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Ovnis: entre los avistajes destacados, uno que sucedió en Coronel Pringles

22/01/2020
Ovnis: entre los avistajes destacados, uno que sucedió en Coronel Pringles

En la última semana salieron a la luz informes del gobierno estadounidense, reconociendo poseer videos donde se ve un objeto volador no identificado. En Argentina los casos de avistajes han sido muchos, y uno de los destacados sucedió en nuestra ciudad

 

Según informaron medios nacionales e internacionales, Estados Unidos confirmó que tiene vídeos de un OVNI pero no pueden revelarlo por motivos de seguridad.
El Gobierno estadounidense afirmó que tiene un video y una serie de reportajes de la Armada de los Estados Unidos donde se ve un objeto volador no identificado. La información fue confirmada por el mismo Gobierno después de recibir una solicitud de derecho de acceso y transparencia por medio de la Ley por la Libertad de la Información.
Los archivos secretos hacen referencia a un incidente entre el portaaviones USS Nimitz y objetos voladores no identificados en 2004.
En el caso de Argentina, se denunciaron durante todo 2019, 23 casos de avistamiento de presuntas naves extraterrestres. Y según datos aportados por la FAO (Fundación Argentina de Ovnilogía), ascendía a 3500 casos o avistajes de ovnis para el período 1947-1999. Varios de estos casos resonantes fueron publicados en sitios web de la especialidad, entre ellos uno sucedido en Pringles.
Aquí trasladamos el informe del sitio Visión Ovni.

CORONEL PRINGLES, BUENOS AIRES: UN DISCO CON EXTRAÑAS FIGURAS (04 DIC 1954)
La noticia se inserta a finales de un año prodigo en informes sobre extrañas apariciones de "platos voladores" y, en particular, de sus aterrizajes con ocupantes en territorio europeo. Precedido además del anuncio de una escalada de observaciones a nivel mundial.

Efectivamente, el 5 de diciembre de 1954 el diario La Razón, de Buenos Aires, informa con notables desaciertos que: "el señor Enrique Aguirre Zabala, empleado de comercio en esta, y que se encuentra pasando sus vacaciones en la chacra que un hermano suyo tiene en las afueras de Coronel Pringles (Pcia. de Buenos Aires), al salir ayer, a las 6, a realizar unas compras, observo en el espacio un disco luminoso que a medida que se le acercaba, parecía cambiar de forma, hasta adquirir la de un 'cigarro'.
Cuando el extraño objeto se detuvo a unos 80 metros de Aguirre, este intento acercarse, pero se lo impidió la fuerza de las irradiaciones que despedía y que lo enceguecieron. Empero, refiere que, 'usando las manos como pantalla, seguí avanzando hasta que pudo ver perfectamente que el raro aparato se mantenía a medio metro del suelo y, que en medio del disco, se movía una figura extraña'. Parecía, añadió Aguirre, un enano de cabeza enorme. Poco después se produjo un resplandor vivísimo y el disco, elevándose rápidamente, desapareció en dirección norte".

LA INVESTIGACION
Una rápida consulta en el Correo y la Municipalidad nos llevo hasta la despensa o almacén "Los Corrales", al noreste y lindante con la planta urbana, próxima al cementerio. Allí localizamos a Américo Rodolfo Aguirrezabala, quien se reconoció como único testigo del caso en cuestión. Era evidente, pues, que la noticia periodística

 

 

 

adolecía de exactitudes, motivo por el cual procuramos que nos hiciera una detallada descripción de aquel suceso, empero, teniendo en cuenta que muchos aspectos habrían pasado al olvido y que jamás dicho evento hubo sido investigado en tantos años.
Américo R. Aguirrezabala tenía por entonces 32 años. La mañana del 4 de diciembre de 1954, entre las 6 y las 7 horas, se dirige desde el almacén Los Corrales (situada en la actual ruta 51, Km 29) donde vivía con su hermano Pedro hasta la chacra de su otro hermano, Asencio, distante a 1.000 metros al noreste sobre la misma ruta, que por aquella época era -según se describe- un boulevard de tierra.
Apeándose solo en una mañana agradable, advierte a unos 200 metros y por delante de un monte de arboles, una aeroforma "redonda", de coloración rojizo-pálida, de unos 20 a 30 metros de diámetro, suspendida a una altura estimada de 15 metros del suelo. Era completamente silenciosa y transparente.

