Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto

En Avenida Frondizi, entre Moreno y Garay se encuentra ubicado el Monumento a las Víctimas del Holocausto, el segundo monumento recordatorio de este tipo en nuestro país. El diseño estuvo a cargo de las arquitectas María Beatriz González Estevarena y Mariana Asteinza.

El 27 de enero de cada año la UNESCO rinde tributo a las víctimas del Holocausto. En esta fecha se conmemora la liberación en 1945 por las tropas soviéticas del campo de concentración y extermino nazi de Auschwitz-Birkenau.

Durante la Segunda Guerra Mundial, el régimen nazi y sus colaboradores asesinaron a unos seis millones de judíos, -hombres, mujeres y niños-, en un intento de aniquilar sistemáticamente a la comunidad judía de Europa.

Aquel 27 de enero de 1945 el ejército soviético abría las puertas del infierno en Auschwitz-Birkenau, donde aún se encontraban algo más de 7.500 prisioneros, que recuperaban la libertad tras sobrevivir al horror de los campos de concentración nazis, donde Adolf Hitler puso en práctica con mortífero éxito su "solución final".

La Asamblea General de las Naciones Unidas., en la Resolución 60/71 designó el 27 de enero Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto.

En el texto de la resolución se cita que, la Asamblea General reafirmando la Declaración Universal de Derechos Humanos, en que proclama que toda persona tiene todos los derechos y libertades enunciados en ella, sin hacer distinción alguna por motivos de raza, religión o de ninguna otra índole.
Se recuerda el artículo 3 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, en el que se afirma que todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.

Auschwitz, la pesadilla
más oscura

Hace 76 años finalizaba la pesadilla de la noche más oscura de la historia, en Auschwitz-Birkenau. Fueron allí diezmadas por lo menos 1.100.000 personas, en su mayoría judíos.
Cada año, en torno al 27 de enero, la UNESCO rinde tributo a la memoria de las víctimas del Holocausto y ratifica su compromiso de luchar contra el antisemitismo, el racismo y toda otra forma de intolerancia que pueda conducir a actos violentos contra determinados grupos humanos.

Para que no se repitan hechos como el Holocausto (Shoá) o genocidios contra cualquier minoría, disponemos de dos potentes herramientas: LA MEMORIA Y LA EDUCACIÓN.
La educación debe ser para la vida y estar orientada por valores éticos. A la educación hay que agregar necesariamente los valores morales y dirigidos al respeto por el otro.
En cierta medida nosotros manejamos nuestra propia memoria. Tenemos la obligación de no olvidar, recordar y hacer recordar, manteniendo una actitud de responsabilidad.
Tenemos que advertir que si el género humano permitió este suceso una vez, ¡puede repetirse!

Monumento recordatorio en Pringles

En Coronel Pringles, el Monumento a las Víctimas del Holocausto, se encuentra ubicado en Avenida Presidente Frondizi, entre Moreno y Garay. Es el segundo monumento recordatorio de este tipo en nuestro país.
Se inauguró en octubre de 2007, por iniciativa de la comunidad israelita de nuestra ciudad, con el apoyo de la comuna local.

Durante el acto de inauguración, participaron el embajador de Israel, Rafael Eldad; el intendente municipal, Aldo Luis Mensi; la diputada provincial, Mita Camels; referentes del Poder Ejecutivo y Legislativo; el presidente del Instituto Cultural, Leandro Rust; la directora ejecutiva del Museo del Holocausto de Buenos Aires, Graciela Nabel de Jinich y Moisés Borowicz, sobreviviente del Holocausto (Shoá).

El Monumento, fue pensado como un lugar transparente, integrado al espacio urbano y de uso público: se trata de un cuadrado girado y elevado 50 centímetros, al que se accede por rapas cual sendas de suaves pendientes.
El cuadrado está abrazado en dos ángulos por bancos, en un espacio que invita al descanso, la reflexión y el recogimiento. Desde el centro emerge un macizo muro que sostiene dos Estrellas de David y del que se sostiene una malla de hierro con la figura de una mano abierta.
Los materiales empleados, tienen un especial significado para el pueblo judío: el hierro recuerda las vías y cerrojos de trenes que trasladaban prisioneros a los campos de concentración, el cemento y la piedra representan el muro que una vez los cercó.
El diseño estuvo a cargo de las arquitectas María Beatriz González Estevarena y Mariana Asteinza. (Archivos El Orden).

Para que no se repitan hechos como el Holocausto (Shoá) o genocidios contra cualquier minoría, disponemos de dos potentes herramientas: la memoria y la educación.
La educación debe ser para la vida y estar orientada por valores éticos. A la educación hay que agregar necesariamente los valores morales y dirigidos al respeto por el otro.

En cierta medida nosotros manejamos nuestra propia memoria. Tenemos la obligación de no olvidar, recordar y hacer recordar, manteniendo una actitud de responsabilidad.
Tenemos que advertir que si el género humano permitió este suceso una vez, ¡puede repetirse! Hoy, la llama recuerda y rinde homenaje silencioso.