Estos por lo general estaban concentrados en las zonas rurales.

Era común observar que dentro de los campos se hacía todo el trabajo duro de la agroexportación. Allí la vida se diferenciaba mucho de la vida de la ciudad. Sin embargo, en las metrópolis solo existían las oficinas que gestionaban todo el proceso de la empresa. Por lo tanto, se observaba una marcada desigualdad social.

Todo el proceso que se hacía en la industria hacía necesaria la colaboración de los gobiernos. Un ejemplo de ello es que para transportar la mercancía a exportar se debían realizar excelentes carreteras. Incluyendo nuevas leyes de exportación y en ocasiones endeudamiento por parte de las autoridades.

En vista de la necesidad de mano de obra, muchos inmigrantes comenzaron a llegar a los países centrales. Esto trajo como ventaja que las personas conocieran otros métodos para trabajar y sus costumbres evolucionaron. Adaptándose así a los nuevos tiempos y dejando atrás la manera tradicional de como vivían.

El crecimiento económico se dejó ver con claridad gracias a la agroexportación. Estas industrias notaron las necesidades que había en los países periféricos y comenzaron a satisfacerlas. Lo cual hizo que se impulsara el área comercial dentro de la manufacturas.

Como se comenzó a vender en moneda extranjera, los rubros que se producían la economía se comenzó a fortalecer. Por lo tanto, se comienza a invertir en trabajos sociales como la mejora de las vialidades, entre otros. Lamentablemente, esta situación también se prestó para la corrupción y el derroche.

Las desventajas son otras de las realidades de la agroexportación. Acá se muestran algunas de las dificultades que puede generar este modelo:

El modelo de la agroexportación demostró dar un crecimiento a la economía. El manejo de divisas se hizo común y el dinero se manejaba en gran medida. Sin embargo, este modelo económico no impulsaba el desarrollo de las industrias locales. Por lo que hacía que el país continuará expuesta a los designios de los países centrales. Los cuales los manejaban y trataban como mejor les parecía.

Durante el auge de la agro exportación la diferencia de clases sociales sed eje ver. En las grandes ciudades vivían los dueños y administradores de la economía. Allí los servicios de calidad abundaban y todo era posible. En el caso de los que vivían en el campo haciendo el trabajo duro la realidad era otra. Pasaban muchas penurias y ni siquiera tenían los servicios básicos necesarios.