"¡Por fin se me hizo!" exclamo Américo Aguirrezabala, superada las primeras cavilaciones y contento de ver un plato volador, de los que tanto se hablaban. Brillaba tenuemente, aunque "como estaba el Sol de ese lado -ubicado al frente y por encima de este-, un poquito si molestaba", dice el testigo, quien continua su andar hacia la chacra y aproximación hacia el fenómeno, que se mantenía suspendido en el aire, pero cuya transparencia le permitía advertir un movimiento en lo que parece su interior, como unas siluetas humanas que caminaban de un lado a otro. Se trataba de tres figuras, dos de las cuales estaban en constante movimiento, pero ningún otro detalle pudo observar. "Cuando estaba cerca los vi, me acerque y vi gente; entonces me dije: '¿que será esto?, caramba'. Porque siempre digo que tengo entusiasmo por esto, pero no, no… en ese momento se me aparece", nos relata Américo Aguirrezabala
Sin embargo, la percepción de los "ocupantes" fue apenas unos segundos y a 70 metros de distancia, ante la actitud indiferente de los mismos frente al azorado observador. Fue en ese instante en que el fenómeno repentinamente desapareció, dando la impresión de elevarse "por encima de las plantas, hacia la derecha, disparo hacia el sud-sudoeste…; el Sol ya estaba levantándose". La desaparición del fenómeno fue instantánea, casi imperceptible. "Desapareció, desapareció, ¡como por arte de magia!", expresa ante nuestro grabador.

 

 

La duración total de la observación fue de unos minutos, estimados en base a los 130 metros aproximados que recorrió el testigo. Américo Aguirrezabala nos cuenta que le ocurrió en ese momento: "Me pare ahí, mire… pensativo, pensando que será, que no será. Pensé lo que siempre había leído de los platos voladores, y que este es uno de ellos. Y me pregunte: ¿para que vendrán, si no quieren hablar con uno? Eso fue y siempre digo lo mismo. Mi vida no cambio después de esto; no, para nada, siempre igual. Tampoco me afecto físicamente, ni tuve experiencias similares luego de aquella vez, pero mi mujer si, cuando vio unos enanos verdes con sombrero del mismo color, una madrugada, en el maizal de nuestra casa", agrega entusiasmado Aguirrezabala.

Continuando con su narración, expresa que se detuvo a ver si había quedado rastros de tan inusitada presencia: "Ahí no quedó calcinado, ni nada; mire las plantas y estaba todo normal". Tampoco se produjo alguna alteración en el ambiente. Únicamente la aparición del fenómeno descrito. "Entonces voy para la chacra -relata- y lo comento a mi hermano; y él que estaba cerquita, para allá atrás y próximo al monte, no vio nada. Tampoco mi otro hermano, Pedro, que estaba en el almacén. Después fue el comentario del pueblo, pero acá, en el almacén unos decían: 'vos sos un charlatán, che, que vas a ver platos'. Bueno, yo no sé si será plato eso, pero la cosa estaba ahí, suspendida, y nada mas… y en cuanto a lo que había ahí, yo solo vi las siluetas que caminaban, nada más, pero ojos, orejas, de eso nada. No le puedo decir otra cosa, no. Y después pasó, pasó y lo eché al olvido".
Su exposición concluye en un intento de esclarecer la versión periodística: "Fue el furor de ese momento. Eso produjo que lo diera a conocer el diario; noticia que yo había leído en aquel momento, porque siempre compre La Razón. Pero lo que no se es quien fue el que la dijo, aunque, bueno… habrá salido de las conversaciones que se daban en mi almacén…"
El informe finaliza con una descripción de lo que pudo haber sido (si no era un OVNI), una situación debida al reflejo del sol. Sin embargo, la noticia en aquella época recorrió los diarios nacionales.

FUENTE: VISION OVNI
ROGELIO GÓMEZ - EL ORDEN

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