Realizan producción orgánica en La Catalina

Carlos Bertola decidió manejar orgánicamente las 1000 hectáreas que quedaban del otro lado de la ruta y, después de 4 años de manejo orgánico, los resultados quedan a la vista. El informe del INTA

Argentina es el segundo país del mundo en lo que refiere a extensión territorial para producción orgánica, en número de hectáreas ya implantadas, detrás de Australia. Conocemos el caso de La Catalina donde Carlos Bertola decidió manejar orgánicamente las 1000 hectáreas que quedaban del otro lado de la ruta y, después de 4 años de manejo orgánico, los resultados quedan a la vista.

Emanuel Lageyre - Extensionista INTA Carhué explicó que "la Agencia viene trabajando desde hace muchos años tratando de integrar prácticas agroecológicas a los sistemas productivos y trabajando con productores mixtos que no son agroecológicos y orgánicos, y productores que sí son agroecológicos y orgánicos".
"La Agencia lo que busca es tratar de ir incorporando prácticas agroecológicas y solucionar una serie de problemáticas que aparecen en el contexto productivo actual".

Carlos María Bertola, productor de La Catalina, señaló: "estamos trabajando en un campo familiar, tratando de cambiar un poquito la mentalidad de trabajo y estamos 4 años intentando hacer la agricultura y la ganadería orgánica en una parte del campo".

"Empezamos con un proyecto a largo plazo, porque no era muy sencillo y no sabíamos mucho del tema como para decir bueno, encaro una nueva gestión. Ya a 4 años algo de experiencia estamos haciendo, hay muchísimas cosas que tenemos todavía para aprender, pero la idea es dejar a los hijos algo mucho más sano de lo que de lo que nosotros tomamos".

"El campo tiene 2300 hectáreas y la decisión fue empezar con 1000 hectáreas de una manera muy sencilla. Se hace la división donde empezaban esas mil porque tenemos la ruta que nos divide, entonces en la parte de ese lado de la ruta no entra desde hace cuatro años una máquina, ni fertilizantes ni agroquímicos, absolutamente nada. Y sobre todo el orgánico empieza funcionar después de varios años, se empieza a crear un microclima, un microambiente distinto donde se autodefiende".

"Y ése es el fuerte del orgánico, no es decir siembro y después cosecho: se va formando un micro ambiente sano. No se ve un campo desnudo, se ven otros colores, la vegetación y la fauna es impresionante cómo cambia. Todo eso para el futuro de las próximas generaciones es lo más importante y con los cambios climáticos el hombre va a tener que decidir qué es lo que quiere" finalizó.
ROGELIO GOMEZ
FUENTE: INTA