"La hacían gritar como un cordero"

El fiscal dio algunos detalles de los escabrosos mensajes entre la imputada y un amigo (Espié), que dio lugar a la acusación de la pareja por el crimen. Viego solicitó prisión perpetua por homicidio agravado

"El defensor de cada uno de ellos (de los imputados) manifestó que el autor fue el otro" comenzó el fiscal, haciendo una breve reseña de los elementos testimoniales.
"Frandsen, a cargo de DDI de Pringles, nos hizo un esquema de cómo sucedieron los hechos. Entre los elementos secuestrados en la casa de la pareja había llaves con las que se podía abrir el domicilio de la víctima".
Habló sobre el testimonio de un testigo del allanamiento, en el cual Andrés Pontaut no paraba de hablar.
"La policía frenaba a Pontaut para que no hable. Lo hicieron muchas veces y él seguía hablando. El testigo señaló que en la casa de la pareja se encontraron zapatillas quemadas, las llaves y otros elementos".

"La madre de Andrés Pontaut tenía sospecha de Suárez y describió el auto ese día en el lugar del hecho, y estaba vacío".

Viego mencionó además que a la pareja se la acusó por otra causa (un hurto de teléfono) donde utilizaron un modus operandi similar, ingresando ella con un cuchillo y el a los golpes.

"Moraga (policía), contó cómo se acercó Espié a aportar datos, por temor a quedar como encubridor por los mensajes con Suárez. Reconoció intercambio de mensajes y contó la mecánica del hecho".

Aquí el fiscal Viego hizo hincapié que en la declaración testimonial a Espié (quien se mensajeó con la imputada horas después del crimen), explicando que hubo que sacarle cosas que no recordaba, esta vez dijo que quien degolló a Tuta fue Suárez, y en las declaraciones en fiscalía había dicho que había sido Andrés Pontaut el autor del crimen.
"Llamativamente ahora solo se acuerda de algunas cosas" dijo Viego. "Que cuando la degollan, Andrés estaba en la cocina. Pero, intentando defender al imputado, Espié dijo que Pontaut había tomado droga para tomar coraje. ¿Coraje para hacer qué? Esa declaración no ayudó mucho".
Dijo que Espié termina reconociendo que el motivo principal es por herencia y que la pareja buscaba una caja en casa de Tuta; y que cuando declaró el hijo de Suárez, alguien influyó para que declare en contra de su madre.
Refirió a la autopsia realizada al cadáver de Tuta, donde por orden cronológico las heridas fueron en el pecho y el cuello; que el cuchillo en el pecho provocaba sufrimiento pero no salía sangre.
Explicó las declaraciones del personal de policía científica con los elementos encontrados en casa de la pareja, más lo descripto por el oficial Erro y el hallazgo del testamento.
"En el testamento, la propia víctima dice que sus padres fallecieron, que era soltera y no tenía herederos forzosos. ¿Cómo iba a legar sus bienes? A Andrés Pontaut le tocaban hectáreas y una cochera en Bahía Blanca, y a su hija discapacitada un departamento en Buenos Aires y su casa. El más beneficiados del testamento -del año 2014- era Andrés Pontaut y su señora".
"Aparte de tenerle bronca (a Tuta), el principal motivo era la herencia" señaló Viego respecto al móvil del crimen.
Dijo que las declaraciones de la vendedora de los guantes de látex fueron genuinas y que en el intercambio de mensajes entre Suárez y Espié, la imputada dice "no tienen huellas".
"Existió un plan común, premeditado" concluyó el fiscal. "Ambos son coautores, Andrés tenía la llave de casa de Tuta. Fueron a atacarla cuando la mujer estaba sola y Andrés cerró la ventana. De antemano fueron con un cuchillo, revolvieron toda la casa. Ambos participaron en la agresión física, escondieron y quemaron pruebas" mencionó.
Señaló que la declaración de la imputada se contrapone con toda la prueba, y que Suárez lo hizo para desacreditar a testigos; negando que se haya bajado del auto o el contenido de los mensajes (que está agregado documentalmente).

"En esos mensajes, dice que Andrés está declarando y a ella no la habían citado. Andrés Pontaut estaba aprehendido y no podía mandar esos mensajes. Es clara la posición de desacreditar al testigo (por Espié) porque da detalles escabrosos del contenido de los mensajes".

El fiscal Viego mencionó uno a uno los agravantes, criminis causa porque el homicidio "se cometió procurando la impunidad de apoderamiento en la casa de Pontaut". Alevosía por la indefensión de la víctima, ensañamiento por los excesos que implicaron sufrimiento innecesario a la victima a la hora de matarla, que se desprende de los mensajes. "La hacían gritar como un cordero" dijo Viego.
El ultimo agravante mencionado fue la codicia, "Está claro que conocían el testamento. Es el nexo necesario de Pontaut para hacerse de esa herencia".

"La prueba es más que contundente y se reúnen los requisitos para que prosperen agravantes. Solicito la pena de prisión perpetua" finalizó.

A su vez, luego de los alegatos de los defensores, el fiscal volvió a tomar la palabra para responder, indicando que los mensajes (entre Espié y Suárez) no son truchos, y que la persona que fue la primera en ingresar al domicilio de Tuta y encontrarla muerta fue el hijo de Pontaut.

También hizo hincapié en que Pontaut escuchó a Tuta pidiéndole ayuda y no se la prestó, además que se autoincriminó diciendo "Tuta me tenía podrido".