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Realizó su primer vuelo en Aerolíneas Argentinas

Un orgullo para la aeronáutica local

Martín Suarez comenzó su carrera en el Aero Club pringlense, y el sábado realizó su primer vuelo como primer oficial de Aerolíneas Argentinas. Trabajó para pagar las horas de vuelo, y hoy tiene su recompensa

21/12/2017
Un orgullo para la aeronáutica local

Una historia sumamente interesante la de este pringlense que surgió del seno del Aero Club local, y se transformó en piloto comercial, llegando a ser parte de Aerolíneas Argentinas teniendo su primer vuelo el pasado sábado.

Martín Suarez tiene hoy 22 años, viene de una familia relacionada con la aviación, la pasión la tomó desde pequeño y no pasaron muchos años hasta que pudo hacer realidad lo que quería, ser piloto aeronáutico.

¿Cómo pasó de trabajar para un circo, a volar hoy un Boeing 737 de Aerolíneas Argentinas? Aquí te contamos la historia…

"Arranqué a volar a finales de 2011 y principios de 2012. Con 16 años y 9 meses -edad mínima que pide la ley para empezar a volar-, hice el curso de piloto privado, que son 40 horas. Después mi idea era ser piloto comercial, así que empecé a juntar las horas necesaria para eso, que son 200" cuenta el pringlense en plena mudanza a un monoambiente en Buenos Aires, lugar donde desempeña tareas para Aerolíneas.

"Ya desde chico quería volar, con mi papá en el Aero Club y siendo piloto privado, además mi tío es piloto de Aerolíneas y anteriormente volaba jets privados, solo tenía que esperar a poder hacer el curso cuando llegara a la edad mínima" agregó.

Martín fue haciendo horas de vuelo en el Aero Club local, realizando navegaciones, participando de festivales aéreos y vuelos de bautismo, utilizando la flota de aviones que no muchas instituciones del país tienen.
De allí partió a Buenos Aires a realizar la parte teórica de piloto comercial y sumar horas específicas, tanto de vuelo nocturno e instrumental, además de un curso de multimotor.
El examen lo rindió en Pringles, a través de un instructor, y en el Aeropuerto de Bahía Blanca completó los vuelos nocturnos.

"Al poco tiempo, gracias a un contacto de José Manuel Saint Martin -lapridense instructor en nuestra ciudad- conseguí trabajo en una empresa de Mendoza. Me dedicaba a hacer publicidad a parques de diversiones, circos, grandes supermercados, etc.
Estuve 2 años volando para un circo, con un monomotor liviano que tenía en el asiento de atrás un equipo de música potente para pasar audios publicitarios. Volamos en Mendoza y otras provincias, junté 800 horas de vuelo.
Ese fue mi primer trabajo, mi carrera la hice trabajando y sin tener que pagar las horas de vuelo que son muy caras".

Tras ese trabajo, Martín regresó a Pringles con un propósito: trabajar en aero aplicadores. ¿Las aerolíneas? Estaban muy lejos.

"Fui a Pringles y estuve trabajando de apoyo a tierra y haciendo un curso de aero aplicador, estuve toda la campaña trabajando pero no como piloto, ya que no vino el inspector y no pude rendir. Había decidido trabajar en ese sector, las aerolíneas hacía muchos años que no llamaban para incorporar personal" cuenta Martín.

Pero un día, el llamado de Aerolíneas Argentinas llegó, y Martín junto a otro pringlense, superaron distintas instancias para llegar a volar oficialmente en la empresa.

"En mayo salió un comunicado en Diario La Nación e internet, se abría el llamado de Aerolíneas, entre la documentación a presentar tenías que tener los siguientes requisitos: mínimo 21 años, ser piloto comercial con licencia de primera clase, multimotor, inglés, y pasaporte, entre otros.
En la primera selección, de 700 quedamos 200 pilotos, entre ellos estaba yo y otro chico de Pringles, Niels Jorgensen".

