Adiós a un ícono histórico: El viejo 'Hotel Euskalechea' fue demolido

Ubicado frente a la Estación Roca, en calle Palmiro Milani y 57, sufrió en sus estructuras los avatares del tiempo. Las tareas de demolición avanzaron a toda máquina y ayer jueves terminó siendo destruido por completo.

La postal que hoy se observa en la Estación Roca no es la misma que hace dos días, ni la de hace más de 50 años. Vaya si no es la misma... De hecho, cuesta mucho imaginar que allí, donde ahora sólo existen escombros, alguna vez floreció el denominado 'Hotel Euskalechea', ubicado entonces en el Barrio de las Luces, donde todo era brillo y alegría. Donde las siempre pujantes familias ferroviarias se multiplicaban, y los ciudadanos veían pasar, una tras otra, las formaciones de trenes.
Familias enteras, pasaban sus días y noches en sus inmensos salones, que mantenían una actividad social permanente. El Gancia con limón, el vermouth seco o dulce para la señoras; el juego de billar y cartas….

El viejo hotel, desde ayer jueves 12 de septiembre, no quedó nada que lo pueda identificar como tal. Siguió el camino de aquellas familias ferroviarias que antes copaban el barrio, que convivían en forma amena y que se conocían y reconocían como integrantes de un numeroso clan de gran estirpe, pero el avance de los tiempos hizo que muchos de esos vecinos fallecieran, se mudaran a la zona céntrica de la ciudad, o bien a otras localidades y que el paso de los trenes se hicieran cada vez más escasos hasta su total desaparición.

Podemos decir que la época de mayor apogeo del sector, se vivió entre los años 1947 hasta 1967, años en que el 'Hotel Euskalechea' trabajaba a salón y habitaciones colmadas.
Todos querían vivir allí; las casas, tipo chalets, le daban al lugar la importancia que tenía.
¡Cuántos recuerdos! Cuántos bailes, almuerzos, y fiestas, se vivieron en el viejo Hotel, que a medida que el tiempo pasaba, ya se lo nombraba como 'el Hotel de la Estación Roca' …había perdido su nombre y hasta su 'abolengo'.

El tiempo y el olvido no perdonaron. De a poco, a medida que sus habitantes emigraban, los comercios cerraban, (había tres peluquerías, almacenes, carnicerías, y tres hoteles) la inmensa estructura del Hotel se fue deteriorando, debilitando, hasta convertirse, en un rejunte o aguantadero, que llevó a que sus puertas y ventanas fueran clausuradas con ladrillos y cemento.

Ayer viernes, por la mañana un grupo de operarios con maquinaria terminó de demoler todo.
Del Hotel Euskalechea ya no queda ni la sombra de lo que fue. Las tareas de demolición lo destruyeron por completo. Hasta el mural pintado en el frente del edificio por Acción Poética con la frase: "Quiero verte volver".
El lugar cambiará su impronta, ¿Cuál será su destino? ¿Algún nuevo desarrollo inmobiliario? El tiempo lo dirá.