Coronavirus: las actividades en el Taller Protegido, detenidas

Cuando comenzaron las primeras informaciones y medidas respecto al COVID-19, en el Taller Protegido Esperanza los chicos dejaron de asistir y solamente concurrían las supervisoras. Luego, con el aislamiento obligatorio, se cancelaron todo tipo de actividades.

Al igual que diferentes rubros de producción y servicios que, por el Coronavirus, aun no pueden reanudar sus actividades de forma normal, se encuentra el Taller Protegido Esperanza, taller que brinda la oportunidad laboral a personas con discapacidad.

Cuando comenzaron a implementarse las primeras medidas preventivas respecto al COVID-19, los trabajadores dejaron de asistir, quedando solamente en funciones las supervisoras.
Más tarde, una vez decretado el aislamiento preventivo obligatorio, las actividades se detuvieron en su totalidad, sin asistencia al establecimiento, y solo se pudieron hacer entrega de los últimos pedidos que habían quedado pendientes al Hospital Municipal.

En nuestra ciudad, el Taller Protegido Esperanza cuenta con 24 trabajadores, 2 supervisoras, y elaboran alfajores, pastas y bolsas de residuos.

"Al momento de parar la actividad, quedó stock para completar el pedido del hospital, que ya se entregó" explicó Marcela Santellán, supervisora de la institución.

"De las pastas pudimos hacer el pedido adelantado por dos semanas, mientras que se completo el pedido del mes de bolsas de residuos" agregó.
Con diferentes áreas municipales se cumple un pedido mensual, y antes de detenerse las actividades se abasteció a las áreas que lo necesitaban, quedando únicamente una entrega pendiente al hospital que luego se pudo concretar.

Recordemos que los trabajadores de la entidad, tienen un salario destinado de provincia de Buenos Aires -que cobraron la pasada semana-, mas otra parte que es donada por el Municipio de Coronel Pringles, que es mensual, y el plus por actividad laboral de acuerdo a la producción otorgado por el taller, que en este caso no se obtiene al no haber elaboración.

Hasta la detención de las actividades por el aislamiento, los trabajadores concurrían de 7.30 a 13 horas (horario de verano), pero al momento de retomar las tareas seguramente lo hagan con el horario normal de 8 a 12 y 15 a 18 horas.

"Los chicos están ansiosos por volver a trabajar. Todos los talleres de la provincia están igual, creo que uno de los pocos que trabajan es el de Necochea, porque hacen tareas de reciclaje" señaló la supervisora.

Consultada por una posible reapertura de actividades y las medidas que deberían implementarse, indicó: "Se verán las medidas de higiene y seguridad a implementar y si puede ser rotativo. En el sector de fabricación de bolsas puede ser más fácil respetar el distanciamiento al ser seis trabajadores, pero puede ser más complicado en la fabricación de pastas, donde están más juntos".

Una vez que se permita volver a elaborar a los talleres en la provincia, comenzar las fabricaciones y generar las ventas normales será difícil, como lo será para cualquier otro rubro de producción y servicios.

Igualmente, cuentan con un stock para comenzar con la fabricación de alimentos y bolsas.
"Tenemos harina, por lo que la parte de fabricación de pastas está en condiciones para retomar la actividad. Para la fabricación de bolsas disponemos de insumos para comenzar pero faltaría para poder completar los pedidos; y en cuanto a los alfajores está la materia prima también" cerró.

CUARENTENA: ADVIERTEN SOBRE LA CRÍTICA SITUACIÓN DE LOS TALLERES PROTEGIDOS QUE DAN EMPLEO A PERSONAS CON DISCAPACIDAD

La Federación Argentina de Talleres Protegidos (FETAP) publicó un comunicado donde se refiere a la difícil situación de estas entidades productivas a nivel nacional, a raíz del aislamiento obligatorio, que hace que muchas empresas hayan cerrado sus puertas y la comunidad no salga de sus hogares.

Si bien aclaran que esta medida es necesaria para achicar la posibilidad de contagio del coronavirus, advierten que agrava la situación económica de las instituciones, así como de los operarios, por lo que solicitan ayuda a los organismos del estado.

Estas instituciones cumplen un rol fundamental en la comunidad, debido a que trabajan desde la inclusión laboral con personas que tienen discapacidad. En el país existen 6.500 trabajadores que se encuentran en una situación de precariedad por la condición de su discapacidad pero además, porque el Estado no está acompañando a sus lugares de trabajo para garantizar su desarrollo productivo, donde sus tareas también están vinculadas con un costado terapéutico.

La directora de la asociación civil "Todo para Ellos" de Necochea, Mónica Pissarro, detalló a Telefe los problemas que transitan los talleres protegidos y en particular los trabajadores con discapacidad.

En 2013 se promulgó la ley 26816, reglamentada a medias en 2015, que regula la actividad y la creación de estos talleres productivos que contiene a trabajadores con discapacidad. "Sin embargo, no se está respetando y estos trabajadores pierden sus derechos", advirtió Pissarro desde la ciudad de Necochea.

Si bien existe un sistema de becas provinciales a este tipo de espacio, es insuficiente. Solo reciben del Estado provincial 1.500 pesos mensuales y cada trabajador recibe un peculio institucional de 1.300 pesos al que se le suman 500 pesos del Estado nacional, lo que termina por completar un "salario" de 1.800 pesos por cada trabajador.

ROGELIO GÓMEZ - EL ORDEN