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UNA ACTIVIDAD EN ALZA

La provincia de Buenos Aires recupera su producción ovina

12/07/2019
La provincia de Buenos Aires recupera su producción ovina

En los últimos años se evidencia un incremento de las majadas en el sur bonaerense y en las zonas netamente ganaderas. La Ley Ovina, el Programa provincial, el sistema Prolana y la sequía que soportó la región hasta 2010, las claves del resurgimiento.


La recuperación de la producción ovina en la provincia de Buenos Aires es lenta. Pero es. Y eso es lo que debe valorarse, porque hasta mediados de la década pasada la sangría lanar fue tan característica de los campos bonaerenses como la agriculturización. El escenario empezó a cambiar a partir de 2010, cuando finalizó una sequía que había comenzado un lustro antes. Así, mientras que fue desplazada por completo de las zonas agrícolas y en muchas geografías ganaderas, en los últimos años las ovejas empezaron a recuperar hectáreas en los campos del sur bonaerense, evidenciando un lento pero continuo repoblamiento de viejas zonas ovejeras. Así lo aseguró el ingeniero pringlense Jorge Pennini, coordinador del Prolana para el Ministerio de Agroindustria de la provincia de Buenos Aires.
Si bien el ovino está tomando impulso en todo el territorio bonaerense, el fenómeno es más notorio en la parte centro - sur. En cuanto a las causas que generaron el proceso de resurgimiento lanar, Pennini indicó: "Por un lado está la Ley Ovina que a través de sus créditos motiva mucho para que compren ovejas, con créditos muy blandos de siete años con dos de gracia, beneficios que no ofrece ninguna otra actividad productiva. Eso le permite a aquel que quiera iniciarse pueda hacerlo, y también posibilita que el productor que ya tiene su majada pueda mejorar su producción".

 

También está jugando un papel fundamental el Programa Prolana, un sistema de calidad de lanas impulsado desde la Nación e implementado por la Provincia. "El sistema consta en una esquila suelta sin manear, el acondicionamiento y un enfardelado de las lanas y una prensa, con fardos de 100 y 200 kilos, con nylon. Lo que se hace es mejorar la calidad de las lanas", explicó. A esto se le suma, también como parte del Programa Ovino bonaerense, la conformación de Centros de Acopio en distintas zonas para defender mejor el precio del producto. "Hoy están funcionando en Carmen de Patagones, Villarino, Coronel Pringles, San Cayetano y Bahía Blanca, y con estos centros se logró mejorar la producción y la rentabilidad de la lana, y a partir de eso también el productor retiene más borregas o en algunos casos, compre nuevas ovejas", contó.
"La experiencia que tuvimos en Pringles respecto a la comercialización de la lana fue muy positiva. A partir del Prolana y de conformar un centro de acopio logramos duplicar el precio del kilo", dijo Pennini. "Esa lana clasificada se ofrece a licitación a las firmas compradoras.
Toda la mercadería que entra al Centro de Acopio tiene análisis y se hacen lotes", describió. Tan positivo resultó el sistema de venta al momento de ponerse en marcha hace siete años, eran 15 los productores agrupados en el Centro de Acopio pringlense, y ahora hay más de 150. El tercer sostén del impulso lanar, paradójicamente llega de la mano de la soja. "Está dejando de ocupar muchos sectores y ya no abarca, en ciertas zonas, superficies tan importantes. Entonces el ovino y el vacuno, es decir, la ganadería en general, está recuperando lugar", comentó el ingeniero que recorre mensualmente los distintos establecimientos bonaerenses en los que hay ovejas.

 

Sequía patagónica
A esas razones hay que sumarle lo ocurrido a mediados de la década pasada, cuando una intensa seca castigó a las provincias de Río Negro y Chubut y provocó que las enormes majadas que habitan esa región no tuvieran pasto para comer. A eso se le sumó en zonas específicas el efecto de las cenizas, que terminaron tapando el poco forraje que quedaba en pie. Ante este escenario, y mientras aumentaba la mortandad de ovinos, muchos productores prefi rieron cargar los animales y sacarlas de la región afectada.
La mayoría eran raza Merino, que es más lanera que la Corriedale, la oveja doble propósito que más habita en Buenos Aires. Está dicho, a la desgracia ajena, el gobierno bonaerense le sumó sus propias virtudes para empezar a potenciar una actividad que estaba seriamente amenazada por el avance de la agricultura.
El Programa Ovino provincial, en el marco de los beneficios que otorga la Ley Ovina nacional hizo que la oveja, se presente como una opción sólida de diversificación sustentable y mejora de la rentabilidad para pequeños productores, y para la ocupación de zonas de secano en el sudoeste y sur de la provincia. Entonces, si bien está claro que en zonas agrícolas la oveja no puedo competir con los números de los cultivos, en los campos con más aptitudes ganaderas como Indio Rico, Coronel Pringles, Coronel Dorrego y parte de Tres Arroyos, la producción ovina tiene similares márgenes que la ganadería vacuna.
Un muy buen ejemplo de un campo mixto en el que la oveja es rentable es el establecimiento Sausalito, propiedad del jefe de Gabinete del Ministerio de Agroindustria, Jorge Srodek, un ovejero de toda la vida. "Más allá de mi tradición lanera, hoy sigo teniendo ovejas sencillamente porque es un excelente negocio. Lo que a mí más me interesa es recrear la cultura del ovino, sobre todo en esos productores que no tienen ganadería vacuna y no les alcanza la plata para volver a las vacas.
Les sugiero que hagan los números y vean que las ovejas siguen siendo una alternativa interesante, en particular en nuestra región", comentó el productor agropecuario que trabaja campos en el partido de Coronel Dorrego.

