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El arcón de los recuerdos

El Club Sportivo Pringles, como otros, está ligado a la historia de nuestro país

19/08/2020
El Club Sportivo Pringles, como otros, está ligado a la historia de nuestro país

El fútbol fue uno de los deportes traídos a Argentina a fines del siglo XIX por los ingleses que llegaban con las primeras líneas ferroviarias, los puertos, la banca y los capitales…

 


Rápidamente fue adoptado por criollos e inmigrantes. El foot-ball, balón pie, fóbal, fútbol, comienza a jugarse en canchas improvisadas..., con pelotas de los materiales más diversos, y con los pies calzados con lo que se tenía puesto, o sin nada.
Se inicia en forma inorgánica, en potreros donde se juntaban los chicos del barrio.

Hernán Asdrúbal Silva, en Historia del partido de Coronel Pringles, el primer club organizado como tal en nuestro distrito fue el Athletic Coronel Pringles, hace 109 años, en 1911.. Poco después, en 1914, se forma el Club Atlético Independiente, el más antiguo de los que continúan, y en 1916, el Club Atlético Leandro N. Alem, justamente en el año en que asume la presidencia el primer presidente radical, Hipólito Yrigoyen, en una clara declaración partidaria en el homenaje al fundador de la UCR.

 

 

Cuando ya hubo dos equipos para competir, en 1918, se formó la Asociación Pringles de FootBall (luego Liga Pringles).
Junto con el ferrocarril proliferaron las poblaciones, y con ellas los clubes de fútbol.

Muchos tuvieron la palabra Sportivo en su denominación: Club Sportivo Krabbe, Club Sportivo La Paloma, Club Sportivo Reserva.
En 1932 se forma el Club Sportivo Sud (por el Ferrocarril del Sud) que en 1948, cuando se nacionalizan los ferrocarriles durante el primer gobierno de Juan D. Perón, va a llamarse Club Ferrocarril Roca.
Durante este gobierno se inicia la construcción del que hoy conocemos como Barrio Obrero. Y con él, comienza la historia del Club Sportivo Pringles.

La cancha estaba donde hoy se encuentra el Tanque de Agua (en la manzana lindada por la Avda. 25 de mayo, Pellegrini, 20 y 21). Y el nombre original del club fue Club Villa Eva Perón, porque ese era el nombre destinado al barrio que se estaba construyendo.

Cuenta José González que durante algunos años, jugar al fútbol representaba para él una larga caminata. Trabajaba con Pelliza y Pocho Ojeda (también jugadores del Club) en la estancia La Reserva, de Mosca.
Los sábados venían caminando los casi 30 km (ida y vuelta) que los

separaban de Pringles. Salían a las 10 de la mañana y llegaban a la 1 de la tarde.
"Nos bañábamos, comíamos un poquito, y nos íbamos a pie hasta la cancha con los demás jugadores, con la barra. Era lindo", recuerda.
"La sede del Club estaba frente al Hospital Municipal, (donde estuvo el kiosco de González, Avda. 25 de 1685). A su frente estaba el Gallego Ruiz durante mucho tiempo".
La Comisión la integraban los mismos jugadores. Y eran ellos los que ponían la plata de su bolsillo, también".

"En 1954, jugamos el primer campeonato de fútbol libre que organizaba Alumni. Al club le tocó ir a la final con Alem. En ese momento, el presidente del club El Fortín, Bungs, tenía un camioncito caja plana, en el que acostumbraba trasladar a los jugadores. Pero en esa final, el
Club Eva Perón ganó 4 a 3, y Bungs prefirió traer hasta el centro a los ganadores del torneo, dejando de a pie a sus muchachos de Alem".

