MERIDIANOS VERSUS PARALELOS

En la semana más crispada desde que comenzó la cuarentena en Argentina ponemos en la mesa de discusión otro aspecto que podríamos dejar abandonado al costado del camino cuando ingresemos, si es que ya no estamos, en la Nueva Normalidad.

Como todo espacio de reflexión los replanteos afloran constantemente. Mucho más cuando se trata del eje del "Rincón NN" que refiere al estadío previo de ingresar a una Nueva Normalidad donde nos hayamos quitado todo lo que nos molesta. Quizá ya estamos en ella y es tarde para intentarlo. Ojala que no.
Supongamos por este día que ya NO vamos a poder cambiar ni mejorar nada, que la cuestión de nuestros comportamientos, responsabilidades, deseos, gustos e intereses así quedarán. Solo nos resta elegir un bando, una parte del asunto (y de los asuntos) y esperar atrincherado.
Vale la aclaración que acá no hablamos de no discutir, de no tener pasión por algo o alguien, o en el caso de la política, militar por una idea, una causa o un proyecto. Discutir sí, dividir no. Discutir sí, odiarnos no, porque del odio no se vuelve y desracionaliza e impide distinguir entre las cuestiones que nos separan y en las que podemos juntarnos y potenciarnos.

Hace algunas semanas atrás medios norteamericanos acusaron a Facebook de fomentar el odio al permitir que grupos de extremistas armen grupos en esta red social. "En esencia, Facebook está bajo fuego por hacer que el mundo esté más dividido. Podría mitigar muchos de los problemas...pero la compañía eligió no hacerlo" afirma la cita del Wall Street Journal en Infobae. Hablamos de redes como un reflejo de la comunidad, no sabemos que nace primero, si el odio en redes, o el odio en calle. Lo vemos consonantes.
¿Es Facebook el problema? ¿Es Facebook el único problema? En nombre de la empresa de Zuckerber englobamos a decenas de plataformas que con sus algoritmos acercan a personas con los mismos intereses. Sin dudas que no son inocentes, ya tuvieron muchos problemas y lo seguirán teniendo mientras no se los regule de forma correcta.
Pero el negocio de dividir es amplio y extenso. Meten la mano las redes sociales, los intelectuales, periodistas, medios de comunicación masivos, partidos políticos y actores sociales y mediáticos.
Volvemos al tercer párrafo del escrito y reformulamos: Supongamos por este día que SÍ vamos a poder cambiar y mejorar algo…Nuestra comunidad está a tiempo de no darle dividendos al negocio de dividir, no seamos las marionetas la intelectuales, teóricos políticos, políticos y comunicadores.
La tentación de no odiarnos necesita de creer algo juntos. Aun los MERIDIANOS Y PARALELOS no se enfrentaron, todavía no se acusaron el uno al otro de nada, están desagrietados. ¿Vamos por ahí?

pOR iGNACIO tONELLI