 

Volver a ser
A partir del impulso que tomó la producción ovina, el partido de Coronel Pringles se puso a trabajar para recuperar el título de "capital de los lanares" que ostentó hasta la década del '70, con más de 1,7 millones de cabezas. "En la actualidad, la majada, entre lo declarado y no declarado, ronda los 500 mil animales.
Estamos muy bien posicionados y después de Patagones somos el distrito con más ovejas de la provincia", comentó Oscar Rossi, director de Producción pringlense. "Lo relevante es que el número de ovejas sigue creciendo y la actividad viene recuperando terreno poco a poco, pero en forma sostenida. Eso se debe a las políticas que se han mantenido a lo largo del tiempo", agregó. En este contexto, el municipio decidió recuperar una fiesta popular, luego de que hace alrededor de una década dejara de realizarse la Fiesta de los Lanares.
Así fue que para el 25 de mayo organizó la Fiesta Patria del Ovino. "La oveja fue la protagonista exclusiva de la celebración, y nos orientamos hacia lo gastronómico, que siempre es algo que convoca. El escenario fue el predio que ocupa hoy la Dirección de Producción y donde décadas atrás funcionó el Matadero Municipal, obra del gran ingeniero arquitecto ítalo ar gentino Francisco Salamone. La atracción principal fue el patio de comidas, en el que instituciones locales presentaron distintos platos a base de carne ovina: cordero al disco, cordero arrollado, empanadas, hamburguesas (aptas para celíacos) y choripanes. En el Aula Taller Móvil que instaló el Instituto Nacional de Educación Tecnológica, se dictaron clases de cocina en vivo y se realizaron degustaciones de productos locales.
Dos actividades que no podían faltar en una fi esta de este tipo fueron la esquila y las destrezas con ovinos. La intención es repetir el evento el año que viene y así acompañar el regreso de la oveja a los campos, sin dudas una gran noticia.

 

 

Radiografía de la producción nacional

La Argentina cuenta aproximadamente con 118.187 establecimientos agropecuarios con una existencia de ovinos cercana a las 14.864.321 cabezas (Senasa 2016), los que se encuentran estratificados de la siguiente manera, teniendo en cuenta la regionalización propuesta por la Secretaría de Agroindustria Nacional: Región Patagonia con 12.681 unidades productivas (10,7%) con 8,86 millones de cabezas, (59,6%); Región Centro con 45.298 unidades productivas (38,3%) con 2,7 millones de cabezas (18,3%); Región NEA con 37.288 unidades productivas (31.6%) con 2,1 millones de cabezas (14,2%); Región NOA con 16.871 unidades productivas (14,3%) con 924 mil cabezas, (6,2%) y Región Cuyo con 6.049 unidades productivas (5,1%) con 246 mil cabezas (1,7%).
La región Centro, donde se encuentra ubicada la provincia de Buenos Aires, es el territorio con mayor cantidad de unidades productivas ovinas y la segunda región en cuanto a número de animales. Hoy el apoyo brindado por la Ley Ovina Nacional al sector condujo a una progresiva mejoría de la actividad, haciéndola más visible y pasando de 1,4 millones de cabezas en 2002 a casi 2 millones de cabezas formalizadas (1.985.039 - Senasa 2016).
Del mismo modo hubo un aumento del número de unidades productivas (UP) pasando de 11.426 (CNA- 2002) a 25.111 (Senasa-2016), "duplicándose el número de UP en la provincia en este período". Las majadas comerciales bonaerenses están radicadas en la "Depresión del Salado", "Sudoeste" y "Mar y Sierras".
En el año 2015 los partidos involucrados en dichas regiones sumaron el 87,5% del stock ovino de Buenos Aires. En la provincia de Buenos Aires, existe un 97% de UP que posee menos de 500 cabezas, representando casi el 68% del stock ovino provincial, mientras que el 3% tienen más de 500 y concentran el 32%.

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