DE GAYS, LESBIANAS Y TRANS -

¿Belgrano era gay? ¿Cuántas veces escuchamos esa frase? Muchas personas pusieron el grito en el cielo ante esta afirmación, horrorizados. En el espacio de hoy NO nos dedicaremos a resolver ese enigmático acerca de los intereses de nuestro prócer, sino reflexionar sobre los prejuicios existentes que obligaban a muchas personas a defender el honor del General.

¿Defender qué? ¿Hubiera cambiado algo de todo lo que nos dió una de las personas más importantes de la historia de nuestro país? Sin dudas que no.

La bandera del arcoíris fue creada en San Francisco por el artista y activista Gilbert Bake. Aquí con el sol argentino.
Queremos una Nueva Normalidad sin prejuicios, somos mayoría ¿no? Uno de los principales aspectos es la falta de información, por ello aquí no es la intención señalar y sancionar al prejuicio, sino aportar contenido que acompañe el modo de comportarnos.
En la edición anterior se presentó el tema al cumplirse un nuevo aniversario del Día Internacional contra la Homofobia, La Transfobia y la Bifobia y creemos que hay más para pensar y escribir, ahondar un poco más en detalle. ¿De qué hablamos cuando hablamos de LGTBB?
Comprender los conceptos romperá viejas nociones que se tienen sobre estas categorías, porque no solo se trata de la orientación sexual o con quien deciden pasar sus días o de quien enamorarse heterosexuales, gays, lesbianas y trans. También se trata de su identidad.

¿Pero vos qué sos?
El género puede entenderse como el conjunto de construcciones socioculturales que delimitan la forma de ser de hombres o mujeres, como si estas construcciones fueran inamovibles, no cambiantes, no transformables.
La identidad de género refiere a la vivencia individual de como cada persona se siente, la cual puede o no corresponder con el sexo asignado al momento de nacer. Cómo nos auto percibimos o identificamos: varón, mujer, travesti, etc.
En Argentina, la expresión trans engloba a identidades travestis, transexuales y transgéneros, generalmente, son aquellas cuya identidad o expresión de género no se corresponde necesariamente con el género asignado al nacer. En algunos casos, no se identifican con ninguno de los géneros convencionales (masculino o femenino), y eso también es parte de su construcción de identidad.
La Ley de Identidad de Género (26.743) dice en su Artículo 1º que "toda persona tiene derecho: a) Al reconocimiento de su identidad de género; b) Al libre desarrollo de su persona conforme a su identidad de género; c) A ser tratada de acuerdo con su identidad de género y, en particular, a ser identificada de ese modo en los instrumentos que acreditan su identidad respecto de el/los nombre/s de pila, imagen y sexo con los que allí es registrada".
Y amplía "Se entiende por identidad de género a la vivencia interna e individual del género tal como cada persona la siente, la cual puede corresponder o no con el sexo asignado al momento del nacimiento, incluyendo la vivencia personal del cuerpo…también incluye otras expresiones de género, como la vestimenta, el modo de hablar y los modales" en su segundo artículo.
Todas las personas tenemos una orientación y una identidad de género. Como todas tenemos una religión (o ninguna), o un club de futbol (o ninguno o varios) o una comida preferida. En definitiva, estamos hablando de elegir con libertad lo que nos dé la gana de hacer, ser y sentir. ¿Hay lugar para el juicio allí? La diversidad nos permite hablar de la variedad en todos los órdenes de la vida. Muchas veces el desconocimiento y la desinformación nos alejan del entendimiento y del sentido común.
Dotar a nuestro prejuicio (entendiéndolo como juicio previo) de contenido nuevo, de información confiable y comprobable, nos puede hacer mejores personas, puede ayudar a dejar en paz a lo distinto y ocuparnos de nuestros asuntos, que en esta Nueva Normalidad que se nos viene, serán muchos y muy complejos.