"Haría falta un protocolo para que alivie el dolor ante una pérdida"

Estimado Sr. Intendente Lisandro Matzkin. Mi nombre es Marcos Vande Vrande y el martes 28 de julio pasado nos tocó con mi familia atravesar el fallecimiento de mi padre Miguel Ángel.

Dado que con mi señora y mi hijo estamos viviendo en Capital Federal y mi hermana Verónica en Luján, al consultar, nos informaron desde su grupo de trabajo, que no se nos permitiría el ingreso a Coronel Pringles por provenir de ciudades con alta circulación del virus COVID-19, ya que veían imposible que no haya contacto con nuestra familia de Pringles ante esta situación.

Por lo tanto, al dolor de nuestra inesperada pérdida, se sumó la angustia de no haber podido despedirnos de nuestro papá y de apoyar, al menos con la presencia, a nuestra mamá Liliana y hermano Ariel.

La decisión que tomaron no la comparto para nada, pero la entiendo. El protocolo general que armaron y están aplicando, queda claro por las cifras, que es muy efectivo, pero hay situaciones que no se ven contempladas en el mismo.

Se entiende que por el desconocimiento y lo novedoso de la pandemia mundial que estamos atravesando, hace que sea necesario tomar decisiones sin ningún tipo de manual al que se pueda recurrir, es todo nuevo y las personas con cargos públicos como usted, deben tomar decisiones para preservar la salud de la población de la cual son responsables, se debe apoyar en los protocolos nacionales, provinciales, su gente que lo asesora y su criterio.

La situación actual nos sacó a todos de lo que denominábamos "normalidad", ya quedaron atrás varias actividades que realizábamos en forma cotidiana, pero me pregunto, ¿no vale la pena trabajar para preservar algunas cosas de aquella "normalidad" que permiten aliviar el alma? Por supuesto, ajustado a las condiciones actuales. En este sentido, me refiero a trabajar en un protocolo que cubra las situaciones similares a las que nos tocó vivir a nuestra familia.

Lamentablemente, por diferentes cuestiones, varios pringleses tuvimos que buscar otros destinos fuera de nuestra ciudad en la búsqueda de nuevas oportunidades. Y es por esto que no escribo desde el enojo, sino desde la empatía con otras personas, que se puedan ver atravesando por la misma situación que nos tocó vivir a nosotros.

Creo que con esfuerzo se podría armar un protocolo para permitir, con los cuidados pertinentes, que ante el fallecimiento de un familiar en Pringles, familiares que vivan en otra ciudad, con una actualidad diferente en cuanto a los efectos de la pandemia, puedan despedirse de ese familiar y así, al menos, mitigar un poco el dolor de la pérdida.

Nuevamente, con este texto no busco recriminar nada, más allá que darle el último adiós a nuestro padre es algo que jamás podremos realizar, solo intento contar lo que nos ocurrió y tratar de ayudar, para que no le vuelva a pasar a otra familia pringlense.
Muchas gracias.
Saludos cordiales.
Marcos Vande Vrande.
DNI 28241690