martes 19 de marzo de 2024
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Otra vez Pringles demuestra su solidaridad

“No tengo palabras para agradecer a todos”

Lo dijo Pedro Heim, el “Pollo” como muchos lo conocen. La vivienda de la familia Heim se incendió en la noche del viernes, al siguiente día la solidaridad de los pringlenses se hizo presente. Pedro y su hija Valeria cuentan a EL ORDEN cómo están reconstruyendo su hogar

08/11/2016
“No tengo palabras para agradecer a todos”

Toda la familia, vecinos, la gente de Pringles estuvo acá con nosotros, no tengo palabras para agradecer”, relata Pedro Andrés Heim, el “Pollo” como lo conocen casi todos.

Ante el incendio de su vivienda, que fue de conocimiento público el día viernes, al día siguiente la familia Heim recibió el apoyo de la comunidad, la solidaridad pringlense se hizo sentir con fuerza hasta tal punto que lo que más necesitaban, lo más costoso para poder volver a habitar en su vivienda, ya lo tienen.

 

“Se nos quemó toda la ropa, colchones, un placard, todo lo que estaba en la habitación donde se inició el fuego. De allí se expandió hacia la pieza lindante, el pasillo, quemó todos los accesorios plásticos del baño, una heladera, la bicicleta que estaba en el patio y derritió un grabador”, cuenta Pedro.

 

El “Pollo” había salido en el momento en que el cortocircuito ocurrió, al regresar se encontró con un panorama muy triste, toda la familia llorando y los bomberos realizando su labor.

“En ese momento pensé, ¿qué hice mal para merecer esto?, si hubiesen visto lo que era esto al día siguiente a la mañana, te querías morir…” dice con tristeza.

 

Pedro vive con su familia en esa casa desde hace 32 años, hoy el “Pollo” tiene 12 hijos y 25 nietos, cada uno de ellos estuvo en este momento, como siempre lo hicieron.

“La familia está siempre con nosotros, somos muy unidos” dice Pedro Heim. “No solo estuvieron los familiares, recibimos el apoyo de mucha gente que se acercó a colaborar con nosotros, vecinos del barrio, camioneros, gente que no conocíamos, muchísimas personas”.

 

La falla de la instalación eléctrica provocó el fuego y éste se propagó a distintos rincones de la vivienda.

La mascota –una perra- estaba en el patio y salvó su vida, aunque quedó “negra” por los efectos del humo siendo de pelaje blanco. El techo de yeso será reemplazado, el fuego no alcanzó a tomar fuerza en tirantes y cumbreras, sino el daño hubiese sido aun más terrible de lo que fue.

 

El sábado a la mañana fue el momento de iniciar la recuperación de la vivienda, Pedro y su familia, mas la colaboración de los vecinos pringlenses, comenzó a reconstruir de a poco el hogar.

“Empezamos a limpiar las paredes, a picar el techo de yeso, pasar detergente por todos lados, lavandina. Sacamos todos los sanitarios del baño para limpieza, en el caso de la cocina tuvimos que sacar los azulejos que se habían dañado, ni hablar de las cortinas del comedor”.

 

Las paredes se vieron seriamente afectadas, en el momento de realizar la nota un grupo de colaboradores estaba ya revocando la habitación en la que se generó el incendio.

“Vamos a ir viendo lo que necesitamos a medida que vamos reparando cosas, ahora por ejemplo estamos esperando el durlock y los cables para la instalación eléctrica. La pintura ya nos la ofrecieron, así que por ahora no nos falta nada, no queremos abusar de la generosidad de la gente de Pringles”, dice Pedro, el “Pollo”, con firmeza.

 

“Se acercó mucha gente a ofrecernos cosas, desde materiales hasta ayuda en mano de obra y dinero. El sábado a la mañana esto era un desastre, y el sábado a la noche ya teníamos todas las paredes rasqueteadas, la limpieza hecha, conseguimos colchones, y las aberturas que necesitábamos. Se hizo la mayor parte de albañilería”.

 

 

Les dieron una vivienda hasta que reparen la casa incendiada

 

Otro aspecto muy importante para destacar es que un vecino se contactó con Pedro y su familia para brindarle un lugar en el que puedan estar, el tiempo que sea necesario hasta que terminen de reparar la vivienda que se quemó. Valeria, hija de Pedro, también dialogó con Diario EL ORDEN para dar más detalles.

 

“Tenemos un lugar para vivir, nos ofrecieron una casa aun perdiendo el dueño la oportunidad de alquilarla. Nos la brindó para quedarnos el tiempo que sea necesario, al contar con un hogar uno siente que no molesta a otros”.

 

“Vinimos el sábado a la mañana y nos pusimos a limpiar. Lo más afectado fue la última habitación (100 por ciento de pérdidas), después el fuego alcanzó la habitación mía, luego con el humo y calor se afectó el pasillo, comedor, cocina, y baño. Encontrar todo perdido fue muy triste y lamentable, pero fue una desgracia con suerte porque estamos todos bien” cuenta Valeria.

 

“Hoy tenemos que agradecer a toda la gente que se acercó, nos donaron el material, ofrecieron camas, colchones, frazadas, almohadas, muebles, televisor, se llevaron ropa para lavar, nos acercaron comida para almorzar al mediodía. No queremos abusar de la generosidad, por ello tomamos los números de teléfonos de las personas que se acercaron, una vez que terminemos con todo les avisaremos si nos falta algo o les diremos gracias simplemente por haberse acercado”.

 

“Hasta se acercaron para hacer un evento a beneficio nuestro, un solidario, pero dijimos que no, porque con lo que nos han ayudado ya es suficiente, tenemos el material, los elementos de electricidad, en todo lo que nos resultaba más costoso ya nos ayudaron. Hay que ir de a poco, aceptando lo justo y necesario”.

 

Para finalizar, Valeria agradece nuevamente a todos los que estuvieron y están colaborando con la familia, sin dar nombres lógicamente ya que sería imposible nombrar a todos.

“Agradecidisima con todos los que se acercaron, no digo nombres para no quedar mal, siempre nos olvidamos de algunos. A todos, vecinos, parientes, amigos, gente que no conocíamos, todos nos ayudaron y colaboraron”. RG

 

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