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Crisis Comercial

Comercios pringlenses cierran sus puertas

Ayer le pasó a la confitería Lomoro, que cerró sus puertas en la esquina céntrica de calles San Martin y Dorrego. La realidad de los comercios -sus empleadores y empleados- es cada vez más acuciante económicamente.

22/11/2017
Comercios pringlenses cierran sus puertas

Cerró Lomoro: Sí, hoy podemos hablar de preocupación por el panorama que se vive en la mayoría de los puntos tradicionalmente comerciales de la ciudad, donde los locales cerrados cobran protagonismo cada vez con más fuerza, lamentablemente.

Y no se trata sólo de una "impresión" de los consumidores que caminan por la calle y miran vidrieras.
Es un fenómeno, por así decirlo, que está golpeando con dureza a los comerciantes, quienes a causa del desplome de las ventas minoristas, terminan viéndose obligados a liquidar todos sus productos, primero, y luego a bajar las persianas de forma permanente.

Hay muchos locales con el cartel de alquiler hace tiempo. El impuesto al trabajo es cada vez más alto. A la gente ya no le alcanza. Hay muchos que no pueden pagar los mínimos de la tarjeta de crédito y sólo compran lo fundamental, sería una de las habituales radiografías.

En los últimos días conocimos varios tradicionales comercios de nuestra ciudad que han cerrado sus puertas y otros a punto de concretarlo.

Ayer, por ejemplo fue el caso de la confitería Lomoro, ubicada en calle San Martín y Dorrego, tradicional esquina céntrica de nuestra ciudad. En los próximos días habría cierre de más comercios, y hasta de la confitería Avenue por los altos costos de alquileres.

La crisis económica nacional golpea al comercio pringlense, hay pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores por los aumentos en los servicios de luz, gas, naftas, medicina prepaga, TV por cable y telefonía, entre otros; que llevan a una importante recesión que provoca el cierre de todo tipo de emprendimientos.

Esto lógicamente conlleva despidos o empleados que quedan sin trabajo, generando familias de desocupados.
Empleados que llegan a fin de mes y aún no han cobrado el sueldo, empresas que son regionales y comienzan con el cierre de sucursales en la zona y crean incertidumbre (como pasó con Lucaioli), comercios antiguos de la ciudad que han cerrado sus puertas, al igual que micro emprendedores que no pueden aguantar la fuerte presión impositiva y también cierran.

Por otra parte, el empleador también está mal. Porque padecen de igual manera los aumentos de los servicios, sufren la recesión y caída de ventas; y a todo esto se le suman los altos costos que deben soportar quienes alquilan locales.

La realidad es que el comercio local está en un estado de alerta, en crisis, vacíos de clientes y ventas. La situación comercial es compleja, y sucede algo similar en distintos puntos de la región.

A todos nos entristecen estas noticias, el recorrer calles de la ciudad y observar muchos de los locales cerrados, el poco movimiento generado por las situaciones económicas que afectan directamente al bolsillo de los pringlenses.

Cierran comercios, en pocos días aumentarán los taxis -pasarían de $45 a $50-, también a nivel nacional volverían a aumentar los combustibles…la crisis comercial pisa fuerte y en Pringles ya se nota.

 

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