La Parroquia despidió a Zacarías Nievas con un almuerzo

  El evento se llevó a cabo ayer domingo en el Campito Scout, con gran afluencia de asistentes que acompañaron al seminarista que regresó a Mercedes para continuar con su formación.

Zacarías Nievas recibió el apoyo y el cariño de numerosos pringlenses durante el año pasado que desempeñó actividades en la Parroquia Santa Rosa de Lima, junto al Padre Pedro Fournau y el Padre Carlos.
Dedicó unas palabras de agradecimiento a los asistentes al almuerzo, cuya afluencia desbordó las previsiones iniciales de los promotores.
Además recibió presentes, entre ellos, una bicicleta, que fue adquirida con lo producido por la venta de un bono contribución.

El domingo pasado, al finalizar la misa de 11 horas, el Diácono Permanente, Juan Carlos de Piazza, hizo entrega de un presente a Zacarías, señalando: " En nombre de la comunidad te entregamos algo que te puede servir de modelo y te puede ayudar muchísimo por lo que representa, un sacerdote elegido para el ministerio de su pueblo caminando junto a su pueblo, como pastor, como guía. Por eso, con ese deseo que seas un buen pastor, y en nombre de la comunidad, te entregamos este regalo (una imagen con la figura del Cura Brochero), ante el aplauso de la feligresía.
Zacarías agradeció el presente y destacó: "De la abundancia del corazón habla la boca", señaló repitiendo justamente una frase del evangelio que se leyó el domingo.
Y remarcó: " Voy lleno de la comunidad, y ayer un amigo fue ordenado sacerdote y cuando terminó la ceremonia de ordenación, le expresé que dijera tres palabras que sintiera en ese momento y fueron: piedad, identidad y gracias.
Y yo digo lo mismo. Piedad porque todo lo se mostró este año, no lo merezco para nada, fue todo gracias a Dios. Cada persona, cada habitante, cada momento que viví que solo no lo hubiera podido haberlo hecho. Eso es la identidad. Siempre con el matecito, el compartir, cada circunstancia que pude vivir, era como ir tocando a Dios con las manos. Íbamos al barrio, al colegio, a Cáritas…. Fui haciendo una identidad que Dios me la regala para todos ustedes. Por eso, gracias inmenso. Hemos realizado durante el año cantidad de cosas, y ahora a seguir caminando, para poder seguir hablando de Dios, con palabras, con gestos, con enseñanza, y con comida también, porque me voy con unos kilos de más", dijo risueño.

Y concluyó: "Gracias Señor por este año compartido, y sigan creciendo ustedes como comunidad. Recen mucho por mí por el camino que me queda realizar. Les prometo, que rezaré muchísimo por todos ustedes. Gracias a todos", reiteró haciendo el agradecimiento extensivo a nuestro Párroco y al Padre Juan Carlos, ante el caluroso aplauso de los presentes.

Todos reconocen la providencial mano de Dios como gestora del cambio y de la conversión. Pero sacerdotes faltan y trabajo es lo que sobra en una sociedad que cada día está más descreída, y donde las familias "rotas" y los jóvenes que no encuentran su lugar en el mundo son moneda más que común. El desafío existe, solo falta enfrentarlo.