JÓVENES Y MEDIO AMBIENTE

El 5 de junio se conmemoró el Día Mundial del Medio Ambiente, fecha que se celebra desde 1974 por una resolución de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) donde el objetivo es "sensibilizar a la población en relación a temas ambientales, intensificando la atención y la acción política". 

Ignacio Tonelli
La Nueva Normalidad que nos espera también acerca los temas ambientales a una mirada más crítica y reflexiva de la acción humana. Es imposible soslayar que la pandemia es una oportunidad para pensar el desarrollo sostenible, hermanar la economía y el ambiente e incluir a la salud como un factor decisivo en desarrollo ambiental de los países.
Para trazar un poco el contexto, sabemos que se definió una meta en el marco del Acuerdo de París (2015) con la reducción y mitigación de emisión de Gases de Efecto Invernadero (GEI): el aumento de la temperatura de la Tierra no debe superar los 2 grados para 2030. Las proyecciones no son alentadoras, nos indican que a este ritmo se llegará a 4,5 grados de suba de la temperatura promedio del planeta.
Las principales potencias del mundo (EEUU y China, por caso) son los países más contaminantes y justamente los que rechazan estos acuerdos internacionales. La política global parece que ha decidido dejar esta discusión en segundo plano, por lo tanto, debemos enfocarnos en fortalecer el rol de nuestras pequeñas comunidades y grupos sociales.
El rol de los jóvenes. "Todo esto está mal. Yo no debería estar aquí arriba. Debería estar de vuelta en la escuela, al otro lado del océano. Sin embargo, ¿ustedes vienen a nosotros, los jóvenes, en busca de esperanza? ¿Cómo se atreven?" afirmó la joven activista ambiental Greta Thumberg, frente a los líderes mundiales en la Cumbre Internacional del Clima.

Greta Thumberg, activista ambiental de nacionalidad sueca emitiendo un contundente discurso.
Más de la mitad de la población mundial es menor a 30 años, esto nos pone en un compromiso con ellos y su futuro, pero en este presente. Nuestros jóvenes heredarán lo que hagamos ahora (y lo que no) en relación al medio ambiente y sus prácticas.
Nos compromete a acompañar su formación, no solo desde el ámbito educativo, sino también desde la comunidad toda. En Pringles tenemos la enorme ventaja y satisfacción de que ya hubo y hay, acciones responsables con el medio ambiente en escuelas, clubes e instituciones.
Sumado a nuestro entorno ambiental y nuestra geografía, tenemos un escenario propicio para alentar estas iniciativas y generar nuevos comportamientos y hábitos saludables. Aunque el mundo siga produciendo para descartar (se cree que el 30% de lo que se produce no se consume) en nuestra pequeña comunidad estamos a tiempo de poner nuestra parte.
¿Qué podemos hacer los que lo podemos hacer? Eficiencia energética en casa y en nuestro trabajo; usar menos al auto (¡a pesar del frío!), separar los residuos como ya se hace. No hace falta ser experto, el compromiso de la comunidad es un valor insustituible a la hora de sumar a esos hábitos saludables, hábitos ambientales.
El 2030 está a la vuelta de la esquina.