Aurora, esa gran luchadora

A pocos meses de cumplir 5 añitos, Aurora, con la ayuda de férulas y un cinturón pélvico, puede caminar. La pequeña, pero a su vez gran luchadora, padece defectos estructurales en el cerebelo. A pesar de todo no baja los brazos.

Aurora Kurtz nació en el Hospital Penna de Bahía Blanca -por cesárea programada-, no se había cerrado por completo la columna en la gestación en las primeras cuatro semanas de embarazo de su mamá, y a las 24 horas de su nacimiento presentaba la espalda y vertebras abiertas.
Lograron cerrar esa deformación y una semana después le colocaron una válvula, pero el diagnostico era que Aurora no iba a poder hacer nada, por presentar una patología bastante incierta. Tiene una falla a nivel del sistema nervioso y se va viendo su evolución.

Para sintetizar, la patología de Aurora es amplia, padece defectos estructurales en el cerebelo, la parte del cerebro que controla el equilibrio (Malformación de Arnold Chiari tipo 2), mielomeningocele (la columna vertebral no se forma con normalidad durante el embarazo), siringomielia (quiste medular), hidrocefalia (problemas con el flujo de liquido que rodea al cerebro), pie bot bilateral (anomalía musculo-esquelética) y luxación de cadera.
Debido a su lesión medular, presenta incontinencia fecal y urinaria, por ello se utiliza un cateterismo vesical intermitente.

Los defectos en el cerebelo le provocan apneas de sueño y está el riesgo permanente que en algún momento se produzca un paro cardio respiratorio. La pequeña Aurora, desde los dos añitos es atendida en el Hospital Garrahan, y en una futura cirugía tienen que cortar las caras internas de las vertebras para hacer espacio, y que de esa manera el cerebelo ascienda al cráneo.
A poco de cumplir 5 años (los cumple en diciembre), todavía debe usar pañales, y quedan residuos en la vejiga, por lo que requiere de sondas para sacar los restos de orina y que no se produzca una infección.

AURORA Y SUS
PRIMEROS PASOS

Clínicamente, la situación de Aurora es muy complicada, pero sin embargo en el día a día su vida es prácticamente normal, va al jardín, y los problemas son que usa pañales y no camina, gatea.
Ante un pronóstico totalmente desalentador, con una lesión vertebral medular muy alta, y con mucha complejidad de la patología; Aurora la sigue peleando, luchando día a día y, con la ayuda de equipamiento, comenzó a dar sus primeros pasos. Comenzó a caminar.
Antes de la pandemia, la pequeña pringlense concurría a kinesiología tanto en Pringles como en bahía Blanca, ahora por esta situación está llevando adelante únicamente la kinesiología en nuestra ciudad.

Al no tener tonicidad muscular, Aurora de la rodilla para abajo no tiene sensibilidad ni fuerza. La pequeña puede arrodillarse, pero no levantarse por sus propios medios.
Hoy está dando sus primeros pasos mediante un equipo llamado reciprocador, que solicitaron a través de IOMA hace un año aproximadamente, y llegó en el mes de febrero.

El reciprocador tiene unas férulas extensas, y un cinturón pélvico que la sostienen para que ella pueda estar de pie y no se le debiliten las rodillas. Es la única forma en que Aurora puede caminar.

En un video de Aurora dando sus primeros pasos, se observa cuando esta gran luchadora por primera vez sube una rampa. Teniendo en cuenta que el equipo pesa unos 3 kilos y que ella no tiene fuerzas, poder hacerlo ya es un logro increíble.

EXTRAÑA EL JARDIN Y LA ACOMPAÑAN SUS HERMANOS, SU GRAN MOTOR

En tiempos de pandemia, Aurora no sale de su casa a excepción de los viajes a la sesión de kinesiología. Como es mas propensa a asumir complicaciones si llegara a contraer el virus, está encerrada, y muchas veces se aburre, quiere volver al jardín, extraña muchos a sus amiguitos.
Aurora comenzó el jardín en maternal (sala de 2), y actualmente está en sala de 4. Tiene un aparato con ruedas para movilizarse en dicha sala, y los compañeritos del jardín la ayudan muchísimo. Siempre están dispuestos a darle una mano a la hora de hacer rondas y desplazarse, también le alcanzan juguetes para que se divierta.
En su casa, el gran motor de Aurora son sus hermanos. Tiene una hermana de 17 años de edad, que es prácticamente su segunda mamá, y un hermanito de 6 años (se llevan una diferencia de un año y medio).
En medio de tantas noticias de pandemia, de contagios, es bueno dar a conocer la historia de Aurora, esta pequeña pringlense y gran luchadora de la vida.
ROGELIO GÓMEZ - EL ORDEN