El P. Pedro invitó a la comunidad a una toma de conciencia y colaboración

En su mensaje, el párroco de Santa Rosa de Lima, pide elevar una oración a Dios y a mantenernos unidos en este momento difícil. También anunció la suspensión de las misas y celebraciones religiosas.

Hermanos y hermanas de la Comunidad:
A la luz del Decreto Municipal 347/20 del día de la fecha, atentos a la necesaria toma de conciencia y colaboración en la prevención del contagio del Coronavirus (Covid-19), quiero expresarles ante todo mi cercanía y afecto, y asegurarles mi oración que, unida a la de ustedes, se eleva al Cielo pidiendo al Señor nos conserve serenos, sanos y unidos en este momento difícil. Oración que hacemos también por las víctimas de la enfermedad, y por todos los trabajadores de la salud (enfermeros, médicos): el Señor les conceda la salud y la fortaleza, y no les falte nuestra colaboración y plegaria.
1. SUSPENSIÓN DE LAS MISAS. Quiero informarles que desde hoy y hasta el 31 de marzo inclusive el Templo permanecerá abierto pero quedan suspendidas las Misas y todas las celebraciones (Bautismos, Matrimonios) en esta Parroquia y sus Capillas. Es necesario que colaboremos con la autoridad civil, y seamos conscientes de la responsabilidad mutua en el cuidado y la prevención. Muchas veces me han escuchado insistir en la necesidad de ser una Iglesia "en salida"; hoy les pido que nos cuidemos mutuamente permaneciendo en nuestras casas. Santa Teresita es Patrona de todos los misioneros, y jamás salió de su convento: también nosotros quedémonos en casa , pero al igual que ella no aislemos el corazón de Dios ni lo apartemos de aquellos que están más expuestos a la enfermedad.
2. ACERCAR LAS INTENCIONES. No habrá Misas con presencia de fieles, pero yo seguiré ofreciendo cada día la Misa en privado por las intenciones de ustedes y las necesidades de este pueblo. Por eso, los aliento a que nos hagan llegar por distintos medios las intenciones para que, unidos en un mismo Espíritu, oremos los unos por los otros y pongamos diariamente todo en el altar. Pueden llamar a la Secretaría (2922 464040), o escribir al Facebook de la Parroquia, o enviar un WhatsApp al 291 4424918.
3. APROVECHAR LOS MEDIOS VIRTUALES. La Iglesia de Jesús comenzó reuniéndose en las casas de familia. Allí escuchaban las enseñanzas de los Apóstoles, unidos partían el pan y oraban en común (Cf. Hch 2,42 ss). Quizá esta situación, dolorosa y generalizada, nos ayude a de vuelta "empezar por casa" en la experiencia de la fe. Los aliento a que estemos unidos, unos con otros, orando desde nuestros hogares. Será una Cuaresma (cuarentena) distinta a otras, pero seguramente que el Señor habrá de sacar frutos no menores si la vivimos unidos a Él. En este sentido, les propongo que aprovechemos las vías de comunicación disponibles:
o Todos los días, a las 20 hs, transmisión de la Santa Misa desde distintos puntos del país por Radio María (FM 99.5).
o Domingo a las 9, por la TV Pública, transmisión de la Misa .
o Domingo a las 11 hs, transmisión en vivo de la Santa Misa desde nuestro templo parroquial, por Canal 2, FM Transformación y la plataforma de la aplicación "El Diario de Pringles".
4. DAR UNA MANO CONCRETA. Ya hemos tomado los recaudos para que Cáritas siga haciendo la entrega de alimentos, tanto en su sede de Pellegrini al 350 como en la Capilla Santa Lucía. En este tiempo en que nos privamos de la ofrenda material en las Misas, les pido que cada uno de nosotros de acuerdo a lo que dicta la conciencia no dejemos de ejercer la caridad en las ocasiones que se nos presenten.
5. SERVICIO SACERDOTAL. No duden en solicitar el auxilio de la gracia, especialmente en el Viático y el Sacramento de la Unción de los Enfermos. Con los recaudos y la prudencia requerida, acompañaremos a los enfermos y sufrientes.
Hermanos míos: hoy es el día de San José, custodio de la Virgen y del Niño, y patrono de la Iglesia. Él, supo armar una cuna a la intemperie en la pobreza de Belén, y cuidar de su familia en el hogar de Nazareth. Hagamos como el: quedémonos en casa, en nuestro Nazareth, con la esposa, el marido, los hijos y los abuelos. Allí están María y el Niño. Y no retiremos nunca el corazón, la plegaria y la ayuda de aquellos que por trabajo, y por servir a la salud pública, deben dejar sus hogares, ni tampoco de todos los que por carecer de un hogar o por debilidad física están más expuestos a la enfermedad. Recemos por todas las víctimas, y pidamos la serenidad y protección para nuestro pueblo. San José, el custodio que Dios eligió, nos custodie a nosotros, hermanos de Jesús. Los bendigo con afecto en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Y les aseguro mi cercanía y perseverancia en la oración, que -confío- será comunitaria.
P. Pedro Fournau