“Corrían todos asustados, parecía una película”

Una furgoneta atropella a decenas de personas en La Rambla de Barcelona en un atentado terrorista asumido por el ISIS.

Hay al menos 13 muertos y más de un centenar heridos, 15 de ellos se encuentran en estado grave. Además de la furgoneta con la que se ha perpetrado el ataque, hay otra que los agentes han interceptado en Vic.

Hay dos detenidos y se ha identificado a uno de los supuestos autores, Driss Oukabir, pero un hombre con esta identidad ha denunciado haber sido suplantado por su hermano. El conductor de un coche que arrolló a varios mossos en un control ha sido hallado muerto a tres kilómetros de distancia.

 Así relatan los medios españoles el atentado perpetrado en la ciudad de Barcelona, y a pocos metros de allí, a sólo 7 cuadras, una familia pringlense vivió el caos y el terror en primera persona.

“Hace un rato venían todos corriendo, asustados, todos por la calle huyendo. Parecía una película, es todo un caos y ahora estamos encerrados en el hotel, no dejan salir a nadie” relata Edgar Manesia, el pringlense que junto a su señora Guillermina Sorrivas y sus dos hijas se encuentran en Barcelona, ciudad a la que fueron de paseo, a visitar por unos días y en la cual el terror de ISIS los tomó por sorpresa.

 “El atentado fue acá a 7 cuadras del hotel” cuenta Edgar a Diario EL ORDEN, “si no hubiese sido por las nenas que estaban cansadas, quizá nosotros hubiésemos estado caminando por el lugar donde sucedió el atentado, ya que anoche pasamos por allí”.

 “Salimos, recorrimos varios lugares, vinimos al hotel e íbamos a salir de vuelta. Cuando salíamos, una mujer lloraba afuera del hotel, buscaba a su hija y su marido. Nos acercamos a preguntarle que le había pasado, y nos contó lo de la combi, el atentado, y que buscaba a su hija. Se le bajó la presión”.

 La policía se hizo presente en todos los lugares cercanos al atentado, y dieron la orden de que nadie circule por las calles: “Pasó la policía y nos dijeron que nos metamos adentro, que hubo un atentado. Así que estamos encerrados ahora (por ayer jueves) y no nos dejan salir. El atentado fue a 7 cuadras del hotel donde estamos, y a dos cuadras ya cortaron todas las calles” señaló el pringlense.

 Desde el balcón de la habitación del hotel, que da a la calle, Manesia y familia pudieron observar el caos generado al liberar los shoppings y los comercios para dejar salir a la gente: “Nos metimos en el hotel y tenemos el balcón que da a la calle, hace un rato venían todos corriendo, parecía una película. Eran los que habían liberado de los shopping y corrían asustados, era un caos, ahora no quedó nadie” relató Edgar.

 “La verdad, te asustas por tus hijos, es muy feo, y si  las nenas no hubiesen estado cansadas quizá hubiésemos estado en el lugar del atentado. Anoche pasamos por ese lugar justamente, y quizá hoy hubiésemos pasado nuevamente. Es un lugar típico esta rambla, y acá abajo del hotel siempre están llenas las confiterías, ahora no quedó nadie y está todo cerrado”.

 Edgar y su familia se habían trasladado desde Italia a España para pasar unos días de descanso. Mañana viernes tenían que emprender el regreso a Italia en automóvil, saliendo de una Barcelona que los recibió con la alegría de la rambla y las playas, y los deja con la experiencia amarga tras vivir este atentado.