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Héroes de la Conservación

Tras las huellas del gato andino, un bahiense y una pringlense llegaron a Nat Geo

10/06/2019
Tras las huellas del gato andino, un bahiense y una pringlense llegaron a Nat Geo

Cintia Tellaeche y Juan Reppucci, ambos biólogos egresados de la UNS, mostraron en el documental Héroes de la Conservación, detalles de la investigación que llevan a cabo desde hace años, en Jujuy, sobre esta especie en peligro de extinción. Es una producción de Jumara Films con la voz de Ricardo Darín. 

Al gato andino, en peligro de extinción, se lo denomina “El fantasma de los Andes”, porque muy rara vez se deja ver en las altas montañas. Habita desde la zona central de Perú hasta la porción norte de la estepa patagónica norte de Argentina, en el centro Neuquén.    

   Muy pocos lugareños han tenido el privilegio de verlo en su ámbito natural. Hasta hace unos años, era considerado uno de los pequeños felinos menos conocidos del mundo.    

   Los biólogos Juan Reppucci y Cintia Tellaeche, miembros del GECM (Grupo de Ecología Comportamental de Mamíferos), dirigidos por Mauro Lucherini y acompañados y apoyados por diversas organizaciones que trabajan en la conservación de esta especie, lograron modificar esta situación al iniciar una ardua investigación -en 2005- que continúa hasta hoy.     

   Ambos egresados y doctorados de la UNS y posdoctorados -en la UNS y en la Unju, respectivamente- se radicaron en Jujuy en 2015, para profundizar su tarea.  

   El proyecto que llevaron a cabo cobró tal relevancia que fueron contactados para participar del documental Héroes de la Conservación -ellos protagonizan una de las 6 historias de especies en peligro- que se transmitió el pasado miércoles por Nat Geo, el canal de National Geographic.     

   Se trata de una producción de Jumara Films con la voz de Ricardo Darín.    

   “En el momento que empezamos a investigar el gato andino era uno de los felinos menos conocidos del mundo y categorizado internacionalmente como en peligro por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) Muy pocos investigadores lo han visto. Es más, la gente que vive en el campo, a veces, lo ve cada diez años y, algunos; nunca”, contó Reppucci a La Nueva.    

   Desde 2005 y hasta 2014, el investigador se instaló 6 meses por año en Jujuy para estudiar minuciosamente a este felino. Tardó 9 años en verlo en su hábitat.    

   No obstante hasta llegar a ese momento, fueron muchos los datos recabados a través de distintas técnicas. Una de ellas es la colocación de cámaras trampa -se ocultan entre las rocas- para obtener imágenes de los animales que pasan por enfrente.    

   Otra técnica es a través de evidencias indirectas, por ejemplo, tomando muestras de heces, lo que les permitió saber más sobre sobre la dieta, hábitos alimenticios y genética de esta especie y determinar por dónde andaban y defecaban.  

    Más tarde, en 2012, mediante el uso de cepos adaptados para no lastimar a los felinos -una técnica que les enseñó la bióloga de la UNS, Estela Luengos Vidal- la pareja logró capturar varios individuos,    estudiarlos y devolverlos a su ámbito natural con collares con GPS.     

    “Estas actividades nos han permitido conocer mucho acerca de la especie. Me atrevería a decir que ya no es uno de los gatos pequeños menos conocidos, aunque aún queda muchísimo para aprender”,señaló Reppucci.  

   La pareja llegó a la única estimación de abundancia que se conoce para la especie.  

    "Es una estimación basada en un solo sitio de su distribución, pero sabemos que es un sitio muy bueno y que probablemente hay muchísimos más gatos andinos aquí que en otros lados. Y aún así hay muy pocos”, indicó.    

   “En las primeras evaluaciones cuantitativas se estimó que estaba en peligro porque sus apariciones eran escasas y no se sabía mucho de la especie. Hoy podemos afirmar que tiene una de las densidades más bajas conocidas en el mundo para cualquier felino”, aseguró.  

    “A pesar de que están muy adaptados a la zona la baja tasa de reproducción y posiblemente de supervivencia de las crías podría ser uno de los factores naturales de su escasez”, dijo.    