Continua el relato: " Para esos jóvenes, salir campeones en la cancha de Alumni, en el año 1954, fue un gran acontecimiento. Pero formaban un club muy humilde y no disponían de dinero para festejarlo como el hecho lo merecía. Por eso fueron a ver al intendente: Oscar Antonio Scavuzzo.
"Queríamos hacer un baile. Vamos tres a ver al intendente. Esperamos. Nos hicieron pasar.
Dice: ¿qué andan haciendo?´. Y le digo: ´queremos hacer un baile, pero no conseguimos local, nos cobran y no tenemos plata´. ´
Acá tengo un salón -dice- ¿Cuándo lo quieren hacer?
Pónganse de acuerdo y lo hacen'. El baile se hizo donde hoy funciona el recinto del Honorable Concejo Deliberante, y esa noche salió reina Elena Larraburu".

"Sin embargo, estos jóvenes pronto se vieron sacudidos por los vaivenes de la política.
El 16 de septiembre de 1955 se produjo la revolución conocida como Libertadora.
Una de las primeras medidas del nuevo gobierno, fue eliminar todo lo que recordara al gobierno depuesto de Juan D. Perón. Inclusive se prohibió el uso del nombre. El Club Villa Eva Perón, no podía seguir existiendo"

"Para poder seguir jugando al fútbol, necesitaban encontrar solución a dos problemas: un nuevo nombre, y una nueva cancha.
El primero fue resuelto en una reunión de la Comisión del Club. Pita Zapata planteó que era urgente decidir el nombre (para poder continuar jugando), y él mismo propuso Sportivo Pringles, el que en esa misma reunión quedó confirmado".

 

 

Mendoza, nos cuenta que llegó al Club por amistad, a los 17 años. "Conocía a todos. Me llevó el finado Segundo Aguirre, el Cholo Aguirre, quien me invitó a comer una parrillada (que yo no sabía lo que era)." Jugó hasta los 22 años, cuando se produjo el cierre futbolístico del club.

Mendoza era muy amigo del presidente del club, Luis Suárez, quien un día le ofrece representar al Club en la Liga Pringles de Fútbol. Y recuerda:
"En esa época nadie tenía un medio de transporte, un auto, una moto. Yo tenía una bicicleta. Yo vivía en 19 y 58. Te podes imaginar lo que era en invierno. Todos los lunes, invierno y verano, hasta la Liga Pringles de Fútbol, que estaba en Belgrano, antes de llegar a Colón.. Pero seguí representándolo hasta el día que desapareció."


Mendoza recuerda que en su paso por la institución, era el Club Independiente el que les prestaba la cancha para hacer de local. Pero la Federación les exigía tener cancha propia
Él recuerda con precisión el fin de la institución como club de fútbol:
"Hubo fútbol hasta 1965. Junto con Suárez éramos los delegados del Club. Nos dijeron que no podíamos seguir jugando. Lo peor, que los que nos dejaron afuera, se fueron a otras Ligas: el Club Porteño de Saldungaray y el Club Sierra de la Ventana, se fue a la Liga de la Sierra e Indio
Rico a Tres Arroyos. En ese momento empezó a jugar Gavilán (ya estaban, claro, Divisorio y Pensamiento), y nos agarraron los jugadores que teníamos libres…"

La vida del Club, luego, fue de reuniones en la sede, asados, fiestas, cancha de bochas… Se recuerda a Roberto Contreras, quien atendió la cantina por mucho tiempo. A las 10 de la noche cerraba, y cinco minutos antes, decía: "vayan terminando, pague el que no pagó".

Luego, mucho tiempo, estuvo a cargo de Filadio Heredia, a quien ambos (González y Mendoza) recuerdan por su corrección.
En el local de Francia y 23 se hacían asados, pucheros, estofados, pollos, siempre a cargo de los hombres de la institución.

Los días de reunión gastronómica eran los jueves por la noche y la cena del sábado o el almuerzo del domingo, actividad que complementaban con el juego de bochas. Allí se reunían candidatos y senadores, se hacían las cenas del Día del Gráfico y las comidas de fin de año, congregaban hasta 80 personas, comidas que se hacían bajo las plantas.
Luego de la muerte de Filadio Heredia, en 1996, el club cerró sus puertas.
Investigación y redacción: Alicia Gómez - Archivo Histórico Municipal Aldo H. Pirola -

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