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Casoni Vidrios: 33 años brindando transparencia en sus servicios

17/07/2020
Casoni Vidrios: 33 años brindando transparencia en sus servicios

El lunes pasado, Casoni Vidrios arribó a sus 33 años de emprendimiento familiar. Luis Casoni y su hijo Nicolás contaron los comienzos, anécdotas, y la situación actual de un negocio "transparente".

 


En todos lados, cuando alguien se interpone delante de algo, surge el famoso dicho: ¿Vos sos hijo del vidriero? Aquí en Pringles desde hace muchos años esa frase se reemplaza por ¿Vos sos hijo de Casoni?
Casoni Vidrios cumplió 33 años justamente el lunes próximo pasado, la empresa familiar nació un 13 de julio de 1987, y el propio Luis Iván Casoni para ese entonces ya tenía en su haber 10 años ejerciendo la profesión de vidriero.

Casoni trabajó en el Almacén Alfano desde el año 1965, en ferretería, y en 1977 comenzó a desarrollar la profesión de vidriero.
En 1987, en medio de un gobierno de Alfonsín donde se hablaba de una posible Capital en Viedma, se generó una revolución laboral y Luis Casoni la aprovechó para abrir su propia vidriería.

"Comenzamos un 13 de julio de 1987 en Bartolomé Mitre 1354, entre Cabrera y Medina. Alquilé a la familia Golisano. Comencé a comprar vidrios de a poco, y me ayudó mi señora" contó.
María del Carmen y Luis ya tenían un hijo, Luis María, otro estaba a punto de nacer, Andrés, y el tercer hijo llegaría unos años más tarde, Nicolás.

"En el año 89-90, mi señora pasa por calle Alem (Alem 676 donde se encuentra actualmente la vidriería) y ve un cartel que se vendía una casa vieja. Compramos ahí y comenzamos a edificar".

Lo primero que hicieron fue terminar la vidriería en dicho lugar, para hacer un cambio de local y pasar de alquilar, a funcionar en su propio lugar. Fue así que en el año 1990 Casoni Vidrios abrió en Alem al 600.

"Tardamos tres años en hacer la casa, ya en el año 92-93 nos fuimos a vivir ahí donde estamos" explicó Luis, sobre la casa que está al lado de la vidriería.

 

UN RUBRO QUE SE ADAPTA
A LAS NECESIDADES

Casoni Vidrios comenzó con colocaciones de vidrios tradicionales, luego se anexaron parabrisas para automóviles, acrílicos, policarbonato.
"Siempre vamos al ritmo de la sociedad, ahora por ejemplo colocamos vidrios para estufas a leña" cuenta Luis, quien está jubilado y deja el negocio en manos de su hijo Nicolás.

 

"La gente de toda la vida lo busca a Luis -dice Nicolás-. Yo estoy con lo que es papeles, boletas, de mis hermanos quedé yo solo en el negocio. Terminé la secundaria y decidí no irme a estudiar sino seguir con el negocio familiar, ya tenía todo más o menos armado y desde chico estaba en el rubro. Era habitual ir a trabajar y ayudar, pero para poder salir los viernes, jaja" dice entre risas.

"Siempre hay mucho trabajo -añade Luis- en ese sentido tenemos que agradecer a toda la gente de Pringles, a los que son clientes y a los que no lo son".

"Antes cortar un vidrio era un suplicio, antes era vidrio, ahora es cristal. Hoy el vidrio no tiene deformación, es mucho mejor para cortarlo, las hojas de vidrio son más grandes. También los cortavidrios son más sofisticados, todas las herramientas" reconoce.

"Después hay doble vidrio hermético, vidrios templados, todo se va anexando a pedido de la gente". A su vez Nicolás indica que se van actualizando con los cortavidrios y demás herramientas, como pinzas, moladora, taladro, o perforadora para vidrios por ejemplo.

"Lo que no se consigue, nosotros lo conseguimos -dicen con satisfacción Luis-. Tengo muchos contactos en Buenos Aires; aunque hoy está muy limitada la cantidad de envíos por la pandemia".

