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Voluntaria en Kenia

Una pringlense en el "corazón" de África

07/12/2018
Una pringlense en el "corazón" de África

Silvina Pelletán realizó un voluntariado en un orfanato de Nairobi, Kenia. Contó su historia en una charla brindada ayer en el Circulo Francés, quiere formar una ONG para seguir ayudando

 

"Siempre sentí deseos de conocer África, y trabajar allí. Quise anotarme en Centros de Salud pero me pedían inglés fluido -no lo tengo-, entonces me incorporé como voluntaria en un orfanato a través de una ONG española".

Fue el inicio de la charla brindada por la pringlense Silvina Pelletán, de profesión kinesióloga, en las instalaciones del Circulo Francés.
La presentación estuvo a cargo de Alicia Gómez, y los asistentes pudieron escuchar los relatos de las vivencias de Silvina en Kenia, observar fotos y videos de la experiencia llevada a cabo en el orfanato Mama Fatuma. La entrada consistió en el aporte de un juguete -a voluntad- para el Día de Reyes.

Silvina Pelletán contó que se anotó como voluntaria a través de la ONG "Voluntarios en el mundo" y junto a su prima Patricia -de Buenos Aires- compraron los pasajes y viajaron hacia Nairobi, Kenia, donde estuvieron durante un mes.

 

Viajaron desde Argentina a Johannesburgo (Sudáfrica), de allí a Nairobi (Kenia) donde estuvieron tres meses en el orfanato. Al regreso se tomaron unos días en las playas de Bombassa.

Al inscribirse como voluntarias, Silvina y su prima arribaron al Mama Fatuma Goodwill Childrens Home (Hogar de Buena Voluntad Mama Fatuma) para realizar todo tipo de tareas y ayudar a los niños que asisten.

Allí, en medio del "caos" de las calles de Kenia (más que nada por la cantidad de gente y vehículos que circulan) y observando la problemática habitacional que aqueja a aquel país; la pringlense se alojó en la casa de familia de Mohammed, el coordinador, para luego trasladarse a realizar las tareas en el orfanato.

"El primer día, nos ofrecieron lavar los platos. Les dije que me encantaba lavar, así que minutos después me hicieron lavar la ropa de todos (¡era muchísima!), junto a otra mama del orfanato" cuenta Silvina en una charla que brindó a la comunidad pringlense en la sede del Círculo Francés.

En el orfanato hay unos 50 niños que residen en forma permanente; y otros 30-40 que concurren a comer o hacer tareas escolares. La mayoría son practicantes musulmanes, y las edades van desde los 2 años a 24, la edad del mayor.

"A algunos de los chicos mayores los incentivamos a concurrir a la universidad (ya que no continúan sus estudios al finalizar la escuela), y al mayor de todos -a través de la embajada- lo becaron para realizar aprendizaje de idioma español, y poder desempeñarse como guía de turismo (ya posee licencia de conducir)".

 

Silvina cuenta que la realidad que se vive en el orfanato, y en Kenia en general, es muy difícil, por lo que junto a una abogada en derechos humanos y con el apoyo de empresarios españoles, quieren formar una ONG para mantener la ayuda al orfanato, y aportar recursos.

"Los recursos naturales son muy escasos, en la mayoría de los hogares tienen pozos para extraer agua con aljibes, y el orfanato cuenta con seis tanques para abastecer a los niños que asisten. Los niños siempre esperan el arribo de las "ayudas" (generalmente alimentos y ropa) provenientes de voluntarios, ONGs o personas que colaboran. Hacían filas para recibir los productos, y cuando les enviaban las samosas (especie de buñuelos) era una fiesta" relató la pringlense.

"En nuestro caso, les llevamos como regalos camisetas de Argentina, y tenemos pensado volver pronto para colaborar e insistir con la educación de los niños" agregó.
Mediante la presentación de la charla acompañada en fotos, se puede observar las calles de Nairobi con sus comercios sumamente pequeños, de aspectos al exterior muy humildes y pintorescos, pero en los interiores muy limpios y ordenados.
Los niños del orfanato comen sin cubiertos (todo con la mano, incluso los fideos) y el agua de la canilla se usa solamente cuando es necesario, para cuidar los recursos. También desconocen muchos de los productos o artículos que son habituales en la vida cotidiana, y se sorprenden con la tecnología.

Silvina cerró la charla en un ida y vuelta de preguntas y respuestas con los asistentes, una muy buena idea del Circulo Francés para enriquecerse con estas historias de vida que permiten aprender un poco más de realidades muy diferentes a la nuestra.

 

 

INFORMACION SOBRE EL HOGAR DE BUENA VOLUNTAD MAMA FATUMA

El hogar de niños de buena voluntad de Mama Fatuma cuida y proteger a los niños desesperados al demostrar un ambiente seguro, saludable y amoroso durante más de cuarenta años.

Durante este tiempo, Mama Fatuma se ha ganado una reputación de excelencia en Kenia y en todo el mundo. Desde sus humildes comienzos, Mama Fatuma ha cuidado a cientos de niños huérfanos que no tienen a quién acudir.
Los niños son admitidos a través del Departamento de Servicios para Niños del Ministerio de Trabajo, Seguridad Social y Servicios. Es un mandato del Gobierno de Kenia después de haber sido certificado para realizar la tarea de proteger y rehabilitar a los niños menos afortunados.
Mama Fatuma se encuentra en el corazón del este de Nairobi, cerca de la frontera de Eastleigh y el barrio marginal de Mathare, en el cruce de Juja Road y 1st Avenue Eastleigh, mientras gira para ingresar al área de negocios de Eastleigh.

 

Los niños bajo el cuidado del hogar provienen de una variedad de orígenes; muchos son abandonados, maltratados, huérfanos por el VIH / SIDA, los niños refugiados, los niños de las zonas de conflicto, durante los enfrentamientos, los casos de objetos perdidos y encontrados, y otras causas.

Mama Fatuma suscribe y sigue ardientemente los principios establecidos en la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, la Carta Africana sobre el Bienestar de los Niños y la Ley de Infancia de Kenia de 2001 Nº 8, Cap. 586.

Mamá Fatuma es apoyada casi en su totalidad por la comunidad. Desafortunadamente, estas donaciones a menudo llegan de forma errática y el hogar se esfuerza por pagar las cuotas escolares de los niños que no han sido patrocinados. Con su ayuda, Mama Fatuma podrá continuar cuidando y brindando asistencia a niños desfavorecidos con alimentos, ropa, refugio, asesoría, ropa de cama, educación, atención médica y apoyo, y otras necesidades y servicios que podrían ser de su bienestar en el futuro.

 

 

 

 

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