A partir de ahí, llegaron seis meses de estresantes exámenes teóricos, simulador, entrevistas, exámenes psicológicos, físicos. En agosto salió una lista definitiva, Martín había quedado en el puesto 21, y ahí cerquita también estaba el otro pringlense, Niels.

"No sabíamos cuántas vacantes había, primero entraron ocho, después a los 15 días otros ocho y en el tercer llamado entré yo. Niels también entró, en el cuarto llamado".

El contrato es provisorio por tres meses, de allí debían aprobar cursos teóricos del avión (Boeing 737), la parte de simulador -la más complicada-, y cualquier falla hubiese tirado por la borda el esfuerzo hecho durante tantos años.

"Hará unos 20 días, tuve el examen de simulador. Lo hice con un chico de Buenos Aires al que ya conocía, es mejor por el hecho de trabajar en equipo, y superamos la prueba exitosamente.
Ni bien terminamos el simulador, el 24 o 25 de noviembre, a los pocos días me salió la programación para el primer vuelo".

Y ese día llegó, el sábado pasado tuvo su primer vuelo con todos los condimentos que podía tener el "debut" oficial en la aerolínea. Tormentas, frente frío y lluvias que hicieron que deba desviar su camino y aterrizar en Montevideo. Lo que no es habitual que pase en pilotos que llevan años trabajando, le sucedió a Martín en su primer vuelo.

"Salimos de Aeroparque a Salta, con 138 pasajeros. A la vuelta -con 100 pasajeros a bordo- llegando a Rosario nos tomó un frente frío y tormentas. Quisimos entrar a Aeroparque y no pudimos, así que tuvimos que utilizar el desvío. Teníamos como alterativa Resistencia, pero elegimos Montevideo por cercanía.
En Uruguay, fueron arribando aviones de otros continentes, todos los que no podían acceder a Buenos Aires se desviaban allí. Aterrizamos y al final fue todo un tema con los pasajeros, el aeropuerto tiene pocas mangas, se largó a llover. A la noche nos quedamos ahí y al otro día regresamos a Aeroparque. El comandante me decía que no podía creer que me haya tocado un primer vuelo así. En 20 años en aerolíneas, me habrá pasado dos veces -me dijo-, a mí me pasó todo en el primer día".

Ahora, si bien está volando, lo hace con comandantes instructores y en cada vuelo es inspeccionado, rindiendo examen en ruta con pasajeros. Esto será así en un mínimo de 100 horas, hasta que el instructor opine que el piloto está para rendir la inspección en ruta, y ahí llegará un nuevo examen.

"El tema aeronáutica con los exámenes es bastante intenso, lógico al saber que se tiene en cuenta la seguridad de muchas personas. A partir del último examen, te liberan y empezas a volar como copiloto normal con comandantes diferentes".

AGRADECIMIENTOS

"Me han ayudado muchos, desde la gente del Aero Club que me bancó toda la vida, trabajando para pagar horas o hacer los vuelos de bautismo. Después José Manuel que me consiguió el contacto para el trabajo en Mendoza, a mi jefe que me bancó los dos años. Mi tío que me cobijó en su casa y me explicó en qué puntos hacer hincapié al estudiar, y obviamente a mi familia".

"Y no solo quiero agradecer, quiero aprovechar esta oportunidad para que los jóvenes se acerquen al Aero Club, sería lindo que se fomente la aeronáutica en Pringles.
Es una carrera que muchos no la conocen, si bien es cara, se pueden solventar las horas de vuelo trabajando y se puede hacer aunque no sea fácil.
En Pringles no somos muchos los que hacemos esto, sería bueno ir incorporando gente joven e ir logrando una renovación en el Aero Club.
Hoy está Matías Bustos buscando los medios para que esto cambie, es una carrera excelente y que siempre te da lugar, estaría bueno que la gente joven se acerque al club" cerró.

RG

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