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Ruta 51: un nuevo camino se empieza a despejar desde Pringles hasta El Divisorio

05/05/2019
Ruta 51: un nuevo camino se empieza a despejar desde Pringles hasta El Divisorio

La obra de intervención vial bonaerense más importante de la región superó el 85 % de avance. La inversión ya pasó los $ 575 millones.

 

La obra integral en los 35,3 kilómetros más trágicos de los últimos 10 años en la región cercana a Bahía Blanca están cada vez más cerca de concluirse.

   Se trata del tramo de la ruta provincial 51 que se inicia en la rotonda de acceso a Coronel Pringles y termina en la bajada de El Divisorio, donde hace dos años la empresa Vial Agro SA inició los trabajos y, tras agregados de acuerdo con la exigencia de la traza, se prevé la finalización para agosto venidero.

Un tramo concluido; solo faltan las señalizaciones horizontales y verticales.

   Los trabajos tienen un avance del 85 %.

   El contrato inicial de 427.504.018,37 pesos debió modificarse en alrededor del 9 % por nuevos ítems. A este mes de abril, la actualización de obra —ajuste por inflación— es de $ 575.699.000. La inversión se realiza con fondos del gobierno bonaerense.

   Los sectores de rectas están terminados, incluso algunos con la señalización horizontal. Hoy, el mayor número de empleados de la firma adjudicataria está concentrado en tres (de los cuatro) puentes y en el sector de El Despeñadero, dos enclaves estratégicos para bajar el índice de siniestralidad.

Pilotes listos para el puente sobre el arroyo El Diecisiete.

   “Se están construyendo los pilotes de los puentes del arroyo El Diecisiete, en el kilómetro 630, así como los que corresponden al arroyo Paretas, en el 637. En El Diecisiete también se realiza el ensanche de la alcantarilla del aliviador”, explicó el ingeniero Raúl Di Pietro, inspector jefe de la Dirección de Vialidad Provincial, en diálogo con La Nueva. 

   El cuarto puente que se debe hacer, y donde aún no se comenzó a trabajar, es el ubicado en el kilómetro 640, sobre el arroyo San Claudio. En este sector están incluidas tres alcantarillas.

 

Preparación para construcción del puente sobre el arroyo Paretas.

   En total, son 35 las nuevas alcantarillas que contiene la obra. “Varias han sido ampliadas hacia ambos lados. Algunas tienen 5 metros de alto por cuatro metros de ancho”, dijo Di Pietro.

   Las alcantarillas tienen un ancho de coronamiento de 15,30 metros, a excepción del sector de tres trochas de circulación, donde el ancho total será de 17,80 metros.

Se está construyendo un total de 35 alcantarillas.

   La obra incluye las alcantarillas en la intersección con la avenida 40 y las del sector suburbano entre la rotonda de acceso a Pringles y la ruta provincial 85.

   Un capítulo aparte está contemplado en la construcción de las terceras trochas, las que debieron extenderse —por necesidades propias de la obra— en casi 5 kilómetros respecto del plan original.

   Las terceras trochas son carriles adicionales para vehículos pesados en tramos con pendientes en ascenso donde, aún hoy en algunos sectores, se producen disminuciones de velocidad, en especial en camiones de escasa relación peso-potencia.

Uno de los sectores de recta donde se aprecia la extensión de 6,50 a 7,30m de la calzada principal, más 2,5m a cada lado. Total: 12,30m.

   La obra no es menor, ya que se trata de sumar longitudes de paso en sectores críticos y no solo por la geografía, sino por tratarse de un sector rodeado de rocas y en ascenso con curvas y contracurvas.

   Claramente se observan las modificaciones con las terceras trochas en el ingreso a El Despeñadero (desde Bahía Blanca), donde solo restan las señalizaciones horizontales y verticales y, en algunos tramos, la última capa de asfalto.

   La trocha adicional sobre el carril derecho ascendente será, ahora, por un tramo de 3,6 kilómetros (antes era de 2,8 kilómetros), desde el kilómetro 642,9 al 645,7.

Resulta notorio el desplazamiento de las formaciones rocosas en El Despeñadero, entre los kilómetros 642 y 646. El impacto visual ya es diferente.

   Para el caso de la trocha adicional sobre el carril izquierdo descendiente, se corrigió hasta 2.600 metros cuando originalmente era de 2.200 ms. Es entre los kilómetros 646,15 y 643,95.

   En este estratégico sector ya se produjo casi el 50 % de la excavación no clasificada. Aún resta el segundo proceso, así como la definitiva tarea de extracción de los restos de piedra, que deberá hacerse con personal y maquinaria específica.

La rotonda de La Tacuarita, donde habrá banquinas nuevas.

