"A los 16 años me fui de Pringles, costó mucho dejar a mi familia y amigos"

Enzo Machado, si bien nació en Bahía Blanca, vivió durante mucho tiempo en nuestra ciudad, pasando su infancia y adolescencia. Hoy vive en Rancagua, Chile, y cuenta cómo pasa sus días junto a su esposa e hija en esta situación de pandemia.

A los 16 años se fue de Pringles. Enzo Machado llegó en 2002 a Chile buscando nuevas oportunidades, pero siempre recuerda la ciudad y casi todos los años viene de visita.

"En aquellos años jugaba en el Club Independiente, y quería ser panadero igual que mi tío, con el que trabajé cuando era chico. Quería ser siempre algo más y en Pringles no sabía si lo iba a poder lograr, quizá si o quizá no, pero tomé la decisión de irme a Chile" cuenta Enzo Machado a Diario EL ORDEN.

Hoy, tiene su propia empresa de venta de artículos de seguridad industrial, vive con su señora Silvana González, su hija Agustina de 6 años y una perrita (excelente compañía) que tienen desde hace un par de meses.

"Hemos crecido paso a paso y estoy contento por haber hecho este cambio, que costó mucho por dejar a mi vieja y los amigos" dice Enzo.

Los primeros pasos en Chile no fueron fáciles, pero de a poco se fue acomodando.
"En chile siempre jugué a la pelota. Después estudié, fui a la universidad. Llegué a una empresa, fui escalando, hasta que un día dije: llegue hasta aquí, y armé mi propia empresa,
dedicada a la venta de artículos de seguridad industrial".

En Rancagua, a una hora de Santiago de Chile, la situación de pandemia ha alcanzado a 600 personas que padecen coronavirus, con el registro de 13 fallecidos.
"En Santiago todo está en cuarentena. Nosotros desde las 10 de la noche hasta las 5 de la mañana tenemos toque de queda, pero todavía no estamos en cuarentena" relata el pringlense por adopción.

Igualmente, como sucede en nuestra ciudad, los habitantes de Rancagua utilizan mascarillas al salir, y también toman los recaudos de utilización de alcohol en gel y distanciamiento social.

"Aquí (en Chile) vemos que está colapsando el sistema de salud público y privado; a las clínicas les solicitan aumentar el número de camas para atender los casos de COVID-19. También se suspendieron todo tipo de operaciones o intervenciones que no tengan que ver con el virusl Y se ha llegado a la triste decisión de quien puede ser atendido y quien no, con lo que ellos representa" señaló prudentemente
"Las personas más afectadas son las que tienen que salir a trabajar el día a día, al igual que pasa en todos lados" agregó.
"Nosotros seguimos aquí, luchando, y sabemos que las cifras van a subir considerablemente"

"LAS RAÍCES NUNCA SE OLVIDAN"

"El año pasado fui, en invierno, a Pringles. Tengo muy lindos recuerdos de la ciudad, las raíces nunca se olvidan" comentó Enzo Machado.
Para finalizar, Enzo envió saludos y agradecimientos a quienes estuvieron acompañándolo en sus años de vida en esta ciudad.
"Les envío saludos a todos los pringlenses y a las familias que se cuiden. Saludos a mi madre, a mis hermanas, a mi hermano Facundo Suárez, a mis amigos, y a Luis Suarez, "Silbido", quien hizo el rol de padre" cerró. 

 Un hospital chileno colapsado: el dilema de elegir qué paciente queda internado

Los trabajadores de la salud del hospital chileno El Carmen, de Maipú, llegaron a la situación más dolorosa, que ya se había vivido en España e Italia, y de la que nadie quería volver a escuchar: tuvieron que elegir a qué pacientes con coronavirus internar, por falta de camas y escasez de personal.
“Estoy eligiendo qué cama se me va a desocupar y elegir a la persona precisa, que sea más indicada”, dijo a Canal 13 la doctora Claudia Vega, jefa de la Unidad de Cuidados Intensivos del sanatorio, ubicado en una populosa barriada pobre al suroeste de Santiago.
“Que Dios me ilumine en esto y en base a la literatura que hemos visto, porque hay sugerencias a nivel internacional”, añadió.

“Al límite”
Chile, que en las últimas 24 horas sumó casi 5000 nuevos infectados de coronavirus, ya contabiliza 73.997 contagios y 761 fallecidos.
Por su parte, el subsecretario de Redes Asistenciales del Ministerio de Salud, Arturo Zúñiga, admitió que el sistema hospitalario chileno, con sus 2400 camas de terapia intensiva con respiradores, “está al límite”, a pesar de que duplicó el número de camas críticas desde marzo.

ROGELIO GÓMEZ - EL ORDEN