Juanita merece vivir

Cuando Ivana estaba de 26 semanas, decidió junto a su esposo realizar una ecografía 5D para conocer a su hija. A pesar de no tener mutual pensaron que valía la pena poner sus ahorros en este estudio. Cuando nació su pequeña de seis años las ecografías quedaron en el Centro Municipal de Salud y esta vez querían tener un recuerdo de la gestación. 

Ivana está convencida que Dios quiso que fuera así, porque cuando concurrió a realizarse el estudio, recibió la noticia de que la bebé tiene hipoplasia del ventrículo izquierdo con atresia mitro aórtica. 

El médico que la atendió pudo ver la patología e informarlo de inmediato. "En la mayoría de los casos no se conoce el diagnóstico hasta que nacen. El doctor Rodríguez Forgues fue quien descubrió lo que pasaba; me dijo que no me asuste, pero que veía algo raro. Luego me pidió que fuera enseguida a buscar los resultados y cuando vi el informe por primera vez leí hipoplasia del ventrículo izquierdo", sostuvo. 

Ivana no se quedó llorando, decidió seguir adelante y por recomendación del médico que hizo el diagnóstico fue a Bahía Blanca a realizarse un estudio más específico, un electrocardiograma fetal que confirmó que "la cardiopatía que tiene nuestra hija es severa, muy grave y es una de las causas por la que más nenes mueren en el mundo, especialmente porque no es detectada a tiempo". 

A partir de las averiguaciones y consultas que realizó, indica que "son bebés que los primeros días de vida y los primeros meses necesitan cuidados muy especiales; una máquina para respirar, una droga para vivir". En Bahía Blanca me explicaron cómo era la patología, lo difícil que iba a ser y nosotros así y todo decidimos continuar". 

Incertidumbre 

Ivana está corriendo detrás del tiempo. Para cualquier madre los últimos días son de espera, ansiedad, preparativos. Para Ivana son de incertidumbre y necesita una respuesta. En este sentido, LA VOZ DEL PUEBLO se contactó con el Ministerio de Salud de la provincia y explicaron que buscarán dar ayuda a la mamá ante esta situación difícil, por lo cual se están interiorizando sobre el caso. 

Ivana ni bien supo el diagnóstico asistió al Hospital Garrahan porque tanto en Bahía Blanca como en nuestra ciudad le dijeron que allí estaban los mejores profesionales y equipos de cirugía, pero la noticia que recibió luego de hacer los estudios correspondientes fue que "la bebé no tiene chances quirúrgicas". 

Nada detuvo a Ivana, nadie detuvo a Juanita que quiere vivir, por eso, "con el papel que me dieron en la mano me fui a Bahía Blanca y pedí que me dijeran sí mi bebé podía tener chances quirúrgicas, pero los médicos coincidían en que el único Hospital que podía hacer esa intervención era el Garrahan, pero yo tenía el papel que decía que ahí no iban a operarla. Seguí buscando otra opción, fui al Hospital San José en La Plata donde después de hacer los estudios me dijeron que confirmaban el diagnóstico, pero que al nacer la iban a evaluar". 

Reflexiona serena, con la calma de la esperanza y dice "el mejor Hospital responde que no hay posibilidades quirúrgicas, otro que la bebé va a nacer y que la van a evaluar, la verdad es que necesito tener la certeza de que cuando nazca la bebé, algo se va a hacer y que no se la va a dejar. Quiero que se intente todo, si la bebé no lo aguanta me voy a quedar en paz y tranquila que se hizo todo lo que se pudo y no lo aguantó". La cesárea, en principio, tendría lugar en los primeros días de julio. 

La mamá explica que su necesidad es parir a su hija y en ese momento saber "a dónde van a llevar a la bebé y que la van a operar. El doctor Fellmann -en el primer diagnóstico en Bahía Blanca- dijo que la bebé siempre vivirá con la mitad de su corazón y por lo menos tendrá que soportar tres operaciones a lo largo de sus primeros tres años, seguramente cateterismos, medicación, pero para esto tiene que tener la chance de tener la primera operación que se llama Norwood". 

Ivana mira fijo a los ojos y con firmeza declama, "queremos que alguien tome el caso, que decidan operarla. Por ahora en el Hospital San Martín hicieron un ecodopler, otro estudio para medir la aorta, las venas y analizar bien la situación, la médica me pidió que me interne el 26 (de junio) porque si Juanita nace acá no tiene chances, necesito que alguien me dé una mano, me asegure dónde va a ir Juanita". En este contexto y según pudo confirmar este diario, se va a producir la intervención del Ministerio de Salud de la provincia. 

El embarazo cambió desde la semana 26, fue estresante, signado por viajes, estudios y luchas. Nunca fue una opción ni para Ivana, ni para su marido, menos para Naiquén dejar que Juana recorra solita este camino. No la sueltan, la amarran a ellos, la panza de la joven mujer la resguarda, pero falta poco, muy poco y Juana se juega la vida. Algo hay que hacer.