"Aprendes a valorar y compartir con la gente"

Braian Fernández es un joven pringlense -como muchos más- dedicados al voluntariado misionero, con la premisa de ayudar al prójimo. Aquí relata su misión en comunidades mapuches del Chubut

"Del regalo de vivir
cada día enamorarse.
Agradecer y honrar el tiempo,
disfrutar a cada instante.
Llenar de vida la vida,
es lo importante a conseguir."

Un texto de Braian Fernández resume en parte su experiencia de vida este último año, con su voluntariado en las comunidades mapuches del Chubut, Telsen, Gan Gan y Gastre.

En estas comunidades pequeñas, de unos 300 habitantes cada una, dedicadas a las labores campestres, con aldeas escolares y en parte ausentes de servicios esenciales, está el joven pringlense, en busca de repensar su vida.

Braian, dejó sus estudios en La Plata para dedicarse de lleno a esta vida, para brindarse y entregarse a los demás, un estilo de vivir que no dudó en ningún momento.

"Cuando estaba estudiando en La Plata (estudiaba Educación Física), conocí a los salesianos, una congregación de la Iglesia Católica. Surgió la posibilidad de hacer esta experiencia, el voluntariado y no lo dudé. Dejé todo y me vine al sur".
En estos poblados mapuches, hay aldeas donde los chicos reciben educación. Braian comenzó su estancia en Trelew, viajando a Gan Gan donde permaneció desde marzo hasta junio del año pasado. Ahora su labor la desarrolla en Gastre.

"Generamos actividades para chicos y grandes. Ayudamos también a través de los programas de PAMI, repartimos los bolsones de alimentos y la leña para el invierno.
Es un estilo de vida, una forma de cómo uno quiere vivirla. De chico participe de la parroquia y grupo misionero, a medida que fui creciendo fui queriendo entregarme a la vida de las demás personas".
En el medio de ello, Braian se dedicó al futbol, pero siempre este aspecto social lo atrajo.

"Estando en La Plata fui descubriendo otras formas de vida, conociendo gente más vulnerable y quise hacer esto. Ni lo dudé. Además, una forma de querer vivir así y repensarme, ver que es lo que quiero" señaló.
Circulando por las mesetas del Chubut, el pringlense se adapta a una vida diferente.
"De martes a jueves estoy en Trelew concurriendo a una escuela salesiana y por la tarde vamos a los barrios, asentamientos de familias que han tomado un terreno y se han hecho su casa de chapa para poder vivir. Charlamos con la gente, tomamos mate y nos interiorizamos de la realidad que están pasando".

"Los fines de semana (de viernes a lunes), vamos a los campos, a las mesetas. Vivimos con los sacerdotes, nos levantamos, hacemos el rezo y dependiendo de lo que haya que hacer arrancamos el día" agrega.

Además de las actividades sociales, se realizan actividades religiosas, y en este año se pudo dar la comunión y confirmación a unos 6 niños.
"Hacemos actividades de capilla, oratorios y juegos para los niños. Con merienda, catequesis, encuentro de adultos denominados ¨mateando con Dios¨. Charlamos de la vida y en torno al evangelio".

Las comunidades mapuches, afrontan también un crudo invierno (las temperaturas han llegado a -20 grados), y a la espera de la leña proveniente de PAMI.
"Acá tardan un poco más las cosas, por ejemplo, el mes pasado se entregaron los bolsones de alimentos correspondientes de julio a septiembre; y el proyecto de leña se empezó a tramitar en marzo, y recién llegó en el mes de agosto".

"También está un inconveniente con una empresa minera de plata y cobre, que quiere explotar las tierras cercanas. Los pobladores defienden la tierra y no quieren que se instale la empresa por temor a la contaminación del agua. La iglesia apoya al pueblo y está a favor de ese reclamo".

FINALIZACION DEL VOLUNTARIADO Y CONTINUIDAD EN BAHÍA BLANCA

"Año de "desierto", año profundo, año de búsquedas, año de cuestionamientos, año de deconstrucción, año de mucha vida compartida, de aprendizaje, de morder polvo, de crisis, de salida, año de muchas preguntas y alguna que otra certeza... Año vivido con intensidad y donado para otros y otras" …

La experiencia del voluntariado misionero finaliza el 26 de enero para Braian, quien decide seguir con estudios al respecto en Bahía Blanca.

Para ello, concurrirá a Casa Emaús (casa salesiana), para pensarse vocacionalmente para la vida religiosa.
"La única certeza es que quiero que mi vida sea así. Después, sea sacerdote, laico, voluntario o misionero, solo Dios lo sabe".

"Este año fue un aprendizaje constante de un montón de cosas. Se aprende a vivir con lo mínimo, sin comodidades. Vas aprendiendo de la vida del campo, de gente que vas a visitar en medio de las sierras y te reciben con mucha generosidad.
Se valora el encuentro y compartir con la gente, entiendo que quiero que mi vida sea así, entregada a otros" sintetiza el pringlense que en este último año volvió a su ciudad natal sólo para permanecer unos días en vacaciones de invierno, y para las fiestas de fin de año.

"Agradezco a mi familia, mamá, hermanos, que me apoyan siempre. Están felices de verme feliz a mí, entendiendo que quiero vivir así de esta manera".

Y para destacar, en Pringles somos muchos los que hacemos estas cosas desde diversos puntos.
Hay chicos que estudian y trabajan y se hacen un tiempo para estar en los barrios, para ayudar en lo que haga falta, sean de la iglesia o no.
El punto está en ayudar a otros más allá de la ideología" finalizó.

ROGELIO GÓMEZ - EL ORDEN