Una noble tradición para que nadie esté solo en Navidad

Las capillas Santa Lucía y Virgen de Fátima fueron epicentros de esta comida organizada por la Comunidad de Sant´Egidio, con la colaboración de la comunidad que ayudó a que más de 500 personas, celebren una de las fechas más importante del Cristianismo.

Las capillas Santa Lucía y Virgen de Fátima fueron epicentros de esta comida organizada por la Comunidad de Sant´Egidio.
Cada 25 de diciembre y como desde hace nueve años, la Comunidad de Sant´Egidio organiza el Almuerzo de Navidad en las distintas ciudades del mundo en las que realiza su apostolado con aquellas personas más vulnerables.

En Coronel Pringles esta comida se viene llevando a cabo desde el año 2009, cuando llegaron a nuestra ciudad Sergio del Canto y Karina Biasioli, un matrimonio de Buenos Aires que, por los destinos de Dios, quiso que se radicaran aquí. Desde entonces el Almuerzo de Navidad ha ido creciendo.

Al igual que en años anteriores esta comida, se realizó en forma simultánea en las capillas Santa Lucía y Virgen de Fátima donde la Comunidad está presente con las Escuelitas de la Paz, además de familias del barrio de la capilla San Cayetano ya que también funciona una Escuelita de la Paz en la misma.
El menú consistió en jamón cocido con Ensalada Rusa: carne, lechón, cordero, pollo asado con ensalada, y de postre ensaladas de frutas. No faltó el pan dulce los turrones para el brindis, ni los regalos para todos - personalizados - que entregaba sonriente Papá Noel, y las fotos.
Es una imagen muy linda la de tanta gente, niños, ancianos, celebrando la Navidad,

Una verdadera fiesta. Mucha gente colaborando en ambas capillas, pero en semanas previas, mucha gente desinteresadamente, aportó su granito de arena. Algunos mucho, y otros poco, pero entre todos se logró concretar este gran almuerzo.

Vale recordar que el primer almuerzo de Navidad, se realizó en Capilla Santa Lucía, espacio donde se formó el servicio de la Escuela de la Paz, el hogar del barrio y lugar donde varios años se desarrolló. Luego se comenzó a invitar a gente del Barrio Roca.
Otro año se realizó en la Capilla Virgen de Fátima y desde ese momento y como hace tres años, se vienen llevando a cabo en los dos lugares, con más de 500 personas y cada año sigue creciendo.
Es un gesto admirable el de estos voluntarios, porque quienes están en situación de vulnerabilidad también merecen pasar una Navidad en familia y la Comunidad de Sant 'Egidio hace posible el sueño de Dios, que todos seamos uno: Que la Navidad crezca en sitios cristianos, que la indiferencia, las enemistades, sean vencidas, porque Navidad, no sólo se celebra el Nacimiento del Niño Dios, sino que es la gran fiesta cristiana… la gran fiesta del Amor.