HABILIDADES BLANDAS

El mundo en shock y recuperándose del estridente desafío que nos impuso la pandemia del coronavirus. Seguimos pensando y aprendiendo, intentando al menos, a entender cómo vamos a vivir y que necesitaremos para ingresar a la Nueva Normalidad lo mejor preparados posible.

Cuando aún no tenemos certezas del regreso a clases, de la forma y de la eficiencia del mismo; del impacto real del desempleo o los números finales de la crisis sanitaria y económica que nos dejará este suceso mundial que se presentó en 2020.
Desde El Rincón NN venimos planteando la Nueva Normalidad desde una mirada reflexiva y en algunos casos, propositiva, pero aún así, inconscientemente esperamos que todo vuelva a ser como antes. Volver a lo conocido porque lo nuevo nos inquieta, nos desvela y tememos no estar preparados.
¿Lo estamos? Algo de lo que se viene estudiando y trabajando desde el mundo empresarial son las Herramientas Blandas o Soft Skills, que "son el conjunto de características que nos hacen destacar como buenos profesionales. Son los talentos que hacen que sepamos comunicar correctamente, dirigir un grupo de personas, solucionar un conflicto entre compañeros o saber motivar y realizar una escucha activa, haciendo así, que el profesional sea un punto de integración en la empresa aportando valor a la misma" como se afirma en Factor Humano.
"Las Soft Skills son aquellas cualidades personales que están relacionadas con la perspectiva emocional y social. Se adquieren en la vida día a día y forman parte del bagaje social del trabajador" se reafirma. Por otro lado tenemos las Hard Skills (Habilidades Duras) que, palabras más, palabras menos, son todos aquellos conocimientos adquiridos mediante la formación educativa reglada, así como mediante la experiencia profesional. Estas habilidades son susceptibles de ser enseñadas en ámbitos académicos.
En un mundo cada vez más globalizado, con nuevos horizontes de teletrabajo y ajustes en muchos niveles de servicios y profesionales, la gran velocidad a la que se mueve la información ha hecho que las empresas demanden características o habilidades en los profesionales cada vez más esenciales.
Afirma el mismo portal que las habilidades más valoradas en los profesionales son:
Habilidades de comunicación.
La capacidad del profesional para adquirir, procesar y desarrollar información.
Capacidad de toma de decisiones y resolución de conflictos.
Trabajo en equipo.
Gestión del tiempo (Habilidades de planificación, organización y priorización del trabajo).
La capacidad de negociación.
Cada una de estas habilidades se complementa con la gestión del estrés, la motivación, la capacidad de delegación y la habilidad de interacción personal y con público.
Ahora bien, debemos pensarnos solo como sujetos de trabajo o también debemos replantear nuestra formación de y en la vida. Es un dilema importante ya que esta crisis nos exige romper con el paradigma conocido y comenzar a diagramar una nueva normalidad, distinta.
Si las empresas requieren esos perfiles, estamos en problemas si la capacidad de desarrollarnos va hacia ese camino donde se demanda algo que no estamos preparando. Aquí parece un punto interesante. El desafío es si seguiremos evaluando capacidades técnicas (hard skills), formando a través de resultados piramidales y tablas numéricas o comenzaremos a dar lugar a la emocionalidad, los sentimientos y las pasiones.
Hasta ahora tenemos un 7 en melancolía.