   Otro gran problema para la conservación del gato andino es la pérdida y degradación de hábitat por la actividad minera. En muchos casos el impacto es puntual, pero también se incrementan los caminos y el tráfico y puede ocurrir que los atropellen. También suele haber "accidentes" por vertidos que pueden afectar cuencas enteras.   

   Otro inconveniente es la presencia de perros sueltos, mal cuidados y mal alimentados por sus dueños o que se escapan cuando están cuidando el ganado.    

    “Esto se intenta cambiar a través de un trabajo conjunto con artesanas. Ellas son embajadoras del proyecto y se comprometen a cuidar a sus perros y distribuir la palabra acerca de esta práctica” dijo.

   Fue producido por Juan Raggio y dirigido por Marcelo Viñas, ambos además de dedicarse a la producción de cine y documentales, son naturalistas. Marcelo es Biólogo y Juan es presidente de Aves Argentinas.    

   Ellos contactaron a Rocío Palacios, coordinadora general de Alianza Gato Andino (AGA) quien les comentó lo que diferentes personas estaban haciendo por la especie. Y los realizadores eligieron contar la historia de Cintia y Juan, quienes además de su trabajo como investigadores también han dado charlas de concientización en escuelas y participan en reuniones con las comunidades para fomentar el turismo sustentable.  

    “Fue una linda experiencia, el equipo del documental es un lindo grupo, fue como ir a pasear con amigos”, dijo el biólogo.    El registro duró una semana y se llevó a cabo en diciembre pasado. Se transmitió por Nat Geo, el pasado miércoles a las 20.  

   Perfiles.  Juan Reppucci es investigador de Conicet. Empezó a trabajar en la puna con el gato andino, en 2005. Culminó su Licenciatura en Biología en la UNS en 2006, trabajando en la Cátedra de Fisiología Animal- Grupo de Ecología Comportamental de Mamíferos, coordinada por Emma Casanave y en la que también participa Cintia Tellaeche. El director del proyecto es Mauro Lucherini.     Cintia Tellaeche comenzó a participar del proyecto en 2007, cuando fue por primera vez de campaña.

   Hoy es Coordinadora de Comunicaciones de la Alianza Gato Andino, una asociación que se fundó hace 20 años por iniciativa de investigadores de Argentina, Chile y Bolivia y que nuclea profesionales que trabajan en la especie. Lilian Villalva de Bolivia es una de las referentes históricas y quien más se ha esforzado por AGA. Andino.    

   Más allá de los salarios que perciben los biólogos gran parte del financiamiento para su proyecto llega desde el exterior a través de la organización WCN, que los conecta con gente de USA que realiza donaciones.

    "La primera vez que pude ver al gato andino fue algo impresionante, uno de los mejores y peores días de las campañas. Fue un día agotador, que me quedé sin agua, caminé muchos kilómetros hasta la noche y vi el gato andino al mediodía y un pajonal como a las 19. ¡Por supuesto no había llevado la cámara! Soy aficionado a la fotografía, me gusta muchísimo, pero como sabía que iba a ser un día agotador, no la llevé".     

   "Jamás había visto ningún felino en la puna. Fue muy linda experiencia. Yo estaba al borde de un acantilado, mirando el paisaje, cuando de la base del acantilado a unos 10 metros, apareció el gato andino. Luego de que se alejara unos 80-100 metros empecé a caminar en paralelo a él como media hora. Nunca me vio. Hasta lo vi tratar de cazar y vi la actitud de sus presas, las vizcachas de montaña".

   Características del gato andino. Los biólogos han capturado machos de hasta 6 kilos. Lo más llamativo es el largo de la cola. Es un 60% del largo total de animal. Llegan a medir 1.20 metros de largo con cola. Morfológicamente se parecen mucho a los leopardos de las nieves. Tiene muchas adaptaciones similares: largo de la cola, color, tamaño de manos, largo de patas, pelaje.

   ¿Cuántos hay? La categoría 'en peligro' por definición habla de que en el mundo hay menos de 2500 ejemplares en el mundo. “Para el caso del gato andino no se sabe exactamente que tan lejos o cerca se está de esa cifra. Podrían ser 1000 o 2499”, comentó Reppucci.

 

LA NUEVA 

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