   La voladura del sector de roca en El Despeñadero es indispensable para la ampliación de las trochas, así como la reducción de movimiento de suelos para terraplén y la reconstrucción de un solo lado de las obras de drenaje de las colectoras.

   La construcción en El Despeñadero es, totalmente, de una estructura superior y tendrá un ancho de 14,30 metros totalmente transitables, ya que a la recuperación del eje central de 7,30 metros se le suman 3,50 metros a cada lado del trayecto, con un sobreancho de seguridad a modo de banquina pavimentada.

Ingreso a la zona de El Despeñadero.

   En este complejo sector de tránsito se prevé la colocación de barreras flexibles de cuádruple cable de acero en banquinas externas de trochas adicionales.

   Alrededor de 90 personas son las que, actualmente, se desempeñan en las diferentes tareas que realiza Vial Agro SA, empresa de Tres Arroyos y adjudicataria de la obra Pringles-El Divisorio.

Por estar todavía en obra, el sector exige respecto de las indicaciones. Más aún en días de lluvia.

   La planta principal de la obra está en Coronel Pringles y muchos de los trabajadores están radicados en la ciudad.

   Los primeros trabajos comenzaron en abril de 2017, para un plazo final de 540 días (18 meses). De todos modos, las variadas modificaciones conllevaron una extensión de plazo de 150 días. Un detalle importante en una obra de estas características es que, una vez concluida, se fijará un plazo de conservación de un año.

   El ensanche de calzada, repavimentación, construcción de terceras trochas, obras de arte y banquinas pavimentadas se está realizando en otros tramos de la ruta provincial 51.

   A la sección X, desde el acceso a Coronel Pringles hasta el Divisorio (kilómetros 614,7 hasta el 650), se suman otros segmentos que requerían urgente intervención desde la ciudad de Ramallo —en forma discontinua—hasta Bahía Blanca, por un monto total (inicial) de 2.700 millones de pesos.

   “Se trata de una obra de características técnicas únicas en la región”, aseguró el ingeniero Raúl Di Pietro, inspector jefe de Vialidad Provincial.

   “La geografía del lugar, con el sistema serrano por medio, ha obligado a hacer tareas no habituales, como la excavación no clasificada (voladuras) en El Despeñadero”, agregó.

   “En todos los casos se empezó a trabajar de cero ya que, por ejemplo, se destruyeron los anteriores puentes. De allí que hoy existen desvíos pronunciados en esos sitios”, comentó Di Pietro.

Raúl Di Pietro, inspector jefe de Vialidad Provincial.

   La obra Pringles-El Divisorio se divide en tres segmentos de construcción de calzada.

   A la de El Despeñadero, se suman los tramos de rectas. Allí se debió realizar la extensión de la calzada original que, en no pocos casos, era de entre 6,50 y 6,70 metros, cuando la recomendación para un uso adecuado de una ruta —provincial o nacional— es de, por lo menos, 7,30 metros.

Tránsito por El Despeñadero.

   En la mayoría de los casos a esos nuevos 7,30 metros se le anexaron 2,50 metros de banquinas —no transitables, por la limitación de las bandas ópticas sonoras— a cada lado, concluyendo un ancho de 12 metros y 30 centímetros; es decir, casi el 50 % más respecto de la medida anterior que, además, incluia banquinas con pronunciados descalces y demás.

   En la zona del acceso a la ciudad pringlense y la intersección de la ruta provincial 85 (hacia Tres Arroyos), en una longitud de 700 metros, se realizó un ensanche de calzada hacia ambos lados de 2,40 metros, con trochas centrales de giro a la izquierda.

   El tramo de 122 kilómetros entre Coronel Pringles y Bahía Blanca, sobre la ruta provincial 51, pasó a convertirse contemporáneamente, en comparación de la ruta nacional 33 hacia Pigüé, en la nueva ruta de la muerte.

   Esto es así de acuerdo con las estadísticas registradas desde el año 2008 por este medio. Desde entonces, se produjeron 42 casos fatales, con alrededor de 252 heridos en cerca de 170 accidentes (S.E.U.O).

La ruta 51, en la visión de una ONG por la vida.

   El sector de mayor índice de siniestralidad es, justamente, el delimitado entre Coronel Pringles y El Divisorio, específicamente entre los kilómetros 614,7 y 650 (35,3 kms.).

   Tomando el mismo segmento, el 61 % de los accidentes —la mayoría vuelcos— se produjo en un tramo ubicado entre los kilómetros 629 y 657. La calzada reducida, la falta de visión panorámica (por la geografía), los ahuellamientos y las banquinas descalzadas, así como eventuales imprudencias al subestimar la complejidad de la traza, han sido incidencias determinantes para aquella calificación.

LA NUEVA

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