UN EMPRENDIMIENTO
NETAMENTE FAMILIAR

Luis Iván Casoni lleva 43 años en su profesión, y los 33 años de vida del emprendimiento cuentan con la ayuda de la familia. Primero con su papá, Luis, hoy con su señora María del Carmen quien junto a su hijo Nicolás llevan adelante la contabilidad.

"Tengo un nieto de 4 años, Juan Francisco, hijo de Lumi, quizá siga estos pasos" se esperanzó Luis.

Los primeros que le dieron una gran mano como clientes a Luis, le brindaron la confianza e impulsaron para que hoy tanta gente confíe en su trabajo, fueron Gaetano Zito quien le dio la oportunidad de trabajar con varios barrios locales, Mary Carrafancq, Miguel Hardoy y Batisteza.

Por Casoni Vidrios han pasado muchos empleados, por ejemplo Omar Castiglione, Fabián Gaiger, Martín Effler, hoy da una mano también Edgardo, familiar.

Hay clientela de toda la vida y los vidrios de Casoni han llegado a diferentes puntos de la región y el país.
"Portándose bien con la gente, siempre tenes trabajo" asegura.

También han tenido oportunidad de realizar peritajes para la policía, en hechos donde se producen roturas de vidrios.
"En ocasiones debemos indicar desde dónde se produjo el impacto, interior o exterior, o con qué objeto pudo haber sido dañado el vidrio".

¡CORRETE! ¿O SOS
HIJO DE CASONI?

Como en todo emprendimiento surgen muchas anécdotas y frases, pero para la profesión de vidriero la mas común es la que señala la gente a quien obstaculiza la visión de algo, el tradicional ¿Vos sos hijo del vidriero?

"El negocio nuestro es transparente -dice sonriendo Luis Casoni-. Un día la suegra de Raúl Alfano que trabajaba en el Hogar de las Niñas me dice: ¿cuántos hijos tenes vos? A los que se paran delante del televisor les decimos, ¿ustedes son hijos de Casoni?"

Recordó una vez en que en uno de los barrios pringlenses, un pintor de apellido Ortiz sacó todos los ventanales de las puertas de unas 30-40 casas, sin marcarlos. Luis colocó cada una de las ventanas de las puertas, pero las bisagras de cada vivienda estaban colocadas diferente, por lo que cada adjudicatario del barrio tuvo que probar una por una cuál correspondía a su casa.

En el caso de Nicolás, la profesión de vidriero o ser hijo del vidriero lo hizo trabajar luego de terminar una fiesta de cumpleaños en altas horas de la mañana y con mucho sueño encima.
"Era un sábado a la noche y estábamos en un cumpleaños, había mucha gente. A eso de las 6 de la mañana cuando ya terminaba la fiesta y me iba a dormir, rompieron un ventanal del salón, salón que había que entregar. Inmediatamente todos se dieron vuelta y me miraron a mí, había que buscar a alguien que arregle el vidrio".

Nicolás fue junto a un amigo, Esteban Páez, a buscar a Luis, entre los tres pudieron reemplazar el vidrio roto.
"Nos acostamos tres horas más tarde (a las 9), pero lo pudimos arreglar".

"Otra anécdota fue un 24 de enero, viajamos a un campo a poner el parabrisas de una cosechadora con 36 grados de temperatura -cuenta Nicolás-. Hacía un calor impresionante, y la cosechadora en medio del campo".
"Se les rompió a unos cosecheros en Pontaut -prosigue Luis-. Esa vez salimos a las 5 de la mañana y volvimos como a las 7 de la tarde a Pringles".

CASONI VIDRIOS - MEDIOS DE CONTACTO

"Solucionamos los problemas a la gente y vamos a casas de familia a colocar vidrios. También estamos disponibles las 24 horas para urgencias" señalan.
Celular: 2922-421522
Fijo: 02922-464537
Facebook: Casoni Vidrios
ROGELIO GÓMEZ - EL ORDEN

 

 

 

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