PATERNIDADES SIGLO XXI

Esquemas nuevos de pensamiento versus estructura sólida de valores, respaldados por años de historia y convivencia humana. Este es el desafío que nos plantea lo que han dado en llamar la Nueva Normalidad. Aquí, en este rincón, recogemos en guante (lo dejamos a un costado) y escribimos.

Ayer domingo se celebró el Día del Padre en Argentina y para aquellas ciudades donde estaba permitido, damos por seguro que hubo encuentros y festejos con un alto grado de emotividad y alegría. Bien merecido, sin dudas. Pero ello no nos convoca esta columna, acá estamos para imaginar cómo transitamos mejor esta Nueva Normalidad que tiene la fuerza para arrasar todo lo conocido, o al menos un poco.
Las nuevas paternidades no es más un concepto, ya es una realidad. Los nuevos padres se comprometen con la crianza de sus hijos e hijas, son demostrativos y comparten la organización del hogar, y en muchos casos, son los que más tiempo están y dedican a su familia. Esto se da natural, no necesariamente responde a esta mirada conceptual.
Mucho tiene que ver el movimiento de las mujeres, rompiendo viejos esquemas y ganando terreno en áreas que no estaban presentes, conquistando espacios antiguamente solo destinados a los hombres. Si bien no vemos a los hombres organizados, en muchos casos lograron desarmar esas estructuras de hierro y asumir la participación activa en la vida familiar.
Esta Nueva Normalidad que viene, nos espera abiertos y empáticos. Nos necesita mejores y como afirmamos hace un tiempo, ocupados en lo importante. Todo aquello que fue común y aceptado y que hoy tambalea, démosle el empujón final. El hombre como sujeto público y la mujer en el ámbito privado: esta dicotomía no existe más.
Ahora cuando venga tu padre vas a ver. ¿Cuántas veces escuchamos esa frase? Se puede ver en internet un video de un hombre de aspecto robusto apenado por tener que "hacer de malo" con su hijo, cuando solo desea poder darle un abrazo y jugar con él después de un día largo de trabajo. Allí nos muestra la naturalidad que hablábamos hoy, de los sentimientos y emociones que emergen y desborda la estructura patriarcal que se cae a pedazos.
Seguramente en el mundo pre COVID-19 hablar de nuevas paternidades en hombres heteronormados nos quedaba lejos. Ahora no podemos dejar que nos pase por encima. Todo ello sin contar siquiera la enorme cantidad de beneficios que trae para el desarrollo de un entorno familiar cálido y de pleno desarrollo para los niños y niñas.
Ni el Estado ni el mercado ayudan. La Ley de Contrato de Trabajo que rige en 2020 en la Argentina, y establece diferencias importantes entre padres y madres. Si bien hay instancias (o convenios particulares) donde se contemplan más días para el Padre (o no gestante), tampoco acceden a los beneficios de licencia por paternidad los trabajadores formales independientes (monotributistas y autónomos) y los trabajadores informales.
No deja de ser un aspecto a considerar para promover la igualdad de género, expresada en ley. Caso contrario, estas normativas confinan a la mujer a la casa reforzando el modelo patriarcal y antiguo.
Sucede lo mismo con la publicidad, que aún no termina de dar el salto a la promoción igualitaria de gustos, deseos e intereses. Seguimos viendo promociones de herramientas, taladros, parrillas, artículos para autos, medias o pañuelos asociadas a papá. Sucede lo mismo en otras fechas comerciales.
La Nueva Normalidad que queremos -¿la queremos?- necesita mucho más de todos nosotros, actores de lo público y lo privado. Ojala en este momento de parálisis económica se hayan vendido millones para mover el comercio, hace falta y sin dudas las promociones ayudan a que ello suceda. Pero a la vuelta de esta crisis, si hubiera o hubiese padres que no saben usar el taladro, tengan la opción de elegir. ¿Medias rojas o negras?.