Pandemia: historias de pringlenses que viven en otros paises

Oriundos de nuestra ciudad que tienen sus hogares en, Italia y Japón, cuentan cómo se vive el día a día en sus poblaciones. Medidas, aciertos y desaciertos de una situación límite que nos afecta a nivel global.

Recluidos en sus hogares, adaptándose a las medidas dispuestas por los gobiernos de los países en los que viven, lejos de sus familias y lugares de origen y leyendo las noticias de Argentina por internet o a través de mensajes de WhatsApp, con incertidumbre y también reflexiones, así pasan sus horas muchos pringlenses que alguna vez cruzaron las fronteras en busca de un futuro mejor o con otras motivaciones personales.
La pandemia marca el minuto a minuto; el aislamiento y otras medidas, la cantidad de vidas que se salvan o pierden.

DIEGO LEOZ (FILOTTRANO, ITALIA): "TEMO MÁS POR ARGENTINA QUE POR ITALIA"

Diego Leoz vive en Italia desde 1991, en Filottrano, una ciudad de unos 10 mil habitantes, en la provincia de Ancona, región de Marche (con una población de 1,5 millones de habitantes) en el centro de el país, sobre el Mar Adriático.
Está aislado en su hogar con su mujer Mascia y su hijo Filippo. "Mi región es la quinta por cantidad de contagios", dijo.
Indicó que el aislamiento se cumple porque el gobierno cerró todo. "Mi hijo cursa la secundaria pero a fines de febrero cerró la escuela, como mínimo, hasta el 3 de abril", comentó.
"No se puede pasar de un lugar a otro, se suspendieron visitas médicas y todo lo que no es urgente. Es inútil que salgas de tu casa porque adonde vayas no hay nada. No podés ni hacer ni recibir visitas", narró.
Las salidas son con máscaras y guantes y respetando la distancia. En los supermercados se entra de a grupos de 20 y en la farmacia la gente espera su turno en la vereda.
"Está abierto todo lo que sea de primera necesidad y no hay desabastecimiento. Tenemos 5 supermercados y están abiertos", destacó.
"La situación nos afecta mucho en lo económico. Tenemos un restaurante y desde el 10 de marzo estamos cerrados. No hacemos un facturado importante con el delivery. Además gestiono entregas y garantías de electrodomésticos de una empresa que también cerró", contó.
"Tengo a mis hermanos, sobrinos, tíos, primos y mi papá en Pringles y amigos desparramados por toda la Argentina. Es muy preocupante. Tengo más miedo por Argentina que por Italia, sinceramente", dijo.

ORLANDO ALMONACID (NARITA, JAPÓN): "EN JAPÓN SON MUY ORDENADOS, NO SE VE LO QUE SE VE EN ARGENTINA"

 Japón, una potencia que se levantó de diversas catástrofes, marca la diferencia en el comportamiento y la conciencia de su gente para luchar contra el coronavirus, y un oriundo de nuestra ciudad radicado en la ciudad de Narita, refiere un escenario de calma y casi total actividad.

Se trata de Orlando Antonio Almonacid quien, en diálogo vía WhatsApp con ANDigital, describió un Japón donde la organización y la disciplina de sus más de 130 millones de habitantes transitan esta pandemia con responsabilidad, maximizando las precauciones en un sistema de salud que funciona muy bien.

Según Almonacid, la diferencia con la Argentina es que, al igual que en otros países asiáticos, "a la gente cuando se le dice 'esto no lo hagan', no lo hacen", y las obligaciones que marca la difícil coyuntura son cumplidas al rajatabla, sin que el Estado deba intervenir permanentemente.

Al analizar el porqué del comportamiento de esa sociedad, el pringlense afirma que los japoneses están acostumbrados a manejarse en crisis y catástrofes, y recordó las guerras que atravesó el país del sol naciente, las bombas atómicas, varios terremotos y tsunamis, entre otros desastres que sufrió el pueblo nipón.

De acuerdo a la información que ofreció Almonacid, dueño de una pequeña empresa exportadora de vehículos en ese país, el coronavirus deja al día de hoy (por este lunes), 1046 infectados en todo Japón, con 41 fallecidos.

"La situación aquí no es caótica como en la Argentina -dijo-, allá los noto desesperados, obvio que no es un tema para tomarlo a la ligera", aclaró, y resaltó que ello es así "por el hecho de que están un poco más acostumbrados a los desastres naturales y toman las cosas con un poco más de tranquilidad y en orden".

Sobre este tema ve en nuestro país desesperación por entrar a los supermercados y arrasar con lo que tengan: "En Japón son muy ordenados, no se ve lo que se ve en Argentina y otros países por ir a comprar todo de golpe", completó.

Respecto a cómo se puede mover la población en esta pandemia, señaló que "no hay restricciones para salir de las casas, en su mayoría van a trabajar, hay actividad en los negocios y la gente lo toma con mucha calma; si bien están los aislamientos voluntarios, el gobierno dio a entender que cuanto menos se saliera el contagio iba a ser mucho menor".

"La gran mayoría de la población en Japón va a trabajar y los trenes no van tan abarrotados como se veía", señaló. La causa: una fuerte baja en el precio de los combustibles alienta que la gente se movilice más en sus vehículos particulares y no en transporte público, para evitar contagios.

Sí destacó que se han cancelado eventos que aglomeren a más de 100 personas, actividades deportivas y también se estaba estudiando cancelar los Juegos Olímpicos de este año, que a priori se realizarían en Tokio.

Almonacid subrayó el orden respecto de cómo se mueve la actividad comercial en los supermercados, con una desinfección permanente del lugar y de los elementos que tocan los circunstanciales clientes para disminuir el riesgo de contagio de coronavirus.

"Hay personal dentro de los supermercados que están con un spray de alcohol, guantes, máscara y una toalla, observando todo el tiempo dónde se mueve la gente, qué toca y qué agarra, para desinfectar el lugar donde se movieron los compradores", concluyó.

FUENTES: LA NUEVA Y ANDIGITAL - ROGELIO GÓMEZ - EL ORDEN