Un cinturón negro para el cielo de los deportistas

Así lo definió su entrenador Pablo Carranza, tras la tragedia sucedida el miércoles, cuando el deportista pringlense perdió la vida. Lucio brilló en el Taekwondo, desde chico la peleó desde abajo, tuvo grandes logros, pero le quedaron muchos proyectos por realizar.

Deportivamente, nos tocó conocer a Lucio desde muy pequeño, entrenando en Sociedad Cosmopolita, siempre con la bandera del Taekwondo, aquella disciplina que pocos conocían pero que él amaba, por la cual desde chico adquirió los valores deportivos del respeto, la dedicación, la responsabilidad, entre otras cosas, caminando a la par de Pablo Carranza, su entrenador, el que le supo sacar lo mejor del Taekwondo, llegando a tener logros muy interesantes.
A los 5 años, ya entrenaba en el gimnasio de Cosmopolita, siendo un pequeño travieso de pelos parados, juguetón e inquieto, como todos los chicos, pero con mucho talento y alegría. Fueron un par de años aproximadamente, hasta que Pablo Carranza inició las prácticas en Unión Empleados de Comercio, cuando Lucio se enteró no lo dudó, y junto a su hermana se unieron al proyecto. Los cimientos de aquel grupo fueron difíciles de construir, solo tenían las ganas de superarse y competir, ser atletas oficiales para poder llegar hasta los provinciales, ese era el motor.
Había que comprar los elementos y empezar a soñar, y como mencionamos en el titular, Lucio fue un luchador, el grupo no se rindió, vendieron pizas, rifas, y demás actividades hasta juntar el dinero y realizar la compra de materiales de trabajo, lo que parecía imposible comenzaba a tomar forma.

Tras decidir representar a La Matanza, llegaron los primeros provinciales en Mar del Plata, las primeras medallas como atletas oficiales, representando a la Asociación Olímpica, comenzando a cumplir el sueño. Lucio tuvo sus logros más importantes para Pringles siendo pre seleccionado para la selección nacional en categoría cadetes, el primer pringlense se en llegar a la final clasificatoria de la Provincia de Buenos Aires para los Juegos Evita.
Deportivamente, su ultimo logró fue la convocatoria del cuerpo técnico de la federación bonaerense a un campus internacional en el CENARD, estando presente en la inauguración y alentando a sus compañeros en los juegos olímpicos de la juventud.
Durante el año pasado, tras la partida del entrenador Pablo Carranza a la ciudad de Coronel Suarez, fue Lucio el que se cargó la responsabilidad al hombro, continuando con las clases de la escuelita en Pringles, demostrando tener una gran personalidad y responsabilidad.
Pese a su pronta partida, el joven llegó a ganar varios torneos provinciales, logrando el año pasado ser cinturón negro, este año planeaba realizar junto a Pablo Carranza el curso de coach provincial y en su mente estaba la idea de construir una escuela propia para dar las clases de taekwondo, a dúo con Carranza.
Lucio fue un chico muy alegre, pese a su corta edad, vivió mucho. Con su música solía alegrar al resto en los campamentos, también fue un luchador por los derechos de los estudiantes, la escuela pública, una maravillosa persona, noble, humilde, alegre y muy positivo. Doloroso adiós a Lucio, un luchador que hoy descansa, nuestro respeto a su familia y amigos. MJH