Un fin de semana distinto en la ciudad

El fin de semana la ciudad se vistió de Fiesta. Sí, así con mayúsculas. La cantidad de propuestas fueron tan numerosas, que parecía imposible que la gente pudiera disfrutar de todas ellas. Error. Todos los acontecimientos tuvieron un buen margen de púbico, aunque un buen número no se pudieron cubrir, por la imposibilidad que tienen los medios de estar en dos o tres lugares distintos a la misma hora, o separados por la distancia

Así los pringlenses se les presentó un menú de ofertas sociales: Desde Moteencuentro, con más de 200 motos de distintos puntos del país, hasta el fiesta del egresado 2019, en instalaciones del Fogón de los Gauchos, Noche de Bandoneón, en el Club Roca, la presentación del grupo IDAN en el Auditorio de Casa del Bicentenario, la 45º edición de Rally, durante tres días, organizada por la Asociación de Rally Coronel Pringles, con la participación de 84 binomios, el almuerzo en La Paloma, por el día de la tradición, la cena baile de la Peña Amigos de la Tercera Edad…. Y muchas otras actividades que le dieron a la Ciudad, esa alegría, ese movimiento como hacía mucho tiempo no se veía y sentía, en una hermosa postal donde comercios, hoteles, confiterías, restaurantes, trabajaran a full.

Ver a familias enteras, disfrutando de las propuestas organizadas por distintas instituciones, nos demuestra que existen momentos que el ser humano necesita de esa dimensión festiva, porque si la vida humana se agotar en el trabajo, no tendríamos el canto, la música, la danza, el compartir con otros una cena, un encuentro deportivo….

En nuestro recorrido por los distintos eventos, algunos sin poder cubrir por falta de tiempo, o desarrollarse en el mismo horario, (a los que pedimos nuestras disculpas), vimos una ciudad feliz, alegre, gente aprovechando al máximo las posibilidades que les brindaban, y compartiéndolas

Platón dice que la fiesta es un "respiro", porque interrumpe la dureza del trabajo cotidiano, y esa palabra nos revela con fuerza por qué necesitamos tan intensamente de lo festivo: sin la fiesta, nuestra existencia no tendría respiro, no tendría pausas vitales.
Si la vida humana se agotara en el trabajo, probablemente la historia no nos mostraría todo lo existente. El valor de la celebración, no está en las cosas, sino en la presencia de las personas, de su amor recíproco, de la alegría que esas presencias producen
De allí, esta nota, dedicada a toda esa gente que acompañó todas las propuestas que se organizaron el fin de semana pasado, e hicieron de la ciudad, un fin de semana distinto, alegre, feliz, con actividades para todos los gustos y todas las edades.