Con una gran fogata se quemó al "Hombre Viejo" en Capilla San Pedro

El ritual religioso tuvo lugar el sábado pasado en el marco de las Patronales del citado templo, al término de la Procesión y la celebración Eucarística en la capilla.

Cada 29 de junio, después de haber recolectado y acarreado durante semanas toda clase de elementos combustibles, llega el momento culminante: los vecinos del barrio encendieron su "fogarata" ( o fogata como popularmente la denominan).

La "fogarata" es un rito religioso y conserva ese carácter aun cuando quienes la preparan, la encienden y la disfrutan en esa noche mágica, ignoren lo que en ese día se conmemora y celebra.
Para los cristianos, el 29 de junio es la fiesta de San Pedro y San Pablo, el primer Papa y el gran Apóstol de los Gentiles.
Según la tradición, ambos fueron ejecutados alrededor del año 67, por orden de Nerón. Pedro fue crucificado cabeza abajo según su deseo, por considerarse indigno morir como su maestro. Pablo fue conducido a Ostia, y allí fue decapitado.

Por tal motivo, en Capilla San Pedro, ubicada en calle 59, entre Boulevard 13 y Brown, el sábado pasado, se celebró como todos los años para esta fecha, la Solemnidad de San Pedro y San Pablo, en el marco de las fiestas patronales de la citada capilla.

El día gris y lluvioso, no impidió que numerosos feligreses se acercaran para participar de la Procesión, que por el mal tiempo se desarrolló solo en la manzana del barrio, con la imagen de San Pedro.
A su término, el Padre Fournau, celebró la Santa Misa en la capilla, que se vio colmada de asistentes.

Al concluir del oficio, en el exterior de la capilla, se procedió al encendido de la fogata, donde niños, jóvenes y adultos, principalmente niños de catequesis de la capilla y vecinos del barrio, arrojaron al fuego papeles escritos con todo aquello que querían eliminar de sus vidas, para que nazca así el Hombre Nuevo, destruyendo todo lo negativo.
Para finalizar, se sirvió en el salón de catequesis de la capilla, un exquisito chocolate caliente con tortas, que menguó en parte el frio de la noche.
Como todos los años, se vivió un momento mágico, para disfrute de los más pequeños y adultos, en virtud que el sentido de la quema del Hombre Viejo, representado por un muñeco realizado por catequistas y chicos de la capilla San Pedro, es una invitación que nos hace Jesús a vivir como hombres nuevos", y "como dice San Pablo: el hombre viejo es del que hay que ir desprendiéndose".